La iglesia de Burgos que comparan con el Tesoro de Petra

¿Quién no ha soñado con visitar la legendaria “ciudad perdida” de Petra? Cruzar ese desfiladero angosto de un kilómetro con paredes que alcanzan los 200 metros y que acaba abriéndose frente al famoso Tesoro, ese impresionante edificio que fue excavado en la roca por los nabateos y que hoy es todo un símbolo de Jordania.

¿Sabes que puedes ver algo parecido –salvando las distancias, literales y metafóricas- en España, sin tener que coger el avión? Hoy nos acercamos al pequeño pueblo de Gumiel de Izán (Burgos), de apenas 550 habitantes. En su Plaza Mayor está la iglesia de Santa María, con unas curiosas similitudes respecto al Tesoro jordano que le han valido el apodo de “la Petra de la Ribera del Duero”.

¿En qué se parece la iglesia de Gumiel de Izán al Tesoro de Petra?

Empezamos con el acercamiento. Si para llegar a la preciosa edificación nabatea tenemos que pasar por un estrecho desfiladero que nos acaba mostrando de repente la belleza del valle, en Gumiel de Izán pasa algo parecido: antes de toparnos con la Plaza Mayor del pueblo y con su templo, habremos recorrido angostas callejuelas, como la calle Zapatería o la calle Las Llanas, hasta llegar al espacio abierto donde nos sorprende esta preciosa fachada.

El Tesoro de Petra de Jordania tiene una fachada con dos niveles: uno inferior, decorado con 6 columnas que aguantan un frontón y con relieves escultóricos a los lados, que guardan la entrada; en el superior, hay tres falsas glorietas (las laterales son cuadradas y la central, redonda) con 6 columnas frontales.

Con cierta similitud, en la localidad burgalesa de Gumiel de Izán podemos descubrir la iglesia de Santa María, de estilo gótico, pero con fachada y escalinatas barrocas. En este caso, su exterior presenta tres niveles: el primero, en lugar de 6 columnas -como su “hermano” jordano-, tiene 8; el segundo piso sí que tiene 6 columnas; y el tercero, 4. Ambas construcciones comparten un frontón partido en su nivel superior, así como relieves escultóricos.

La iglesia de Santa María se ha hecho ahora famosa gracias a las redes sociales por su semejanza con el Tesoro jordano, pero lo cierto es que ya estaba reconocida como Bien de Interés Cultural (BIC), además de ser Patrimonio Histórico de España. Si el edificio nabateo hunde sus raíces probablemente en el siglo I a.C., el templo burgalés se construyó entre los siglos XV y XVI sobre uno anterior.

Pero no nos quedemos en la fachada. El interior de la iglesia de Santa María bien merece la pena una vista: tiene tres naves, donde destaca el retablo del altar mayor, de estilo tardogótico y que data del siglo XVI; la puerta, esculpida por Bartolomé de Herrera y Pedro Díaz de Palacios, es uno de los elementos más singulares del monumento y sigue un estilo gótico clásico.

Otros planes para hacer en Gumiel de Izán y alrededores

Si no te puedes resistir a visitar “la Petra de la Ribera del Duero”, debes saber que hay mucho más que hacer en el pueblo de Gumiel de Izán y en la zona. Otras joyas arquitectónicas que hay que ver son los puentes de San Pedro y de San Antonio, que salvan el cruce del río Gromejón, y que son una huella del pasado romano que tuvo esta localidad. De hecho, por el pueblo pasaba la vía romana Clunia-Astúrica.

También vale la pena perderse, sin rumbo, por las callejuelas estrechas y empedradas de Gumiel de Izán. Y volver a encontrarte para acaba en el castillo y en la muralla, donde aún podemos cruzar por una de las cinco puertas de acceso que tenía la villa y en el que hoy todavía podemos leer una inscripción el año 1.786. Otro punto de interés son los pequeños templos de Santo Cristo de Reveche y de la Virgen del Río, que forman parte de la Ruta de las Ermitas.

Y si hay un plan que no puede faltar en una visita a Gumiel de Izán y a la comarca de la Ribera del Duero es, por supuesto, irse de bodegas. Los amantes de la enología tienen un auténtico paraíso en la Ruta del Vino Ribera del Duero, que precisamente tiene una de sus bodegas más famosas en este pueblo: Portia, con un peculiar diseño de 2010 firmado por Norman Foster y que une la tradición con la arquitectura vanguardista.

La “Petra de Andalucía”: un legado… del siglo XXI

Si te pilla lejos Jordania, pero también Ribera del Duero porque vives en el sur de la península, tienes otra curiosa opción para ver algo parecido al Tesoro y a la iglesia de Gumiel de Izán, aunque con algo menos de encanto: “La Petra de Andalucía”, que es algo así como el nombre comercial que se le ha dado al Coto de las Canteras, una antigua cantera de Osuna (Sevilla).

Lo cierto es que el espacio tiene su historia, ya que como canteras se construyeron hace 25 siglos, en época romana, y estuvieron en activo hasta la década de los 60 del siglo XX. Sin embargo, un empresario local decidió comprarlas para darle un uso turístico muy diferente: tallar la piedra para hacer algo parecido al Tesoro de Petra, algo que hizo el escultor Francisco Valdivia en 2004. Hoy es un espacio privado y cuyo acceso es de pago que cuenta con un gran sistema de cuevas y túneles que están decorados con esculturas que nos recuerdan al símbolo de Jordania.

Este no es un legado histórico y hay que decir que en ningún momento se engaña a nadie: a los visitantes se les explica su origen moderno. Pero, a fin de cuentas, ha sido creado por la mano del ser humano, como las otras joyas arquitectónicas que hemos visto; unos cuantos siglos antes o hace apenas un par de décadas. Lo de “La Petra de Andalucía” es como “la Petra de la Ribera del Duero”: un eslogan comercial, para atraer turistas y vender el patrimonio local. Dejamos para el lector la reflexión sobre si es apropiado fomentar el turismo de una forma tan artificial.