La Danza de la Muerte de Verges, una Semana Santa desconocida
Escrito por
29.03.2022
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Al son tétrico de un «tabal», tres niños y dos adultos vestidos de esqueletos bailan una danza como pocas en el mundo. Le sigue una compañía de cinco esqueletos más con antorchas. En Verges, una población en Girona de 1.210 habitantes, se organiza cada Jueves Santo la Danza de la Muerte.
La Danza de la Muerte de Verges es un hito mundial. Hay pocas culturas en el planeta con danzas de esta simbología. Cada instrumento que portan los esqueletos, cada salto que dan durante más de dos horas de procesión tienen un sentido pedagócico que se ha transmitido desde la Edad Media: «la vida es corta y la muerte nos llega a todos».
Algunos estudiosos creen que la Danza de la Muerte es la celebración más antigua de Cataluña, situándola en 1347. No obstante, la única certeza es que el texto que sigue la Pasión de Verges data del 1773, obra adaptada de textos anteriores por Fra Antoni de Sant Jeroni.
El tabal. Un tambor tétrico es el único sonido que rompe el silencio de la danza. Lleva el ritmo de la compañía de la muerte durante algo más de dos horas.
La guadaña. Herramienta esencial del campesino. Cuando el trigo estaba maduro se segaba. Cuando la vida está madura, la muerte también la siega. Lleva inscrito Nemini Parco, «Nadie escapa de la Parca».
La bandera y el reloj. Un estandarte con una calavera y dos mensajes: Nemini Parco y El Tiempo es breve, en catalán. Otro esqueleto lleva un reloj sin agujas: «la muerte llega a cualquier hora».
Cenizas. Dos niños-esqueleto lleva dos platitos con cenizas: Qui a pulvis est in pulveris reverteris: «polvo eres y en polvo te convertirás».
La muerte nos avisa de que no perdona a nadie (con la bandera), nos siega la vida (con la guadaña) y nos recuerda que a cualquier hora (reloj sin manecillas) nos convertiremos en ceniza (platillos).
El esqueleto que lleva la guadaña es el único que da una vuelta completa en sus saltos. Simboliza la igualdad: no perdona a nadie. Quien lleva el reloj va señalando durante la danza horas aleatorias. Los cinco bailarines siguen una formación en cruz.
El silencio es absoluto y por las callejas medievales se han dispuesto velas y antorchas, la única iluminación en medio de la noche.
La Danza de la Muerte se enmarca en el desarrollo de la procesión de Verges, que tiene dos partes. En la primera se representa en la plaza mayor la Pasión de Jesús. La segunda, después de la sentencia de Pilato, las calles son el escenario de camino a la iglesia: dentro, la Danza de la Muerte con su última reverencia a Dios, reconociendo su grandeza; fuera, la crucifixión.
El teatro y las representaciones fueron una herramienta útil para enseñar al vulgo los mensajes doctrinarios de la Iglesia, que los expresaba oficialmente en el templo y en latín. La población convivía con la muerte. Era algo habitual extraer mensajes y enseñanzas de la vida cotidiana, especialmente en lo que concierne al mensaje cristiano: la función pedagógica de la danza subrayaba la importancia de la gloria y la eternidad a través de la perennidad de la vida mortal. «La Iglesia utilizó el teatro como recurso evangelizador» para las clases populares.
Para los habitantes la Dança de la Mort de Verges es un orgullo, una reliquia conservada a pesar de los estragos del hambre durante tanta guerra.
Cómo ver la Danza de la Muerte en Verges
La procesión de Verges está declarada Fiesta Patrimonial de Interés Nacional. Para poder disfrutar de ella cerca del escenario, hará falta sacar entrada. Están a la venta en la página web oficial de la procesión y en el Centro de Visitantes de Verges desde el pasado 14 de marzo. También se pueden comprar, en el caso de que sobren entradas, el mismo Jueves Santo en la taquilla situada en la plaza Once de septiembre. La función, como cada año, comienza a las 22:00 horas.
Redacción ER