El despertar del astroturismo

Siempre hemos estado del lado de las estrellas (una frase digna de la mismísima Star Trek), y quizás fue eso lo que nos inspiró para lanzar la campaña de Ofertas fugaces y publicar temas relacionados: las lluvias de estrellas de Perseidas, de Cuadrántidas, las fiestas de Astrotiermes o de la Laguna de Gallocanta…

Un grupo de profesionales se ha volcado todavía más en ellas y han pasado a la acción desde hace algunos años. Pero su trabajo va calando de a poco, haciéndose visible aunque de noche. Y el éxito a las iniciativas de astroturismo va llegando sin fugacidad, pero con los buenos deseos que se les ofrecen a las estrellas :).

Astroturistas, emprendedores y propuestas oficiales

Extremadura, La Rioja y las Islas Canarias

son los focos que despiertan mayor interés en cuanto a iniciativas de astroturismo. Si algo tiene el turismo rural son los valores naturales. Y si algo necesitan las actividades relacionadas con la observación del firmamento son los espacios libres de contaminación.

La empresa «Cielos de Extremadura» ha conseguido implantar un modelo diferente de turismo en la región, especialmente en la zona de Monfragüe, a pesar de llevar en la tarea unos meses. Como explicó uno de sus fundadores, David Cerro, a los medios «ha funcionado muy bien». El equipo ofrece sus conocimientos y su equipo para organizar noches de astronomía y cursos de formación para alojamientos rurales.

De esta forma los propietarios de casas rurales pueden ofrecer una actividad atractiva y diferenciadora, gratuita, y permitirles «alargar un poco la estancia» de sus clientes. Los niños elaboran planisferios, los mayores observan y comprenden el cielo, la naturaleza favorece la contemplación y las noches apartadas de luces de neón, de tráfico y humos.

También en La Rioja se han establecido zonas de observación estelar: las reservas starlight. Así aparecen catalogados los parques estelares de Cervera de Río Alhama y el de Laguna de Cameros. El objetivo es habilitar espacios ajenos a la contaminación lumínica abierto para todas las asociaciones e instituciones de todo tipo (científicas, culturales, ciudadanas). De no ser por estas iniciativas ni nos habríamos dado cuenta de que las estrellas son patrimonio de todos y se corre el peligro de no poder verlas cuando levantemos la vista.

Del derecho a las estrellas se encargan precisamente en las Islas Canarias. Desde el IAC (Instituto Astrofísico de Canarias) se consiguió sacar adelante la ley de 31/1988 de 31 de octubre sobre protección de la Calidad Astronómica de los Observatorios. En ella se estipula el compromiso de mantener a raya la contaminación lumínica, atmosférica y radioeléctrica. La investigación científica y en parte el turismo dependen de ello. Hasta los aviones tienen vedadas zonas de paso.

Derecho a un cielo limpio

La ley que señala el derecho de los ciudadanos a disfrutar del cielo limpio ha impulsado en el archipiélago canario iniciativas como la de Carmelo González, socio de Astrotur. Para los canarios no es algo novedoso, pero igualmente atractivo que para el resto de los peninsulares sorprendidos. Organizadas en La Palma (la Isla Bonita), las actividades de Astrotur son disfrutadas por cerca de 1.000 viajeros al año.

También en La Palma la asociación Ader organizó el pasado 2011 una serie de seminarios sobre Astroturismo. Al primero de ellos acudió la consejera de turismo del Cabildo, Beatriz Páez, quien destacó la labor de la asociación para poner en valor este tipo de iniciativas. Por su parte, el concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, Alejandro Hernández, observó que «cada vez somos más los que tenemos claro que un pilar de nuestro turismo es el cielo astronómico».

Por último, el IAC comenzó a finales del pasado mes de marzo la formación de guías especializados en astroturismo: los guías starlight: guardianes del universo. Su formación pasa por conocer los instrumentos de observación, los protocolos de seguridad en las montañas, fundamentos de meteorología, de fotografía astronómica, de legislación en materia turística y de grandes eventos astronómicos. Un perfil único para una experiencia singularísima y enriquecedora.

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