El Exipto español que tiene hasta una pirámide
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23.01.2023
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Se suele decir que en España está una de las únicas tres pirámides que se han construido en Europa. Se trata de la Pirámide de Mussolini, un mausoleo situado en el límite entre Cantabria y Burgos que data de 1939. La escultura de hormigón sirvió de cementerio para los 380 legionarios italianos del Corpo di Truppe Volontarie (Cuerpo de Tropas Voluntarias) que murieron en la batalla de Santander en 1936; hasta que en 1975 fueron exhumados por el gobierno italiano.
Aunque no se parezcan ni arquitectónica ni históricamente, resulta que a unos cientos de kilómetros, también en el norte de España, hay otra pirámide. Y, para más inri, se encuentra en Exipto, una pequeña localidad de la parroquia de Abanqueiro que pertenece al municipio de Boiro, en A Coruña. Es decir, que un pequeñísimo puntito del mapa de la península ibérica tiene el nombre de un país enorme y alberga una reproducción a pequeña escala de esas magníficas construcciones que atraen a personas de todo el mundo.
Por suerte –sobre todo para sus habitantes– la historia del Exipto gallego y su pirámide no tiene nada que ver con el fascismo de la de Mussolini. Y el nombre tiene más que ver con la religión católica que con la historia egipcia: en la localidad está la capela da Virxe de Exipto (la capilla de la virgen de Egipto, en castellano) y en su interior guarda una representación de la Sagrada Familia huyendo a Egipto, según cuenta el Antiguo Testamento.
Se encuentra en un lugar inclinado lleno de árboles y cerca de la iglesia de San Cristovo, a la que se podía llegar siguiendo un viacrucis del que aún queda alguna cruz y parte del calvario que está detrás de la ermita.
Como la denominación del lugar llamaba tanto la atención y atraía a visitantes, se decidió erigir una pirámide de tres metros de altura en el centro de la aldea en homenaje a la cultura del país que le da nombre de manera involuntaria. Así, si en las redes sociales se hace una búsqueda por el hashtag #exipto se encuentra una buena cantidad de fotos de dicha réplica y, por supuesto, personas (o animales) posando ante ella.
Además de por su ermita y su piramides, Exipto despierta el interés de las personas el primer fin de semana de agosto, cuando celebra su romería de verano. Como en todas las fiestas populares de este tipo, la gente se reúne para disfrutar de la gastronomía, el folclore, la verbena y la veneración de la virgen en su propia ermita.
Como explican desde el Ayuntamiento de Boiro al respecto de esta celebración: “El día grande de las fiestas, el domingo, tiene lugar una romería campestre en el bosque que rodea la ermita. Allí se juntan familias enteras para pasar una larga jornada de verano al aire libre y disfrutar de una amplia gama de actividades culturales y de ocio programadas para la ocasión”. Quién no querría ir.
La costa junto a Exipto que nos mostró Fariña
Exipto –el gallego, por supuesto– se encuentra en Abanqueiro, en el municipio de Boiro, que a su vez pertenece a la comarca de A Barbanza. Como curiosidad, hay que comentar que las escenas en las que los contrabandistas hacían los desembarcos de mercancías en la serie Fariña se grabaron en sus costas. Con el éxito que tuvo dicha producción audiovisual, muchos serán capaces de recordar dichas localizaciones perfectamente.
La zona presenta muchos lugares de interés general: tanto para los aficionados a la naturaleza, como a la historia o, cómo no, la gastronomía (es imposible no disfrutar de ella en Galicia).
De hecho, el municipio de Boiro es famoso por el marisco que llega a la lonja de Cabo de Cruz. Su muelle viejo (que está al lado del puerto deportivo) es uno de los más antiguos de la ría de Arousa y se dice que tras el cultivo de mejillones está el origen de la villa. En sus amarres se pueden ver todo tipo de embarcaciones que representan la historia de la actividad marinera de Galicia como las xeiteiras, los balandros, las gamelas, las traíñas o las dornas de tope.
Boiro tiene un importante patrimonio arqueológico. Los indicios que se remontan más atrás en la historia y que aún se conservan son las construcciones funerarias, que se conocen como túmulos o mámoas. Las más antiguas pueden tener hasta más de 6.000 años. Una de las encontradas es la Casota do páramo, una muestra del megalitismo gallego. También hay muestras de arte rupestre galaico grabado en rocas, que tendrán cerca de 4.000 años, como la encontrada en los petroglifos de Laxe do Agoeiro. Más recientes son los famosos castros (2.500 años, tampoco es que sean especialmente jóvenes) como el castro de Neixón o el castro do Achadizo.
Aguas limpias y arenas de calidad son las dos características principales de las playas y calas de Boiro, ganchos esenciales para el turismo. La más famosa es la de Carragueiros que solo está separada de la playa de A Retorta por un pedrero al que están unidos los islotes de Os Baos, ‘o de dentro’ y ‘o de fora’. La playa de Mañóns, que se encuentra en un entorno de pinares, de Piñeirón, y las calas como la de Corviño o la de Gavoteira son solo algunas de las que todos los aficionados al baño y el sol deberían visitar.
No se pueden olvidar los numerosos espacios naturales del municipio como el estuario del río Coroño, el lugar donde dicho río se une con el mar y se forma un varadero natural que se puede transitar con pequeñas barcas. También destaca la cascada de Cadarnoxo, una de las más grandes de Galicia con una caída de 30 metros y el mirador de Coto de A Filloa, desde donde se puede observar la ría de Arousa en todo su esplendor natural. Pirámides, marisco, playa y naturaleza ¿Qué más se puede pedir en una escapada?
Carmen López