El bosque mágico de Fuente del Pino donde habitan hadas, gnomos y duendes
Escrito por
30.04.2021
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Un día de verano de 2015, paseando por el bosque de Fuente del Pino, a Leonardo le atrapó una terrible tormenta. Los árboles, tan altos que parecían soldados gigantes, comenzaron a balancearse. Las copas chocaban entre ellas: ¡plas! ¡plas!, se oía mientras las ramas se caían al suelo. Muerto de miedo, Leonardo decidió meterse en el hueco de un pino hasta que se le apareció una hada. Era Aurora, el hada protectora del bosque mágico.
—Me lo encontré tiritando —nos dice el hada Aurora por teléfono a EscapadaRural—. Entonces le pregunté: ¿Quieres que te haga una casita? Leonardo asintió y le hice una, con un colchón para dormir.
Leonardo, con su tez blanca y pelo rojizo, solo estaba de paso. Sin embargo, la hospitalidad de los vecinos hizo que se sintiera tan cómodo que acabó quedándose. Hoy, lo encontramos sentado en la corteza de un árbol leyendo un libro: El bosque que camina. Aunque cuando no quiere que le vean cierra la puerta con “Gnomolestar”.
—Cuando fui al día siguiente a verle me llevé una gran sorpresa. Había una gran cola de gente que le estaba dejando galletas, frutos secos, setas, mensajes… Y así empezó la historia —dice el hada.
Leonardo fue el primer gnomo en habitar Fuente del Pino. Aunque cuando él llegó las hadas ya estaban en este bosque de San Leonardo de Yagüe, Soria. Aurora fue la primera, aunque hay muchas más: Titania, que cuida de otras hadas y tiene una nodriza; Brigit, conocida como el hada oscura, del fuego y de la inspiración; o Argay, conocida como el hada azul porque llegó del Mediterráneo con una golondrina. Vive en una rama de un árbol y los petirrojos le han ayudado a pintar la puerta de su casa de azul, como el mar.
Con el tiempo la comunidad fue creciendo y, en total, el bosque mágico de Fuente del Pino cuenta con más de 100 seres mágicos que han encontrado su hogar entre los árboles y la vegetación. “Tengo aquí como 20 personajes nuevos que van a aparecer”, dice Aurora. Desde 2018, el Ayuntamiento de Fuente del Pino ha hecho un censo donde aparecen los nombres y localizaciones de todos ellos.
—Convoqué a mi corro de hadas y con magia empezaron a aparecer más casas. Eso creó mucho misterio porque los vecinos se preguntaban «pero ¿quién será?» y los niños preguntaban «¿cuándo aparecerán las hadas?» Pero hasta que no vengan las golondrinas y no se vaya la lluvia no volverán las hadas, porque hace mucho frío —explica Aurora.
La mayor parte de las casitas y adornos están elaborados por artistas y artesanos del pueblo, como los duendes Jaime, Ángel y Fernando. Algunas son de madera, otras de cerámica, etc. El hada Esther es la que se encarga de pasear por el bosque para cuidar de ellas, ya que con el aumento de viajeros algunas terminan pisoteadas.
Aunque están repartidas por diferentes zonas, la mayor parte de estos seres viven en Fuente del Pino ya que, según Aurora: “Es un sitio especial para nosotros porque íbamos a buscar setas, a buscar a los enanitos con nuestros abuelos y en este sitio había una fuente de la que salía el agua de un pino. Pero el pino enfermó y lo cortaron, por eso intentamos recuperar la magia del lugar”.
Todos los personajes están recogidos en la página web del Bosque Mágico Fuente del Pino, donde también hay mapas para conocer en qué lugar está cada uno y quiénes son. Desde el 2019, además, el bosque cuenta con la colaboración de una cuentacuentos: el hada Albir. Aunque, por el momento, al ser un bosque de acceso gratuito y hacerlo de forma altruista, su aparición, como la de las hadas, es fortuita. Los vecinos y comercios también se han involucrado en el proyecto. En la panadería y en el bar hay incluso seres mágicos.
Como novedad, este año han creado El libro secreto del bosque mágico. “Este verano, cuando se pueda, iremos con los niños al bosque a buscarlo porque está escondido. Es un libro único porque en él están las historias verdaderas de los personajes y están pintadas cada una por un artista”.
San Leonardo de Yagüe es un pueblo que se ha dedicado a cortar pinos y árboles para su fábrica. La idea de crear un bosque mágico nació con el objetivo de que sus vecinos cambiasen el chip. “Queríamos que vieran el bosque de otra manera, que no solo sea como materia prima. En el bosque hay seres vivos, de tal manera que es necesario cuidarlo”, dice Aurora, el hada impulsora del proyecto. “Lo hago de manera altruista, igual que el resto de los vecinos que colaboran. En mi caso es por amor a la naturaleza y por los niños, ya que trabajo en protección de menores y sé lo importante que son las terapias en la naturaleza”.
Lo bueno del bosque es que no es estático, sino que cada año es diferente
La hada Aurora
En el último verano, San Leonardo de Yagüe fue uno de los pueblos más visitados de Soria gracias al bosque mágico. “Cuando me avisan que hay mucha gente pues subo y me visto del hada Aurora. El hada es la del árbol, pero hace magia y yo soy la Aurora humana”, dice. El aumento de visitantes también ha hecho que se tengan que poner ciertas normas. Las figuras se pueden mirar, pero no tocar, pues este invierno desapareció una cara de un árbol. “La gente no entiende que detrás hay un trabajo y que hay un poco de ti por crear ese personaje, que tiene un valor especial”, se queja.
También se ruega a los viajeros que no coloquen nada externo. Si se quiere colaborar, es mejor que se pongan en contacto con los creadores del proyecto. “No deberían dejar nada en el bosque porque si no, lo estamos humanizando y se está estropeando. Estamos intentando encontrar un equilibrio entre el bosque y los deseos de la gente. El bosque nos está permitiendo estar ahí y hay que ir con mucho respeto, ya que no podemos hacer ruido porque los verdaderos seres como los pájaros o los ciervos desaparecen”, explica.
El bosque mágico ahora mismo tiene unos 3 kilómetros, aunque la senda recorre 4-5 kilómetros, pues es mucho más amplia y hay más fuentes donde comer y pasar el día. También es una zona donde se realizan muchos baños de bosque, una actividad que ofrecen las casas rurales de la zona. Y es que está demostrado que la naturaleza es muy beneficiosa para la salud mental: “Todo es terapia. Incluso cuando pasan por delante de un hormiguero y leen que 2 millones de hormigas han creado esa casa, los niños pueden llegar a apreciarlo y valorar lo que existe. Lo bueno del bosque es que no es estático, sino que cada año es diferente”.
Para evitar las masificaciones y respetar el entorno, el hada Aurora recomienda dejar el coche en el aparcamiento de la piscina municipal de San Leonardo de Yagüe y ascender al monte a pie cruzando por el puente hasta llegar a la senda de Fuente del Pino. Al regresar podemos darnos un baño en las piscinas, comer en la fuente de La gitana o en el pueblo y, por la tarde, acercarnos hasta el Parque Natural Cañón del Río Lobos o ver el atardecer desde Calatañazor.
Lo único que necesitaremos para este viaje es activar a nuestro niño interior y dejarnos llevar por la magia del lugar.
Laura Fernández