Festival Internacional de Música de Marvão
Escrito por
21.03.2018
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Cuentan que un director de orquesta alemán recorría el Alentejo en su bicicleta cuando dio con el pequeño pueblo medieval de Marvão. Se enamoró de esas tierras hasta el punto de construir allí su propia casa. Un día, al cabo de un tiempo, contemplando el paisaje de las dehesas de encinas desde la ventana de su hogar, pensó que lo único que faltaba para que aquello fuera perfecto era música en directo.
El director de orquesta en cuestión era Christoph Poppen, responsable junto a su esposa del Festival Internacional de Música de Marvão, que se celebra del 20 al 29 de julio de 2018 y cuya primera edición se celebró un fin de semana del verano de 2014. Aquel antojo melómano se convirtió al poco en un reconocido festival de música clásica. Y es así como hoy en día, en Marvão se viaja tanto con el oído como con la vista.
Marvão, el pueblo de Alentejo que se escucha y se ve
Sobre la atalaya natural de una cresta de cuarzo se yergue el Castillo de Marvão. Su visión confirma el sobrenombre de la villa: “El nido de águilas”. El castillo domina la antigua frontera que cruzó la diáspora sefardí al huir de los Reyes Católicos. El pueblo de Marvão se encuentra entre Castelo de Vide y Portalegre, dos enclaves importantes de Alentejo, a muy pocos kilómetros de España. Muy cerca, en Portagem, se conserva el antiguo puente por el que aquellos judíos se vieron forzados a cruzar a Portugal.
El castillo es el escenario principal del Festival Internacional de Música de Marvão. Fue un punto militar clave en el control de la región contra Castilla. Hoy tiene una función más amable y estética: desde lo más alto de la antigua muralla del castillo tenemos una bella panorámica del pueblo medieval de Marvão, con sus fachadas encaladas y el color de la teja. Se adivinan las calles estrechas y adoquinadas, el cuchicheo de las vecinas, los portales, los dinteles en granito de las puertas, las tiendas de artesanía típica de Alentejo, conocida por sus bellos trabajos en madera de castaño.
Hay que subir por Rua do Espírito Santo, cruzar los arcos ojivales, los balcones de forja, la casa del Gobernador, la bella Iglesia del Espírito Santo, la Fonte Do Concelho, saludar a los lugareños que se cruzan a nuestro paso. Y llegar hasta el castillo medieval.
Festival Internacional de Música de Marvão
A mediados de julio (del 20 al 29 de julio de 2018), cuando los cielos son azules y las noches templadas, el rumor del pasar partituras, las sonatas, pianos, guitarras barrocas, violoncelos, un Mozart por aquí o un trío de Schubert por allá, van llenando de magia Marvão.
Cuando llega el crepúsculo y el sol se va por el horizonte lejano de las dehesas, las luces iluminan el escenario principal del festival. Entre las antiguas murallas del castillo, el público ocupa sus espacios, el director hace su señal a la orquesta, y el espectáculo comienza. El Festival Internacional de Música Clásica de Marvão ocupa otros espacios históricos de la villa medieval como el Convento de Nossa Sra. da Estrela o la Igreja de São Tiago.
El objetivo del festival –el fomento de la amistad y la cooperación entre pueblos– recoge, en cierta forma, la larga historia de Marvão y el Alentejo como lugar de encuentro de culturas y religiones.
El Festival Internacional de Música Clásica de Marvão es una de las citas culturales más importantes del Alentejo. Aunque el Alentejo es una de las áreas más despobladas de Portugal, sabe cuidar de la cultura y de las tradiciones. En ese sentido, además del festival de música clásica, en Marvão se celebra “El Festival Islámico Al Mossassa”, que conmemora en octubre la fundación de la villa por parte de los árabes, y a principios de agosto, “La Boda Regia”, celebración compartida con la vecina Valencia de Alcántara, en la que se recrea la boda de la Infanta Isabel (hija de los Reyes Católicos) con el Rey de Portugal, D. Manuel I.
Gastronomía con vistas
Ya hemos disfrutado del sentido de la vista y del oído. Ahora toca el sabor. Para ello, acudamos al restaurante panorámico de la Pousada de Marvão, integrado en el caserío antiguo de la muralla de la villa medieval. Es, precisamente, esta privilegiada ubicación la que nos permitirá disfrutar de la gastronomía del Alentejo, con las bellas vistas de la meseta alentejana o de la extremeña y la sierra da Estrela.
La carta nos brindará la oportunidad de disfrutar de lo sabores alentejanos en los platos de pescado, como el bacalao y la lubina a la parrilla con migas de tomate, o del cerdo al estilo alentejano, el pisto de cabrito y la perdiz estofada con puré de tomate y pan. ¿No es para que se nos abra el apetito?
Pistas alrededor de Marvão
Castillos de Alentejo
En el viaje por esta comarca de Portugal, encontraremos multitud de castillos y otras construcciones defensivas como fuertes, atalayas y villas fortificadas, salpicando todo el paisaje. Son ruinas que se conservan como testimonio de otras épocas menos tranquilas que las actuales. En el norte Alentejano, muy cerca de Marvão, podremos visitar los castillos y pequeños burgos medievales como Castelo de Vide, lugar escogido como refugio por los judíos cuando los Reyes Católicos ordenaron su expulsión, o también, por mencionar algunos, los de Amieira do Tejo, Nisa, Belver, o Portalegre.
La ciudad romana de Ammaia
Los arqueólogos sacaron a la luz en 1995 varias zonas del área urbana que ocupó en su día la ciudad romana de Ammaia, en el concejo de Marvão. Visitarlas es encontrarse con uno de los vestigios de ocupación más antiguos de estas tierras, allá en el siglo I a.C., en la época de Augusto.
En la Quinta do Deão hay un museo sobre el yacimiento arqueológico de esta importante ciudad romana de la que ya habló Plinio en su Naturalis historia, donde destacó la riqueza en grandes cristales de roca muy apreciados en la época y que, precisamente, dotaron a la antigua Ammaia de un gran esplendor.
Parque Natural de la Sierra de S. Mamede
Ya que la ciudad de Ammaia se ubica en pleno Parque Natural de la Sierra de S. Mamede, bien haremos en aprovechar para visitar este paraje natural donde encontraremos un Alentejo inesperado, más vertical que llano y más verde y frondoso que seco. Y es que la Sierra actúa como una barrera para la condensación, lo cual origina un microclima especial con niveles de precipitación y humedad muy superiores a las zonas adyacentes.
Que no nos dé pereza subir hasta su cumbre más alta. A 1.025 metros de altura sobre el Tajo, disfrutaremos de uno de los miradores más fantásticos para contemplar el Alentejo.
Mas información www.visitportugal.com/es
Escapada Rural