El nuevo puente peatonal sobre el Miño que unirá Galicia y Portugal

No es la primera pasarela que une Galicia y Portugal pasando por encima del río Miño, pero aunque su función sea la misma, en el plano arquitectónico poco tiene que ver. Sobre todo porque está pensada para que el camino entre la localidad gallega de Tomiño y la portuguesa Vila Nova de Cerveira se haga a pie o en bicicleta, apostando así por la protección del medio ambiente y la salud de la ciudadanía. El proyecto está conducido por el estudio de arquitectura Burgos & Garrido, en Madrid, –ganó el concurso internacional convocado para diseñar esta obra– con el ingeniero Alejandro Bernabeu y se llamará puente Goián Cerveira. Es la sexta pasarela suspendida sobre el agua que une ambos países.

Según explican los responsables del proyecto en su web (aunque se les ha contactado finalmente no ha sido posible hablar con ellos): “Es una construcción extremadamente ligera y aérea, cuya posición y estructura preserva intactas las vistas cruzadas de las formidables fortalezas situadas a un lado y al otro del río Miño”. Además, aseguran que la asimetría del río en “el sentido de su movimiento” ha determinado el trazado y la estructura del puente: “Que respeta las delicadas ecologías del río y su geometría de doble curvatura hará de su travesía una experiencia intensa, profunda y memorable en la que el paisaje siempre variable que se abre hacia el Atlántico, al sur, y al valioso patrimonio histórico, al norte, es lo más importante”.

Esta edificación forma parte de un proyecto más grande llamado Parque da Amizade Cerveira-Tomiño, que consiste en crear una zona natural que hermane a ambos países, es decir, transfronterizo. El objetivo es que sea el parque de estas características más grande de Europa al contar con 25 hectáreas (10 portuguesas y 15 españolas). Uno de los atractivos más potentes ya se puede visitar y, de hecho, es todo un éxito: se trata del columpio situado en el Miradouro do Cervo, en Vila Nova de Cerveira. Tanto, que tuvo que cerrarse al público en agosto de 2020 porque la afluencia de gente estaba desbordada. 

Para encontrar las fotos del sitio en Instagram –plataforma que demuestra con números la fama del balancín– hay que buscar, entre otros, el hashtag #cerlove, que es el nombre con el que se le ha bautizado. Que se sepa aún no se han celebrado bodas allí, aunque todo se andará (no hay pruebas, pero sí certezas que alguna declaración de amor se habrá pronunciado con el columpio como testigo).

Para explicar las características del puente, el estudio de arquitectura desarrolla que: “permite cruzar el río con un único vano [que es cada una de las partes de un puente donde no existe ningún apoyo intermedio]” que permite preservar las ecologías de ambas orillas. Asimismo completan que: “el tipo estructural elegido permite un tablero extraordinariamente esbelto que está suspendido del cable principal”. 

Aunque aún no se sabe cuándo comenzarán las obras, el estudio de arquitectura ha montado unas imágenes que permiten ver cómo será el puente (o al menos el objetivo que persiguen). No es invisible pero sus líneas son muy finas y su color claro hace que se mimetice con el entorno, haciendo de este el protagonista y no la construcción. Podría adjetivarse de futurista, porque hasta hace poco era al contrario: las edificaciones captaban la atención dejando de lado el paisaje que estaba ahí antes que ellas. Un ejemplo es el mismo Ponte da Amizade, que está situado 1.500 metros más arriba y que es mucho más rotundo. 

Portugal elevado

El puente Goián Cerveira llama la atención por su estructura novedosa y el plan en el que se incluye, pero no será el más impresionante. Y no porque no sea arquitectónicamente atractivo sino porque en Portugal hay uno que tiene un récord importantísimo que hasta ahora no ha sido superado: el puente colgante más largo del mundo. Se llama 516 Arouca y está precisamente en Arouca, que pertenece al distrito de Aveiro. Se inauguró el pasado mes de mayo de 2021, cuando las medidas de seguridad tomadas para acabar con la pandemia lo permitieron.

Mide 516 metros de largo y no permite cruzar por encima del río Miño, sino que se eleva 175 metros sobre el río Paiva. Una cifra que puede parecer no demasiado exagerada sin haber vivido la experiencia de mirar hacia abajo mientras se cruza pisando el suelo de reja metálica de la estructura. El estudio de arquitectura Itecons fue quien llevó a cabo el proyecto y su objetivo principal –además de conseguir que la gente llegase sana y salva al otro lado del río– es que la estructura pusiera la mínima resistencia al aire. 

El puente forma parte del Geoparque de Arouca, en el que se han localizado más de 40 puntos de interés: el convento, el Museo de Artes Sacro, el Centro de Interpretación Geológica de Canelas y el mirador de la Virgen de la Mo. También puede interesar a los amantes del deporte de riesgo, ya que en dicho entorno se pueden practicar actividades como el rafting o el barranquismo. Se encuentra apenas a una hora de Oporto, un destino perfecto para una escapada fugaz.