¿Funcionan las ofertas de trabajo y casa para repoblar?
Escrito por
14.09.2021
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Cada cierto tiempo y cada vez con más frecuencia, se publican en los medios noticias de pueblos que ofrecen casa y trabajo para repoblar, frenar o revertir su despoblación. Todos reciben cientos de solicitudes de familias que están dispuestas a mudarse a cambio de un empleo y un sitio barato en el que vivir.
Hay múltiples razones para tomar esa decisión, aunque el elevado precio del alquiler en las grandes ciudades donde los sueldos son precarios suele ser la principal. También el desempleo o las ganas de tener unas condiciones de vida que no existen en las urbes.
Muchas de las ofertas surgen ante el cierre de un negocio local por la jubilación de sus propietarios –un bar, una tienda de ultramarinos, una panadería– o porque necesitan un número mínimo de niños para poder mantener abierta la escuela local. En este segundo caso, entre los requisitos para presentar la solicitud se incluye el de que la familia tenga hijos en edad escolar.
Hay plataformas privadas que han visto una oportunidad para ofrecer soluciones a estas necesidades, como la plataforma Vente a vivir a un pueblo –a cuyo responsable entrevistamos en esta publicación–, pero la administración pública también está detrás de muchas de las ofertas. Por ejemplo, la Generalitat Valenciana, a través de l’Agenda Valenciana Antidespoblament (Avant), y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) puso en marcha en septiembre de 2020 el programa Reviu para fomentar la captación de proyectos de vida familiar en el ámbito rural.
Los primeros pueblos que participaron en el proyecto fueron ocho: Zucaina, Torralba del Pinar, Cirat y Argelita, en la comarca del Alto Mijares; Matet y Almedíjar, en el Alto Palancia; y Cinctorres, en la comarca de Els Ports. Además del municipio valenciano de La Yesa, en la comarca de Los Serranos.
El primero de los mencionados (con apenas 172 habitantes), ofrecía oferta de empleo, con posibilidad de otro, y una casa para familias con al menos dos hijos en edad escolar. El objetivo era salvar la escuela municipal y librar a los niños del pueblo de tener que desplazarse cada día a otra localidad para asistir a clase. En aquel momento, solo había una niña matriculada y la familia ‘ganadora’ debía comprometerse a escolarizar a los hijos en dicho centro.
Casi un año después de que saliese a concurso aquella oferta, Escapada Rural ha hablado con el ayuntamiento de Zucaina para conocer cuál ha sido el resultado del experimento. Esto es lo que ha contestado uno de los responsables del consistorio:
¿Cuántas solicitudes recibieron cuando publicaron la oferta?
Recibimos más de 7.000 solicitudes de todas partes de España, incluso de fuera. Llegaron a colapsar el correo del Ayuntamiento.
¿Cómo escogieron y por qué a la familia que se instaló finalmente?
De tantas solicitudes que obtuvimos, se tuvo que realizar una criba con algunas características que vimos que necesitábamos y que pensamos que se adaptarían mejor al pueblo. Una vez tuvimos un grupo de familias que cumplían las expectativas se les hizo una entrevista virtual para comprobar que fueran realmente ellos y se escogió a la familia que actualmente vive y trabaja en el pueblo.
Una de las razones que hizo que nos decidiéramos por esta familia era que tenían un niño en edad escolar, otro que empezaría al año siguiente y uno más en camino, eso nos daba más margen para mantener la escuela abierta.
¿Cómo ha salido todo? ¿Consiguieron salvar la escuela?
Al ser un proyecto novedoso, teníamos algo de miedo del resultado final, pero finalmente todo salió estupendamente y conseguimos salvar la escuela para una temporada larga.
¿Cómo se ha adaptado la familia al pueblo? ¿Hay buena relación entre los vecinos? ¿Participan en la vida social de la localidad?
Este era otro de los aspectos a los cuales teníamos algo de desconfianza. Al ser un pueblo pequeño, la gente está muy acostumbrada a ser los mismos de siempre y les cuesta abrirse, pero la verdad es que todo ha salido muy bien.
Se han adaptado bastante al pueblo y tienen muy buena relación con los vecinos. De igual manera, participan en todas las actividades que se realizan en el municipio como si hubieran vivido en el pueblo toda la vida.
¿Tienen algún tipo de compromiso en firme de quedarse en el pueblo o existe la posibilidad de que si les sale una oportunidad en una ciudad más grande se vayan?
Por lo que vemos a diario y según lo hablado con la familia, les gustaría quedarse en el pueblo, les gusta el mundo rural y no les gusta la idea de vivir en una ciudad más grande. Creen que las posibilidades y las experiencias que les ofrece un pueblo pequeño, no se las puede dar una ciudad. De momento están encantados con vivir aquí y para nada se arrepienten de estar.
¿Volverían a repetir esta acción? ¿Es realmente una solución para la despoblación? ¿Animan a otros pueblos a hacerlo?
Para nosotros ha sido la única solución para mantener el colegio abierto durante una temporada larga, ya que un pueblo sin colegio es un pueblo sin niños, y eso provoca que el pueblo esté destinado a extinguirse. Escuchar a niños por el pueblo correteando anima a las personas. Por lo tanto, sí que animamos a otros pueblos a realizar esta acción, ayudas al pueblo en más cosas que solo salvar el colegio, le das vida.
Carmen López