Festivales, fiestas medievales, mercados, bodegas y rutas entre la naturaleza. La provincia de Barcelona cuenta con numerosas opciones para disfrutar con los amigos.
Nos vamos de festival
Aunque si pensamos en festivales de música en Barcelona se nos vienen a la cabeza el Sónar y el Primavera Sound, existen muchos más. Sobre todo para aquellos que en verano buscan huir de las masas y disfrutar de la música en un ambiente mucho más íntimo.
En el mes de julio, en Calella, en la comarca del Maresme, se celebra el Festival d’Arts Costa Barcelona. Un evento en el que se mezclan diferentes disciplinas artísticas como la danza, la música, el teatro, la magia y el humor.
Durante ese mismo mes también podemos acudir al Festival de Música Jardins Terramar, en Sitges, que ofrece conciertos de reconocidos artistas, además de una amplia oferta gastronómica. Y al Son Solers, un slow festival de música indie, folk y pop catalán que se organiza en la finca Mas Solers.
Los amantes del buen vino, además, tienen dos citas importantes: Vinyasons, una experiencia que une la música con el vino y la visita de bodegas en el Priorat, Berguedà, Cadaqués, Anoia, el Penedès, Alella y Bages; Y la Música en los viñedos, en Subirats.
Otros festivales de música a destacar: Canet Rock de Canet de Mar (Maresme), Festival de Música Viva de Vic (Osona), el Vida Festival de Vilanova i la Geltrú (Garraf) y el festival Vijazz de Vilafranca del Penedès (Penedès)
Viaje a la Edad Media
Debido a su pasado medieval, muchas de las fiestas de la provincia de Barcelona están ambientadas en esta época.
Una de las más populares es el Mercat Medieval que se organiza en Vic en el mes de diciembre. En ella se recrea un antiguo mercado del siglo XV donde se pueden comprar productos frescos de la tierra.
Para asistir a espectáculos no hay que perderse el teatro de Villamagore Medieval, que tiene lugar en Sant Pere de Vilamajor en el mes de noviembre. Ni la reconstrucción de los saqueos de los piratas del siglo XV en la Festa Medieval de Badalona, una fiesta medieval que se viene celebrando cada mes de abril desde hace más de 20 años.
En Castelldefels está el Castrum Fidelis, en la que se recrean oficios y casas, y hay luchas de caballeros. Igual que en las Fiestas de la Baronía de Pinós, donde hay batallas entre soldados y almogávares, además de un espacio Alquimia con hierbas curanderas.
Otras fiestas medievales de renombre son la Feria Medieval y Fiestas de la Sal de Cardona; la Feria Medieval de Oficios de Súria; la Feria del Bosque Medieval de Canyamars y Sarroca Medieval.
Escapada gastronómica
Para los que son de buen comer proponemos una escapada slow food por el Garraf y el Penedès. Una tierra repleta de masías donde venden verduras y hortalizas ecológicas, hay granjas especializadas en el gallo autóctono del Penedès y un montón de bodegas donde degustar el mejor vino después de pasear entre viñedos. No te pierdas una visita a la bodega Vega de Ribes, a la granja rural de Espitlles, ni a la explotación familiar y ecológica Cal Sis Dits.
Si preferimos un buen cava, entonces podemos dirigirnos a Sant Sadurní d’Anoia. Aquí está Fassina de Can Guineu, una destilería de 1814 donde podremos descubrir los orígenes, la historia, el proceso de elaboración y los controles de calidad a los que está sometido el vino que regula la Denominación de Origen Cava.
Para comer sano, el Baix Llobregat cuenta con una larga tradición agraria, por lo que en Can Fruitós, en el Parque Agrario del Baix Llobregat, se pueden encontrar verduras, frutas y hortalizas ecológicas. También merece la pena acercarse hasta D’Enric Eco, especializado en fresas. La comarca del Maresme también es conocida por este fruto. En Can Marpons (Arenys de Munt) llevan más de 40 años cultivando fresas.
Otros productos típicos son la alcachofa del Prat, que tiene más de 100 años de historia: y el pollo del Prat, conocido como Pota Blava. En diciembre, en la Feria Avícola del Prat se exhiben los mejores ejemplares. También los espárragos de Gavà y las cerezas de San Clemente de Llobregat.
