Es Campament: la colonia penitenciaria con 1.400 presos situada en el paraíso

En la Savina y a escasos pies de una de las carreteras principales que atraviesan la isla de Formentera, la llamada PM-820, encontramos los restos de lo que es conocido como Es Campament. Hablamos de una colonia penitenciaria que entre los años 1940 y 1942 fue hogar de lo que sería el equivalente a un tercio de la población de la isla. Puede ser que no nos resulte familiar aunque seguramente hayamos pasado más de una vez por delante. Se encuentra en la carretera que une el puerto de la Savina con Sant Francesc Xavier y el faro de La Mola.

Este espacio ha sido declarado Bien de Interés Cultural por el Consell Insular de Formentera y a día de hoy tan solo quedan algunos muros y una placa. En ella se puede leer un poema de Joan Coromines titulado “El Cementerio de los Vivos”. Forma parte de la historia de Formentera y es un lugar que ha quedado grabado en la memoria de todos sus habitantes.

Contexto histórico y construcción de la prisión

Para poder conocer un poco más de Es Campament, también llamado Sa Colònia o Es Camp de Presos, hemos de retroceder al año 1939. Fue mandada construir por el régimen franquista, dependía de la Prisión Provincial de Palma de Mallorca y fue levantada por los propios presos (muros, barracones, instalaciones, etc).

Se dice que en ella llegaron a estar un total de 1.400 prisioneros republicanos y la razón para que se construyese esta estructura en la isla seguramente fuera el aislamiento de la misma. Por otro lado, tal y como explica Antoni Ferrer, Doctor en Historia por la Universitat Autònoma de Barcelona, se creó también para descongestionar la prisión de Can Mir y la Prisión Provincial de Palma de Mallorca.

Formentera siempre ha estado algo más aislada, pero en aquella época aún lo estuvo más, hasta que comenzó el boom turístico hacia la década de los años sesenta-setenta. La colonia no solamente tenía presos de la isla, también contaba con presos del resto de la península (Murcia, Barcelona, Valencia, Madrid, Badajoz, etc). Se dice que era una de las colonias más duras y que lo formaban alrededor de 20 barracones de madera, de dos pisos y todos siguiendo el mismo patrón: literas y un pasillo en medio. Tenía alambrada pero también se puede decir que tenía una alambrada natural, el mar.

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Como dato curioso, no es hasta hace relativamente poco que se vió por primera vez una fotografía vertical detallada de cómo era la colonia (distribución de barracones, etc). Tal y como comenta el profesor de la Universitat de les Illes Balears (UIB) Celso García en la entrevista para el Diario de Ibiza: “La foto inédita fue tomada por un vuelo de la Real Fuerza Aérea Británica Royal Air Force (RAF) que salió de Gibraltar en noviembre de 1942”. Después de buscar esta fotografía en el Archivo Nacional de los Estados Unidos: “Estaba ante la primera fotografía vertical del campo de concentración de la Savina, y nadie la había visto”.

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En la fotografía, gracias a las sombras y la calidad, también se pueden llegar a observar los presos en el patio. Era una prisión de hombres y tal y como establecen varios estudios, en ella llegaron a morir 58 personas que fueron enterradas en el cementerio nuevo de Sant Francesc. Este año han comenzado las tareas de exhumación para poder recuperar los cuerpos que fueron enterrados en fosas, identificarlos, devolverlos a sus familiares y recuperar así su memoria.

Cierre, rehabilitación y memoria

La colonia estuvo activa hasta noviembre de 1942 y fue desmantelada por órdenes que llegaron desde Madrid. Se cree que se cerró por miedo a que los aliados entraran y utilizaran Formentera para sus operaciones. Esta preocupación venía presidida por el desembarco en Túnez el 8 de noviembre de 1942 (Operación Torch).

Al cerrar Es Campament, los reclusos fueron enviados a otras ciudades y la estructura poco a poco comenzó a estar en desuso/estado de abandono hasta el día de hoy. Antoni Ferrer explica también que: “No es tan fácil restaurar la colonia porque hay partes que están en terreno rústico o no urbanizable y otras en terreno urbanizable. Hay porciones de terreno que están en parque natural, tocado por costa e incluso alguna carretera. Todo ello hace que administrativamente sea más complicado arreglarlo e irlo restaurando”.

“También hay partes que quedaron enterradas y lo que queda de todo esto está muy arrasado porque el campo se cerró en el año 42 y hasta el año 53 funcionó como cuartel. En el 53 se abandonó y se desmanteló del todo”, explica el arqueólogo Felipe Mejias en una entrevista a Diario de Ibiza.

Nadie quiere que Es Campament caiga en el olvido y prueba de ello es que ya se han comenzado con los estudios para redactar un plan de recuperación. El objetivo es poder recuperar lo máximo posible y convertirlo en un centro de interpretación con un alto valor didáctico. “Contar con un yacimiento arqueológico de la Guerra Civil en la pitiusa menor será muy interesante, porque no hay muchos”, explica Felipe. De hecho, con tan solo los recientes estudios arqueológicos y barridos del territorio realizados los últimos días ya se han encontrado botones, restos de alambrada o un peine de cargador de fusil Mauser.

El poema de Joan Coromines

Resulta chocante el contraste que hay entre la Formentera de hace 80 años y la actual. Precisamente, el poema que salvaguarda los muros de lo que fue la colonia habla de esto. Del paso del tiempo, del cambio y cómo un lugar que ahora tiene paz antes tenía guerra, hambre y caos. El poema narra el contraste entre la actualidad y el pasado, recordando también posibles sentimientos.

Cementiri dels vius, ara tot runes

abocat a l’estany, amb goig de peix

encara tot és fam, encara es sent

l’udol dels moribunds i el pes del sol.

Tot és suau avui, les xalanetes,

les gavines, el blau, verd de la mar,

l’arena i el corall, i les savines

que assenyalen el nord del nostres vents.

Allò que fou ja fou. Resten les cendres,

damunt les quals farem el món de tots.

Cementiri dels vius, record per sempre

abocat a l’estany, la mar i als cors.

Joan Coromines I Puig.