La provincia más sureña de Euskadi, Álava, es un destino excepcional para una escapada de tres días en otoño. Nos ofrece un interesante patrimonio cultural y arquitectónico, bonitas villas medievales, una rica gastronomía y unos paisajes de naturaleza que, en este momento del año, lucen con una variada paleta de colores anaranjados, ocres y marrones. ¡Todo un espectáculo para los sentidos!

Aunque no conoceréis Álava en tres días, os invitamos a conocer sus enclaves más especiales con esta guía para una pequeña escapada en otoño. Os dejamos una buena variedad de planes, visitas, actividades y experiencias que podréis adaptar a vuestro gusto.

Día 1: Vitoria-Gasteiz y el mítico Gorbeia

Vitoria-Gasteiz, Álava
Plaza de la Virgen Blanca de Vitoria-Gasteiz. Por: Turismo de Álava

La capital de Álava, Vitoria-Gasteiz, es una parada que no puede faltar en vuestra visita otoñal a la provincia. Es una ciudad de 250.000 habitantes en la que destaca un casco medieval muy bien conservado. Arrancamos la ruta en la emblemática plaza de la Virgen Blanca, un punto de reunión de los locales y unión entre la ‘Almendra Medieval’ y el moderno Ensanche. Aquí es donde baja el conocido Celedón que marca el inicio de las fiestas de agosto, a quien podréis saludar en una estatua frente al pórtico de San Miguel, un templo gótico-renacentista del siglo XIV.

Seguid el paseo subiendo unos metros para llegar a la plaza del Machete, donde juraban antiguamente sus cargos los representantes de la ciudad. Tras superar más escaleras, estaréis en la calle Fray Zacarías Martínez, donde vale la pena pararse a admirar algunos de los palacios renacentistas más importantes de Vitoria-Gasteiz, como el Palacio de Montehermoso, del siglo XVI, que albergó la pasión entre la Marquesa de Montehermoso y José Bonaparte.

Acabaréis en la Catedral Santa María, un templo gótico del siglo XIII que es recomendable conocer bien y sin prisas. En él se ofrecen visitas que van desde el subsuelo de la cripta hasta lo alto de la torre, con unas panorámicas impresionantes de la ciudad y sus alrededores. Esta es la construcción en la que se inspiró Ken Follet para escribir la segunda parte de Los Pilares de la Tierra.

Para tomar algo, no os perdáis el animado ambiente de pintxos y ‘poteo’ de la calle Cuchillería. A la hora de comer, no os costará acertar en los muchos restaurantes que hay repartidos por la ‘Almendra Medieval’ de Vitoria-Gasteiz.

Almendra Medieval de Vitoria-Gasteiz‘Almendra Medieval’ de Vitoria-Gasteiz. Por: Turismo de Álava

Por la tarde, os recomendamos hacer la digestión con un paseo tranquilo por el Anillo Verde, un recorrido que conecta varios parques de la ciudad a través de 31 kilómetros. ¡No tenéis que hacerlos todos! Hay muchos itinerarios verdes que os acercan al bosque de quejigos de Armentia, a las balsas de Salburua para avistar aves y ciervos, al Jardín Botánico de Olárizu o al Centro de Interpretación Ataria, con exposiciones y actividades guiadas durante todo el otoño.

Los que quieran algo con un poco más de intensidad, pueden coger el coche y acercarse hasta el mítico Parque Natural de Gorbeia, a unos 20 minutos de la capital. Entre las muchas rutas que se pueden hacer (incluso subir a la cima, aunque esto es más recomendable por la mañana y hay que tener buena forma física), recomendamos la sencilla ruta de 6 kilómetros que sale de la Casa del Parque, en Sarria, hasta las cascadas del río Baias pasando por hayedos que lucen espectaculares en otoño.

Si os dirigís hacia el norte, podéis adentraros en las tradiciones rurales vascas más genuinas de la zona haciendo de pastor por un día en la Quesería Atxeta de Aramaio, con ovejas ‘latxas’ con las que se hace el queso Idiazabal. En el mismo municipio, podéis descubrir los secretos de la miel y del oficio del apicultor en Aldezko Eztia; o conocer la vida en un ‘baserri’ típico vasco, paseando entre vacas pirenaicas, cabras autóctonas ‘azpigorri’ y arándanos que podréis recolectar vosotros mismos en Atxineta Baserria.

Día 2: De iglesias pintadas al Laberinto de Arno

Laberinto de Arno, ÁlavaLaberinto de Arno. Por: Turismo de Álava

Para la segunda jornada os proponemos conocer dos peculiares joyas arquitectónicas a media hora en coche de Vitoria-Gasteiz: la iglesia de San Martín de Tours, en Gazeo, única en el País Vasco por sus policromías; y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Alaitza, con paredes en las que podréis descubrir algunas de las pinturas más enigmáticas y sorprendentes del Medievo, hechas a base de siluetas de almagre y cuyo significado todavía no se ha averiguado.

La mejor forma de descubrir todos los entresijos de estos templos es asistiendo a las visitas guiadas que organiza la Oficina de Turismo de Llanada Alavesa todos los sábados y los domingos del año. Información y reservas: 945 30 29 31 o 2turismo@arabakolautada.eus.

