Se acercaba la cena de Navidad de EscapadaRural y en la oficina se iba abriendo boca recordando las celebraciones de otros años. Pero, dado que en esta ocasión habíamos elegido un restaurante griego, lo que nos interesaba a la mayoría era conocer los detalles del menú y si realmente en las celebraciones griegas es costumbre acabar rompiendo los platos.
Lo primero lo descubrimos antes de llegar al restaurante elegido, en un mail que nos adelantaba las especialidades que íbamos a probar esa noche. Lo segundo lo confirmamos con el baile que se organizó al acabar la cena. Lo cierto es que el momento en que el camarero empezó a romper los platos nos pilló a casi todos desprevenidos. Fue a la hora de salir cuando nos dimos cuenta de la dimensión que adquirió la puesta en escena de dicha tradición, al ver los pedazos esparcidos por el suelo.Y es que mientras se desarrollaba lo que fue la escena costumbrista de la noche algunos bailaban, otros conversaban y otro, casualmente, tenía que estar en el lavabo.
Tras la cena llegó el momento de tomar algo y charlar con los que no habían coincidido cerca en la mesa del restaurante. Una amplia mayoría pasó el ecuador de la noche para acabar bailando, como mandan las buenas tradiciones. Otros se retiraron un poco antes. Pero al final, el lunes siguiente todos hacíamos balance satisfechos: una vez más, en EscapadaRural empezábamos las fiestas navideñas con el mejor sabor de boca.
Escapada Rural