A pesar de que el número de alojamientos se ha triplicado de 2001 a 2012, el sector del turismo rural también se ha visto afectado por la crisis, registrando un descenso progresivo en las pernoctaciones y en la recepción de viajeros. Pero, ¿cuáles son desde el punto de vista del propietario los principales problemas que afectan al sector?
La ilegalidad como una de las principales problemáticas en turismo rural:
Gráfico 1. Principales problemas del sector según los propietarios
El Observatorio del Turismo Rural ha analizado en profundidad cuáles son las principales preocupaciones de los propietarios de alojamientos rurales. Los resultados ponen de manifiesto que la gran mayoría de los encuestados considera el exceso de oferta (48,9%) y la ilegalidad (48,8%) como sus grandes problemas. Estas dos cuestiones prácticamente obtienen el mismo índice de resultados y es evidente que su resolución es crítica para el sector.
La oferta actual de alojamientos asciende a 15.024 alojamientos (datos INE marzo 2013), mientras que la tasa interanual en el número de viajeros descendió el año pasado en un 4,42% (datos INE 2012) entre viajeros nacionales, que constituyen la principal clientela del sector. En paralelo existe una sitúación que afecta directamente a esta cuestión: la proliferación de alojamientos que no ejercen su actividad dentro del ámbito turístico y que los propietarios y Asociaciones consideran competencia desleal.
La actual propuesta de reforma en la ley que regula los alojamientos que se alquilaban amparados bajo la LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos) deja en manos de las comunidades autónomas la potestad para corregir esta situación, haciendo que las viviendas particulares de uso vacacional no generen una economía sumergida que perjudica tanto al sector hotelero como al del turismo rural.
En el orden de prioridades a resolver en turismo rural el propietario señala también, pero a cierta distancia, la falta de promoción (39,3%), la estacionalidad (36,8%) y la falta de profesionalidad (28,1%). Respecto a la primera cuestión, las esperanzas podrían centrarse en el Plan de Promoción del Turismo Rural que ha puesto en marcha el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y del que también forma parte la homogeneización de categorías bajo el símbolo único de las estrellas verdes. Dicho plan presenta a Alemania y Francia como los dos mercados objetivo, seguidos de Portugal y potenciando también el Reino Unido.
Por otro lado, siendo la estacionalidad un mal endémico del turismo en general, el turismo rural lo sufre de manera más acusada. El turismo rural acostumbra a consumirse en breves periodos de tiempo: la media de estancia es de 2,69 días, según datos del INE correspondientes al mes de marzo 2013. Sin embargo, gracias a la crisis ha sido un tipo de turismo que también ha constituido una gran alternativa a otro tipo de vacaciones. La riqueza de su oferta, sin renunciar a la calidad y con precios más asequibles, sitúa las escapadas rurales como una opción atractiva en periodos estivales. Así lo demuestran el 33,3% de los 10.000 viajeros encuestados en el Observatorio del Turismo Rural que declaran escogerlo para sus vacaciones de verano. De todas formas, el turismo rural se practica mayoritariamente en fines de semana (65,9%) y puentes (58,6%), pero los resultados de ocupación presentados por EscapadaRural.com en las últimas fechas clave muestran cómo conseguir reservas para más de dos días, se ha convertido en el gran reto de los últimos tiempos. Por último, es preciso señalar que donde la ocupación resulta prácticamente nula es de lunes a viernes dado que, por ejemplo, no cuenta con clientes provenientes del turismo de negocios.
Respecto a la cuestión de la falta de profesionalidad se trata de un problema cuya consecuencia será una autorregulación del mercado. En tiempos de crisis sólo los propietarios que se conviertan en empresarios podrán hacer sobrevivir su alojamiento, ya que son los que podrán dedicarse a gestionarlo de una manera más productiva y eficiente. Actualmente, y según datos del Observatorio del Turismo Rural, sólo un 69,6% de los propietarios indica dedicarse por completo a su negocio de turismo rural, sin combinarlo con otra actividad profesional, y este es un dato que refleja dicha situación. La competitividad de los alojamientos a cargo de los que pertenecen a este grupo es superior a los que no disponen de tiempo para, por ejemplo, familiarizarse con las herramientas de promoción online fundamentales hoy en día.
La diversidad de normativa reguladora (19,4%) ocupa los últimos puestos en cuanto a las preocupaciones del propietario, aunque de hecho es un tema que, como hemos comentado, también se aborda el Plan Nacional de Turismo Rural. Cierran la lista de problemáticas del sector el aumento de competencia (19,4%) y las anulaciones de reservas (2,9%)
Sensibilidad de las diferentes CC.AA al problema de la ilegalidad:
Gráfico 2. Mapa de Sensibilización ilegalidad
Como citábamos anteriormente, el nuevo proyecto de ley para el alquiler vacacional también afecta al turismo rural, donde la comercialización de esta oferta al margen de la normativa turística afecta a los precios de mercado y repercute negativamente en los niveles de ocupación. En el futuro este tipo de oferta ya no se regiría por la ley estatal y serán las comunidades autónomas quienes establecerán sus propias legislaciones en esta materia. La consecuencia más inmediata, como ya sucede en turismo rural, es que habrá 17 normas diferentes para una misma actividad. Hasta el momento, la legislación permite los alquileres de verano en cualquier caso, ya que o bien se rigen por una regulación autonómica (como es el caso de Cataluña o Comunidad Valenciana) o se amparan directamente en la LAU y el Código Civil, que contemplan los alquileres de verano como una modalidad de «arrendamientos por temporada”. En consecuencia nos preguntamos, ¿qué impacto tendrán estas medidas sobre el turismo rural?
Aún no tenemos la respuesta pero, ante esta situación, hemos creído oportuno hacer un zoom por comunidad autónoma para observar el nivel de sensibilidad de los propietarios respecto a la cuestión de la ilegalidad. Así, Cantabria (56,7%), la Comunidad de Madrid (52,3%) y Castilla y León (51,9%) serían las que indican estar más preocupadas. Hay que tener en cuenta que los madrileños son uno de los principales consumidores de turismo rural y Castilla y León es líder en oferta y demanda del sector por lo que entendemos que las medidas autonómicas no tardarán en aplicarse en estos destinos. Entre las comunidades que señalan esta problemática en un menor porcentaje se encuentran La Rioja (39%) y Extremadura (36,6%)
Escapada Rural