Encontrar un buen lugar para comer en la zona no es complicado. En poblaciones próximas como Salvatierra/Agurain o Araia, con buenos asados, pescados y pintxos. Y si buscáis algo realmente auténtico, no dejéis de visitar una de las queserías con Denominación de Origen Idiazabal, que venden productos elaborados con la leche de la oveja autóctona vasca, la ‘latxa’. ¡Algunas ofrecen hasta la posibilidad de ser pastor por un día!

Por la tarde, ¿qué os parece adentraros en un paisaje que parece sacado de un cuento, entre frondosos bosques y piedras enormes con formas caprichosas y recubiertas de musgo? Todo esto y más lo encontraréis en el conocido Laberinto de Arno: es una ruta que comienza en el aparcamiento de la Fuente de los Alemanes, cerca del puerto de Opakua. Es sencilla, de 6 kilómetros y sin apenas desnivel, y permite explorar un pequeño laberinto de rocas calizas repletas de recovecos. Destaca el sorprendente Arco de Zalamportillo.

En el camino de subida a Opakua os espera una sorpresa junto al pueblo de Arrizala: el dolmen de Sorginetxe (en castellano, Casa de las Brujas). Data del Neolítico y, aunque está envuelto de leyendas que cuentan historias como que fue obra de las brujas, las investigaciones arqueológicas revelan que es el enclave donde los pastores enterraban a sus muertos.

Día 3: Villas medievales en Rioja Alavesa

Rioja AlavesaRioja Alavesa. Por: Turismo de Álava

Otra parada obligatoria en Álava en otoño es esta comarca que está al sur de la provincia y que es conocida por sus paisajes de viñedos y por sus bodegas. Son muchos los planes experienciales que podéis hacer: desde una visita guiada por la arquitectura del vino, con obras de arquitectos como Frank Ghery, con el edificio de Marqués de Riscal, o de Santiago Calatrava, en Bodegas Ysios; conocer el trujal Erroiz de Lanciego/Lantziego, contemplar su olivar centenario, hacer cata de aceites y degustar pintxos maridados con vinos locales.

Podéis asomaros a El Mirador de Luis y pasear por un viñedo viejo, saboreando un bucólico tentempié campero con cata comentada y tapas elaboradas en Eltziego; o acercaros a las Bodegas Javier San Pedro Ortega, con visitas al viñedo y a la bodega, culminando con una cata de vinos y aperitivos de la mano de una estrella Michelin y dos Soles Repsol (Iñaki Murua y Carolina Sánchez).

El buen comer y el buen beber de esta zona debe complementarse con una visita a sus villas medievales más especiales en un entorno muy rural. Uno de sus máximos exponentes es Laguardia, que conserva una fortificación con torreones y cinco puertas de acceso, así como un curioso subsuelo repleto de bodegas y cuevas familiares en las que hasta hace muy poco todavía se elaboraba y conservaba el vino.

Labraza, ÁlavaLabraza. Por: Turismo de Álava

Sus monumentos más importantes son las iglesias medievales de San Juan y Santa María de los Reyes, esta última con un precioso pórtico gótico policromado. Si buscas algo diferente, en esta villa medieval con tanto encanto puedes disfrutar de una experiencia para todos los sentidos: circuito hidrotermal y comida o cena en Wine Oil Spa Villa de Laguardia.

Otro destino que no puede faltar es Labraza, la población fortificada más pequeña del País Vasco, con una espectacular muralla, torreones, almenas, alcázar y saeteras. Si accedéis por el centro de la muralla sur, a través del Portal Principal o Puerta de La Concepción, sentiréis que estaréis viajando al Medievo. Las leyendas acompañan a este villa, hasta el punto que una cuenta que de la Fuente del Moro partía un pasadizo secreto hasta el interior de la población para evitar desabastecimientos durante asedios.

Por último, acabamos con una visita a Salinillas de Buradón, otra villa con muralla defensiva y dos puertas originales con la sierra del Toloño como telón de fondo. Pasea con calma por su entramado urbano medieval en el que destaca la parroquia de la Inmaculada del siglo XVI, con un retablo barroco y dos sepulcros del siglo XVII que están considerados obra maestra del plateresco alavés. También es interesante acercarse al antiguo hospital de peregrinos del siglo XV y al Palacio de los Condes de Oñate del siglo XVII.

Álava en imágenes

Raquel Andrés

Comentarios

  1. assumpta 22 de octubre de 2024 a las 05:51 - Responder

    Buenos dias
    Me podias enviar el preciode esta visita

  2. María José Morro González 10 de noviembre de 2024 a las 10:23 - Responder

    Hola Assumpta, para visitar alguna Bodega? Recomendación por favor. Y Dónde poder ver una bonita puesta de sol? Muchísimas gracias por tu labor!! 😊

    • Caroline Dalprá 11 de noviembre de 2024 a las 09:52 - Responder

      Gracias por tu comentario, María José 🙂 Recomendamos acercarte a las Bodegas Javier San Pedro Ortega y disfrutar de una visita a sus viñedos y a la bodega. Además, podrás saborear una cata de vinos y aperitivos 😉

  3. Josefine Schulz 10 de noviembre de 2024 a las 12:32 - Responder

    Da könnte man auch gut eine Woche verbringen, sehr schöne Tips.