Una España a dos ritmos: así se rodó el spot de la Lotería de Navidad
Escrito por
30.11.2024
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Índice
- Algunos de los anuncios más recordados
- Compartirlo es una suerte
- Nos vamos a tierras gallegas
- Un rodaje por todo lo alto
- La despoblación se cuela en la trama del anuncio
- #yotambiéncomparto
- Julián, el hombre más buscado
- Un riojano «con mucha suerte»
- Una casualidad muy curiosa
- Muchos ya se sienten ganadores
- Desenlace de la historia
Me llamo Julián y no tengo con quién compartir mi décimo.
Así arranca una de las historias más emotivas que he visto en la pequeña pantalla últimamente. Se trata del anuncio de la lotería de Navidad, que este año refleja una España que vive «a dos ritmos»; muy distintos. En este caso, el de grandes ciudades con algunos concellos de Pontevedra de los que te hablaremos más adelante.
Sin este spot, el de las burbujas Freixenet y el All I Want For Christmas, de Mariah Carey, la Navidad no sería lo mismo. Estarás de acuerdo conmigo en que han pasado a convertirse en todo un fenómeno social y en que tras ver el anuncio es inevitable imaginarte celebrando el primer premio a las puertas de la administración. Aunque, mejor no acudir a las estadísticas, porque facilito no lo tenemos.
Pero para sufridores, los vendedores de lotería. Esos no protagonizan ningún anuncio, pero se pasan todo el año enfriando el cava con la esperanza de repartir una buena lluvia de millones entre sus clientes.
Algunos de los anuncios más recordados
Quién no recuerda esos anuncios protagonizados por el recientemente fallecido «calvo de la lotería», o aquél en que un grupo de famosos como Montserrat Caballé o Raphael cantaban alrededor del árbol.
¿Y qué me dices del bar de un tal Antonio que regaló un décimo premiado con el Gordo? ¿O de aquel pueblo compinchado celebrando la suerte de una anciana que creía haber ganado el premio un día antes del sorteo? Todos ellos tienen un denominador común: sacar a flote el lado más humano de las personas.
Pero este año, creo que con Julián se han llevado la palma. La historia cautiva por varias cuestiones. En primer lugar, por el componente emotivo de que alguien no tenga con quien compartir un décimo de lotería. En segundo lugar, por la ola de solidaridad que el buen hombre genera por todo el país. Y, por último, por las localizaciones rurales tan bellas en las que se ha trasladado la historia: los concellos de Nigrán, Gondomar, Baiona y Vigo, en Pontevedra.
Compartirlo es una suerte
El número del fútbol, el del cole de los niños, el de la oficina, el de la gasolinera, o el del bar de abajo (que no voy nunca, pero solo falta que les toque y yo no lleve ni uno). El de la pescadería, el del yoga y el de la fecha de mi cumpleaños. ¡Madre mía, qué dineral! Menos mal que los juego a medias.
Y es que la España esta frenética del trabajo, las extraescolares, las 1011 tiendas a las que vamos regularmente, los grupos de amigos, las redes sociales, el dichoso «porsi» le toca a estos, y suma y sigue, es capaz de arruinarnos sin pestañear de aquí al 22 de diciembre.
Nos vamos a tierras gallegas
El anuncio de este año se ha rodado en su mayoría en los concellos de Nigrán, Gondomar, Baiona y Vigo (en Pontevedra), aunque también hay alguna escena de interiores rodada en Madrid. Pero en este artículo nos centraremos en las localizaciones gallegas protagonistas. Todas ellas, extraídas de forma muy acertada del mundo rural.
Sobra decir que a Vigo se le conoce como la ciudad de la Navidad. Entre otras cosas, por atesorar el árbol navideño más alto de España. Por ahí ya podría tener una explicación coherente su aparición en el rodaje. Sin embargo, que te escojan para grabar uno de los anuncios televisivos más importantes del año no es nada fácil.
Un rodaje por todo lo alto
Susana Boix, la directora ejecutiva de Blank producciones, encargada del rodaje del anuncio, ha explicado a EscapadaRural cómo y por qué se decidió que estos cuatro concellos se convirtiesen en el escenario ideal para el anuncio de este año.
«A nosotros, Proximity, que es la agencia de publicidad encargada por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), nos traslada un guion cerrado con la historia que quiere contar», explica. «Y a partir de ese momento, el director hace su interpretación, y nos lo imaginamos. Nos ofrecen varias localizaciones y hacemos una preselección».
Susana cuenta que los lugares escogidos les interesaron, además de por su innegable belleza, «porque nos gustaba lo que se respiraba en estos sitios que, además, están muy descontextualizados». Con esto, matiza Boix, «buscábamos una localización que no fuese claramente identificable con una zona concreta».
