Las localidades españolas que están en el Arco del Triunfo de París

Hay un buen número de lugares de España que están inscritos en uno de los monumentos más conocidos y visitados de París, y por lo tanto de Francia. Hablamos del Arco del Triunfo, que está en el extremo oeste de la avenida de los Campos Elíseos. El monumento fue impulsado por Napoleón para celebrar la victoria francesa en Austerlitz y unos 1,5 millones de personas lo visitan todos los años.

Supongo que muchos de entre ese millón y medio de visitantes no repararán en nombres como Astorga, Alba de Tormes, Olivenza o Somosierra, pero a los españoles esos nombres nos resultan muy familiares. Y, de hecho, alguno más de los que nos llaman la atención a primera vista hace referencia a localidades españolas, si bien el nombre está en francés y quizás eso nos despiste. Es el caso de Tortose, que es Tortosa; Sagonte, que es Sagunto; Valence, que es Valencia; o Saragosse, que es Zaragoza.

¿Por qué unas 30 localidades españolas tienen su nombre grabado en el Arco del Triunfo de París?

Algunas de las localidades españolas grabadas en la piedra del arco son grandes y relevantes hoy, pero no es el caso de todas ellas. La pregunta más habitual que uno se hace al verlas, si no conoce la explicación que vamos a ver, es por qué están esos nombres en un monumento francés. La respuesta casi se deduce del nombre de este: Arco de Triunfo. Es decir, están ahí por ser lugares en los que los franceses consiguieron victorias importantes durante la Guerra de Independencia española.

Las batallas que los franceses conmemoran en el monumento están repartidas por media Europa y por una buena parte de la historia de Francia. Incluso más allá, porque también hay algunas de la campaña napoleónica en Egipto y Siria. Son 158 batallas las que se menciona en una u otra fachada del arco. De ellas, 31 tienen su origen en la guerra que los españoles y franceses conocemos como Guerra de la Independencia, y los británicos y portugueses como la Guerra de la Península (The Peninsular War). Y es que, no lo olviden, en nuestra guerra de la Independencia, de nuestro lado estaban también los británicos y los portugueses.

Alguna localidad parece no estar bien escrita a nuestros ojos, como es el caso de Ocaña, en Toledo, en donde los napoleónicos vencieron en noviembre de 1809. Debe ser que la letra ñ se les olvidó por el camino de Ocaña a París, y el caso es que vemos OCANA en el arco, en lugar de Ocaña.

Los pueblos visibles ante 1,5 millones de personas todos los años

La localidad aragonesa de Mequinenza resistió el asedio francés con ahínco durante un tiempo, pero al final cayó. No aguantaron poco, teniendo en cuenta que las fuerzas napoleónicas eran unas 15 veces más numerosas. Para recordar lo que les costó hacerse con ella los franceses la pusieron en el arco, y no en un lugar cualquiera, sino en una de las paredes principales, bajo Madrid. En esta última no hubo batalla como tal, pero a pesar de ello celebran como una victoria haberse hecho con su control en 1808.

Almeida, una ciudad portuguesa en la frontera salmantina con Francia, ya nos dice con su muralla que su historia vio asedios y batallas. No está lejos Almeida de Fuentes de Oñoro y de Ciudad Rodrigo, que son otros de los nombres que se pueden ver en París. El primero de ellos, escrito como Fuente d’Ouoro. Sin duda fue una zona importante la guerra, si bien los franceses prefieran olvidar sitios como Los Arapiles porque la victoria no cayó de su lado.

El listado completo de localidades sería el siguiente, traduciendo los nombres al español y poniendo el nombre completo en algún caso:

Medina de Rioseco, Burgos, Espinosa de los Monteros, Tudela, Somosierra, Madrid, Zaragoza, Uclés, La Coruña, Valls, Medellín, Oporto, Gerona, María de Huerva, Belchite, Almonacid de Toledo, Ocaña, Alba de Tormes, Vic, Astorga, Ciudad Rodrigo, Lérida, Mequinenza, Almeida, Tortosa, Olivenza, Badajoz, Gévora, Fuentes de Oñoro, Tarragona, Sagunto y Valencia.

De la parte final de la guerra no hay rastro en el Arco del Triunfo

Entre el 14 de julio de 1808, cuando tuvo lugar la batalla de Rioseco, y el 9 de enero de 1812, cuando acabó el asedio a Valencia, en todos esos lugares del listado los franceses combatieron en la península y ganaron. En otros fueron derrotados, como es lógico y ya hemos apuntado. La Guerra de Independencia acabó oficialmente en 1814, pero el punto final podemos ponerlo en la batalla de Vitoria, en junio de 1813. Eso quiere decir que, desde enero de 1812, fecha de la última batalla consignada en el arco, y durante año y medio al menos, los franceses no obtuvieron ninguna victoria que consideraran digna de ser lleva a su Arco del Triunfo.

Como decíamos, Napoleón impulsó su construcción, pero no lo pudo ver acabado, porque esto ocurrió en 1836 y para entonces el otrora emperador ya llevaba un tiempo fallecido. Por otra parte, cuando uno construye un arco para celebrar sus triunfos se arriesga a convertirlo en objetivo del enemigo. Y así, los alemanes, tanto en la Guerra Franco-Prusiana como en la Segunda Guerra Mundial, han desfilado con sus tropas en torno al arco, lo que es un hecho simbólico importante.

Los españoles no hemos llegado a ese punto al que han llegado los alemanes, pero sí que hemos tenido a algunos ciclistas en lo más alto del podio en el tour de Francia, que finaliza cada año frente al arco. Esta forma de victoria en el deporte es más estimulante en nuestros tiempos. Y no hay que quitar mérito a la batalla de los ciclistas contra los puertos de montaña, que es también dura.