La casa rural donde aprender cine documental

La Florida del Valle ofrece alojamiento con cursos de guion, fotografía y cine documental impartidos por el director de cine sevillano Antonio Rodrigo

La Florida del Valle es un cortijo situado en pleno corazón de la Sierra Norte de Sevilla. Entre extensos campos que antiguamente sirvieron como ruta comercial a distintas civilizaciones. Sus propietarios Juan y Mercedes lo reformaron cuando estaba prácticamente en ruinas, aunque en él conservaron algunas de las reliquias que aún quedaban en pie de distintas épocas, como la muralla medieval, un portalón de origen árabe y una finca que es herencia de un jardín botánico.

“Durante la pandemia la casa estuvo cerrada. Mis padres son enfermeros y estuvieron volcados en ayudar a la gente del pueblo”, nos explica Javi, hijo de Juan y Mercedes. Arquitecto de profesión, Javi volvió al pueblo hace unos 10 años y, aunque cuenta con su propio estudio de arquitectura, actualmente es el encargado de La Florida del Valle. 

“La casa siempre ha funcionado muy bien, pues es muy grande -tiene capacidad para 25 personas- y no tenemos mucha competencia, aunque nos faltaba hacer comunidad alrededor de ella. Por eso, cuando mi compañera Carmen y yo nos pusimos al frente buscamos darle un giro ”, nos explica Javi. 

Así es como nace Encuentros en La Florida del Valle. Un programa formativo compuesto de varios talleres monográficos sobre cine y fotografía documental impartidos por el director de cine Antonio Rodrigo. 

“En la ciudad, los estudiantes se adaptan a un horario. Salen de clase y vuelven a su vida cotidiana. La idea de este proyecto es que, además de recibir la formación, los alumnos puedan disfrutar de la naturaleza, descansar y hacer actividades deportivas”, nos explica Antonio por teléfono.

El cineasta sevillano cuenta con más de 12 años de experiencia en cine documental. Su primer cortometraje El Sentir desde Afuera fue premiado internacionalmente y seleccionado como representación de España en la Bienal de Jóvenes Artistas del Mediterráneo celebrada en Skopje en 2008. Es el fundador de Nomadocs, una asociación cultural sin ánimo de lucro con la que ha hecho reportajes en Laos, la India, el Sáhara… Hasta la llegada de la pandemia, cuando el mundo se paró.

“Muchas de nuestras actividades en Nomadocs se empezaron a cancelar, así que valoré hacer las clases en un entorno local y rural, en un proceso de transformación”, nos explica. Actualmente, también da clases de cine en Sevilla capital. 

Cine rodeado de naturaleza

El proyecto Encuentros en La Florida del Valle está dirigido a todos aquellos que quieran introducirse o prosperar en el cine y la fotografía documental. “Cada uno de ellos es de una temática específica: guion, narrativa audiovisual, fotografía documental, etc. La idea es que en un fin de semana al estudiante le dé tiempo a aprender lo que se le propone”, nos explica Antonio. 

El primer curso se realizará en el puente de diciembre y será un intensivo de cine documental social. Según Javi, ya hay un calendario establecido con más cursos para el próximo 2022. La idea es ofrecer diferentes fechas e ir alternando la propuesta formativa para que todo el que quiera pueda apuntarse y repetir.

“Cara al futuro la idea también es incluir masterclass, que venga algún invitado profesional del cine, prensa o fotografía y que complemente el contenido que proponemos”, anuncia Antonio. 

A la pregunta de si creen que el entorno rural podría ser un hándicap a la hora de atraer estudiantes, el cineasta sevillano lo tiene muy claro: “Es verdad que es una propuesta innovadora, más europea, a la que la gente no está acostumbrada. Pero yo creo que es una ventaja hacerlo en el entorno rural, la gente ya viene concienciada de lo que va a hacer”. La naturaleza es un gran aliciente para relajarse y concentrarse. 

Con Nomadocs, Antonio aúna sus grandes pasiones: los documentales, la formación y los viajes. Su gran proyecto Across The Rivers le ha llevado a narrar historias de algunos de los ríos más emblemáticos del planeta como el Ganges o el Mekong, a donde hasta la llegada de la pandemia organizaba viajes para que el público pudiera conocer su realidad social. “No son viajes recreativos, sino educacionales”, dice. Esta vez, parece que le ha llegado el turno al turismo rural. 

Además de los talleres, Nomadocs también ofrece apoyo a los alumnos. Según Antonio, “Si el alumno tiene un proyecto interesante y coincide con los valores de la asociación, le apoyamos y damos seguimiento. De ahí nace Teselas, el poder transformador del viaje, un documental de Teresa Carranza que tiene un premio de Innovación Social Magallanes- Elcano”, concluye.

Alojarse en un cortijo con historia y vistas a las estrellas

La Florida del Valle está ubicado en el pueblo de Guadalcanal, entre las sierras del Agua y del Viento. El complejo cuenta con 4.500 metros cuadrados de jardines que son herencia de un antiguo jardín botánico, donde hay una piscina cubierta que se puede utilizar todo el año. En total, el recinto dispone de tres casas llenas de historia: la señorial, el granero y la antigua casa del guarda. “Aunque los vestigios más grandes son del siglo XII, tiene origen íbero. La última remodelación que se hizo antes de entrar nosotros es del siglo XIX, la hizo un antiguo ministro del Gobierno de España, que la convirtió en una mansión”, dice Javi. 

Gracias a su tamaño y servicios, la casa es perfecta para alojar a los alumnos. “Tenemos un espacio que es imposible de conseguir en el medio urbano: hay salones para trabajar, para hacer las convivencias, comer, las habitaciones son amplias y a 500 metros están la mina de La Herrería, que utilizamos como localización para las clases de fotografía”, explica orgulloso.  

El curso incluye tanto el alojamiento como las dietas, además de algunas de las actividades y la posibilidad de descubrir atractivos turísticos como la ermita de la Virgen del Ara, conocida como la capilla sixtina extremeña; la mina de La Jayona, declarada Monumento Nacional Natural; o la antigua ciudad romana de Regina, entre otros. 

Hasta ahora, la casa ya ofrecía cursos de yoga y talleres de observación de estrellas, ya que se encuentra en terreno Starlight, una distinción para los destinos con cielos de calidad desde donde poder contemplar las estrellas. Estos talleres también se incluyen como complemento en los cursos de cine, para disfrutar al máximo del entorno. Hay que aprovechar los recursos naturales que la Sierra Norte de Sevilla ofrece, que son muchos.