Entre los mejores embutidos de Barcelona están los de Osona. En Vic tienen una longaniza deliciosa, en Castanya de Viladrau destaca la morcilla de castaña y en la Masía Molí de la Llavina se elaboró el primer queso azul de Cataluña.
Muchas de las explotaciones ganaderas que siguen las formas artesanas más tradicionales están en Berguedà. El pollo y la ternera ecológica la podemos comprar en Cal Roio; mientras que el cordero de calidad se puede encontrar en Xai de Ferreres.
En otoño uno de los ingredientes estrellas son las setas: robellones, hongos negros, trompetas de la muerte y las negrillas, todas ellas fáciles de recolectar. Uno de los paraísos para recolectar estas delicias es el Berguedà. En esta comarca también son muy típicos los guisantes negros.
Día de picnic
Si tenemos la suerte de que hace buen día, entonces podemos disfrutar del campo haciendo picnic. El Parque Natural del Montseny cuenta con 5 áreas donde poner el mantel y sacar la cesta. Si somos un grupo grande podemos ir a la de Guardiola, que cuenta con 10 mesas de piedra, además de aseos y zona de aparcamiento.
El área de picnic de las Feixes del Vilar tiene 3 terrazas y dispone de 5 mesas de madera, aseos y una fuente. Es bastante soleada. La que se encuentra en Plana de Coll es la tercera en capacidad. En ella podemos disponer de 4 mesas de madera y aseos. Por último, están Can Casades y Fuente Fresca, con 3 mesas cada una de ellas y fuentes.
En la zona del Penedés, una buena opción es Torrelles de Foix, donde está la Font de les Dous: con una fuente, barbacoas y mesas para hacer picnic.
En el Montseny hay 5 lugares donde sentarse a comer: Can Casades, que cuenta con tres mesas de madera, aseos y una fuente; Feixes del Vilar, también con aseos y fuente; Plana de Coll;; y la Guardiola, también con servicios. En la entrada al parque, además, está el área de picnic de Aiguafreda de Dalt (Aiguafreda).
Otros lugares donde poner el mantel son: la ermita de San Ramón, en Sant Boi de Llobregat; miranda d’Espiells, en Sant Sadurní d’Anoia; La Riera, en Sant Pere de Torelló; el embalse de Sau, en Vilanova de Sau; el parque Roqueta, en Tona; Gresolets, en Cercs; Fuente del Mig, Argentona; Fuente de la Rovirassa, Avinyó; o el parque del Prat, en Cubelles; entre otros.
Rutas de senderismo
Además del Montseny, en la provincia de Barcelona podemos disfrutar de numerosos parques y rincones ideales para hacer rutas de senderismo. Uno de ellos es Moianès, una comarca relacionada con las piedras y el agua. En total, aquí hay 4 rutas de diferentes características.
De un par de horas de duración también son los itinerarios que van desde Collsuspina hasta las Coves del Toll, una excursión familiar que pasa por yacimientos prehistóricos; y la de Màrius Torres, que recorre los escenarios que inspiraron al autor.
Una ruta algo más larga es la circular de Castellterçol, que discurre entre bosques de pinos y encinas. Durante el trayecto podemos recoger setas.
Otra opción es realizar la ruta de los miradores Miravinya, en el Alt Penedès. El de La Cadira, en Torrelavit, ofrece unas espectaculares vistas de 360 grados. Desde el Miravinya La Bardera podemos ver los molinos papeleros del río Bitlles y la ermita de Sant Benet d´Espiells. Aquí merece la pena acercarse al casco histórico de Torre-Ramona.
El tercer mirador es el de El Circell desde donde, además de viñedos, también veremos campos de olivos y melocotoneros. Un paisaje que rodea al monasterio de Sant Sebastià dels Gorgs.
La siguiente parada sería Vilafranca del Penedès, donde está el Miravinya Sant Pau. Aquí podemos visitar el castillo y convento de Penyafort. La última sería el Miravinya Balcó del Penedès, un balcón desde donde contemplaremos los extensos viñedos de la comarca. Aquí nos podemos acercar al santuario de la Mare de Déu de Foix y del Parc dels Talls.
Laura Fernández