Santiago Romero es el director creativo de Verve Creative Group, la productora local que ha trabajado en el rodaje junto a Blank y suscribe las palabras de Boix. «Al principio es todo muy difuso», cuenta. Con ello se refiere no solo a las localizaciones, sino a todo el «jaleo» de permisos, estudios de «qué calle cortar y a qué altura o qué cruce elegir para contar la historia». Además, con el componente del secreto máximo. «No podíamos decir nada a nadie. Ni siquiera a los alcaldes de los concellos a los que debíamos pedir permisos». Y es que el anuncio del Gordo de Navidad es eso, muy pero que muy gordo.
Romero ha explicado a EscapadaRural que en total, entre equipo, figurantes y demás han participado cerca de 200 personas. «Hubo un casting en Madrid y otro en Galicia para los figurantes y, por ejemplo, el paisano que cierra el bar al principio del anuncio es de Villagarcía de Arousa». Por cierto, en redes hay incertidumbre sobre si existe o no el bar Robles. Pues bien, no se llama así, pero existir, existe, pertenece al concello de Gondomar. «y tiene hasta futbolín». Eso sí, lotería no vayáis a buscar, porque «la han vendido toda».
La despoblación se cuela en la trama del anuncio
«El fenómeno de la despoblación asola a muchos territorios y si ves el anuncio, podrías pensar que está rodado en Castilla, en Asturias o en cualquier otro entorno rural». Esa es la idea. Ese «bar Robles» que baja su persiana para siempre al principio del spot podría pertenecer a infinidad de núcleos rurales, de cualquier punto del país, amenazados por la despoblación .
El presidente de SELAE, Jesús Huerta Almendro, destacó ante los medios en el acto de presentación del spot, que «la solidaridad es el tema central del anuncio de este año, hace que la ciudadanía se sienta orgullosa de ese valor tan nuestro que es la solidaridad y demuestra que la Lotería de Navidad hace país».
#yotambiéncomparto
Lo más importante de la trama sucede cuando Julián se traslada una tarde cualquiera al centro de Vigo y entre luces navideñas, villancicos y una larga cola de clientes a las puertas de una administración, una reportera se le acerca. «Buenas noches, ¿Cómo se llama usted?», le pregunta la periodista. «Julián», responde. «¿Y con quién piensa compartir su décimo?». «Pues… no lo sé, no tengo con quien, la verdad».
«No tengo con quién, la verdad». De repente, las palabras de Julián se reproducen una y otra vez en informativos de radio y televisión, en tertulias, en prensa, en redes sociales. Y la pregunta es «¿Si todo el mundo comparte… cómo que Julián no tiene con quién hacerlo?».
Julián, el hombre más buscado
«¿No sería maravilloso que todos podamos compartir un décimo con él», dice una locutora tras escuchar las declaraciones del hombre.
Lo que no imaginaba Julián es que se convertiría en un fenómeno viral movido por la empatía. Tras la aparición en los medios empezaron a multiplicarse los selfies y las publicaciones de particulares en redes sociales y en grupos de whatsapp manifestando el deseo de compartir sus décimos con Julián. #Yotambiéncomparto se convierte en el Trending Topic del momento.
«Mientras toda España quiere compartir décimos de lotería con él, todos nos hacemos la misma pregunta. ¿Quién es Julián?», se pregunta una periodista. Y el hombre del momento, ajeno a todo el jaleo, se pasea con su tractor por el campo y diciendo en tono de broma «Vaya días para perderse».
Un riojano «con mucha suerte»
EscapadaRural ha localizado a Julián. Bueno, a Amadeo Marín, que es como se llama el protagonista del conocido anuncio en la vida real. Tiene 65 años, vive en Logroño y todavía no da crédito a todo lo que está viviendo a raíz de su aparición en el spot.
Amadeo cuenta que se siente como si le hubiese tocado la lotería. «No tengo palabras para agradecer todo esto», y explica que esta sensación la vivió también cuando lo contrataron como actor de reparto en la película Un amor, de la directora Isabel Coixet, donde trabajó junto a la actriz Laia Costa, entre otros.
«Yo pertenezco a la escuela de Cómicos inestables del Norte, de David Monje», cuenta Amadeo mientras explica su aterrizaje en el mundo televisivo. «Recuerdo que me dieron el papel un 5 de enero». Desde entonces, bromea, «tengo otro rey mago». Parece que la Navidad solo trae buenas nuevas para él.
,«Cuando me llamaron para contarme que sería el protagonista de esta historia me quedé en shock», cuenta Amadeo que, además, no lo supo hasta que ya había pasado varias pruebas. «Todo era muy secreto. Nadie soltaba prenda». El hombre recuerda que cuando lo llamaron «iba conduciendo y, de repente, oía: Amadeo ¿estás bien?, ¿Estás bien, Amadeo?».
