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La segunda etapa de la Ruta del Carrilet comenzó sin mariposas, pero con un buen desayuno en el centro de la Girona monumental. Teníamos por delante 40 km de ruta, pero decidimos pasar un poco más de tiempo recorriendo las callejas de la villa.
La promesa del Mediterráneo nos sacudió el cansancio del día anterior. Así es que seguimos en dirección sur el río Onya y salimos de Girona hacia Sant Feliu de Guíxols. La etapa, más exigente que la primera, es más árida, aunque con el encanto de los pueblos que salen al paso.
Tras la historia del antiguo ferrocarril
Durante toda la etapa aparecen referencias al antiguo tren de vía estrecha que unía Girona y Sant Feliu de Guíxols. La Ruta del Carrilet, ahora convertida en un atractivo para amantes del senderismo y de las BTT, también es usada por los lugareños como vías de comunicación, recuperando así su misión original.
«El recorrido está formado por una línea sinuosa matemáticamente trazada sobre el territorio», nos avisaron en la Oficina de Turismo. Efectivamente, el itinerario muestra un recorrido singular, repleto de curvas durante los primeros kilómetros y pequeñas subidas y bajadas.
Vemos a familias paseando, agricultores desplazándose y cicloturistas aprendiendo. El segundo tramo de la Ruta del Carrilet no revela la naturaleza del primero, pero sí las formas de vida de la población local. Cada poco, en cada pueblo, una caseta de la antigua estación recuerda la historia del lugar.
En Quart paramos a tomar un café y a conocer los famosos productos de artesanía cerámica. Seguimos camino hasta Llagostera, donde decidimos pasear brevemente por el barrio viejo. Y antes de que apriete el sol del mediodía, conseguimos llegar a Castillo d’Aro y su núcleo medieval.
Sin darnos apenas cuenta hemos cruzado de la comarca del Gironès a la del Baix Empordà y un letrero que anuncia que llegamos a la Costa Brava nos eleva los ánimos para dar las últimas pedaladas.
El mar, asignatura pendiente
Ya empieza a oler a mar, porque Sant Feliu de Guíxols está muy cerca. Comienzan a verse las típicas imágenes de la costa en verano: familias con colchonetas, terrazas con paellas, puestos de helados y extranjeros que acaban de llegar de una noche de fiesta, rojos como pimientos.
Lamentablemente nos decepciona el estado del mar al llegar al destino, en la playa de Sant Feliu de Guíxols. Sorprende que el mar no sea una prioridad, si no por conciencia naturalista al menos como recurso para el turismo. Descubrimos eso sí una calita, a pocos metros, donde aparece lo que esperábamos: quietud, transparencia y un baño mediterráneo reparador.
Datos prácticos
- Distancia: 47,9 km desde Girona hasta Sant Feliu de Guíxols.
- Dificultad: mínima.
Más información | Víes Verdes de Girona
Escapada Rural
La Ruta del Carrilet (II) http://t.co/5et2JNR6
Decidit, em compro una BTT 🙂 http://t.co/AKgjVMg3
Sabéis con qué autobuses, podemos regresar con las bicis para recoger el coche en Girona, ya que allí iniciaremos la ruta!!
Muchas Gracias!,
¡Buenas tardes, Montserrat!
Gracias por pasarte a comentar. No tenemos esa información porque tampoco tuvimos esa necesidad. A lo largo de la ruta sí pudimos comprobar que hay diversas empresas que ofrecen servicios relacionados con BTT. Lo que sí te puede ayudar es un servicio de taxis para bicicletas que escuchamos en la Oficina de Turismo de Olot.
En cualquier caso, te recomendamos que aclares la duda con los propios gestores de la Ruta del Carrilet. Aquí tienes el teléfono: 972 48 69 50
¡Un saludo!