Una casualidad muy curiosa
No hace falta tener delante a Amadeo para darse cuenta de la ilusión con la que está viviendo este momento. «Aún no me lo creo», dice una y otra vez mientras cuenta un montón de anécdotas vividas antes, durante y después del rodaje. Y es que todo lo que ha vivido el gran protagonista del anuncio merece un reportaje a todo color.
«Recuerdo a la dueña de la casa de Baiona en la que rodé. Qué maja era», explica. «Pero también recuerdo al perro ehh. Ese estaba casi tan nervioso como yo. Vamos, que me mordió como tres veces». Sin embargo, si hay una curiosidad a la que todavía no da crédito es a lo que le sucedió un día antes de rodar.
«Iba paseando por Vigo y entré en la administración nº 14 a comprar unos números que me habían encargado. Después, por la tarde, me llamó mi hijo para pedirme que comprase uno más, recuerda». Cuando llegó, los propietarios le dijeron que estaba cerrado. «Estaban montando el escaparate de Navidad».
Julián dijo que volvería por la tarde, pero los dueños le dijeron que no iban a abrir y que si esperaba unos minutos abrían la caja y le vendían el número, y así fue. «Al día siguiente, cuando voy al lugar del rodaje, veo que justo es la administración en la que yo había estado comprando los números». El hombre entró «ya vestido de Julián» y Sara, la propietaria le dijo que si le había faltado coger alguno más. «No, vengo a decirte que yo soy el protagonista del anuncio», se ríe.
Muchos ya se sienten ganadores
La verdad es que si hay algo que se repite una y otra vez durante la conversación con cada uno de los protagonistas de esta historia es que se sienten como si ya les hubiese tocado la lotería. Mª del Mar López Veiga, la propietaria de la administración 32 de Vigo, ubicada en la plaza A Miñoca, asegura que «es una experiencia increíble que hay que vivir». La mujer lleva 25 años al frente del negocio y asegura que «el hecho de que te ofrezcan rodar el anuncio en tu administración es como si te tocase la lotería».
«el hecho de que te ofrezcan rodar el anuncio en tu administración es como si te tocase la lotería».
Lo mismo opina Sara Martínez Valero, la propietaria de la administración número 14 de Vigo, situada en la Rua de Eduardo Iglesias. En su caso, adquirió el negocio hace solo un año así que «imagínate la ilusión que nos hizo saber que nos habían escogido para el anuncio. Es como si nos hubiese tocado la lotería», explica a EscapadaRural. Ambas cuentan con orgullo que desde el estreno del anuncio han notado más afluencia de público en sus puntos de venta y se sienten muy ilusionadas de que sus clientes las hayan visto en el famosísimo spot.
Desenlace de la historia
Y la bola cada vez se fue haciendo más grande durante toda esta historia. La España de la velocidad lo busca y él cambia de canal cada vez que lo nombran en televisión. «Pero la realidad de Julián es otra». Él vive ajeno al frenetismo de las ciudades. La tranquilidad sigue siendo la que reina en el mundo rural. «¿Será postureo eso de que compartirían su décimo conmigo?», debía pensar el protagonista de la historia al escuchar a toda esa gente ofreciéndole parte de sus décimos.
Y aquí es cuando igual a alguno de vosotros le pase como a mi, y se le mete algo en el ojo. Parece ser que de postureo no iba la cosa. Julián suelta su décimo con desgana sobre la mesa del comedor. No ha tenido suerte, su número no ha sido premiado.
Un aluvión de agraciados lo reclaman ante las cámaras tras el sorteo. «Esto es también para Julián», «Julián, que nos ha tocado», «esto también es para ti, Julián», «Julián, esto también es para t»”.
“Julián, que nos ha tocado”
¿Hay dos Españas?, eso lo dejo a criterio de cada uno. Pero yo apostaría a que no, hay una sola, en la que se vive a diferentes velocidades, pero que una no es nada sin la otra. Susana Boix se siente muy orgullosa por el gran trabajo en equipo, el cual ha obtenido un resultado maravilloso. La gran ciudad y sus habitantes se vuelcan con un entorno rural que merece ser cuidado y recordado para evitar su desaparición. Por cierto. Por el momento a Julián solo le han pedido pasarle un décimo por la chepa, pero nadie se ha ofrecido a compartir un décimo con él.
Verónica Gómez
Periodista, madre de Hugo y Enzo a tiempo completo e investigadora incansable, diría que hasta cuando duermo. Antes en Crónica Global, El Liberal y El Mundo Catalunya