Elena Rubio, Coordinadora del Centro de Innovación Turística Villa San Roque desde donde se gestiona y promociona el turismo en la Sierra Norte de Madrid, compartió durante la VIII edición del Congreso Europeo de Turismo Rural su experiencia sobre el reto de integrar la sostenibilidad en un destino rural a tan solo una hora de una gran ciudad como Madrid.
Para Rubio integrar la sostenibilidad en cualquier destino no es un objetivo fácil y no se logrará si, en primer lugar, no se apela a la responsabilidad social de un país, de una organización y de las personas. «En definitiva, ser sostenible empieza por uno mismo».
La Sierra Norte de Madrid como organización se ve en la obligación de ser sostenible. En la zona entienden que, para alcanzar la sostenibilidad, es necesario trabajar para convertirla en un destino ambientalmente sano. «Tenemos que cuidar del entorno, principalmente en un lugar como el nuestro donde la naturaleza es el gran atractivo para que las personas nos busquen», comenta.
Además, es necesario ser socialmente responsable, buscando la manera de unir los visitantes con la población de la zona. Y, en tercer lugar, que las acciones se conviertan en económicamente viables. Cuenta Rubio que los pueblos de la Sierra Norte de Madrid son los que más sufren con la despoblación en toda la Comunidad de Madrid, por eso la importancia de generar riqueza y fijar población sin dañar el patrimonio natural.
En la Sierra Norte de Madrid buscan alcanzar la sostenibilidad con turistas responsables: que entiendan la importancia de consumir el producto local, de aparcar sus vehículos correctamente, de caminar por los senderos respetando el paisaje natural, la flora y fauna; además de integrar en la comunicación la importancia de la concienciación de los visitantes.
Asimismo, buscan impulsar acciones responsables integrando la sostenibilidad en los principales proyectos turísticos del destino e intentando que todos los nuevos proyectos lleven la sostenibilidad implicada.
Un buen ejemplo de estos es el Bosque Carpetania, uno de los proyectos de la zona que busca trabajar la sostenibilidad medioambiental. «No es más que plantar un bosque en un terreno erosionado de nuestro territorio que necesita ser reforestado, pero no queríamos que se quedara solo en esto», explica.
Se buscaba que este proyecto fuera completo: que trabajara la sostenibilidad medioambiental; que involucrara el sector privado; y que la gente que contribuyera plantando un árbol en este bosque pudiera hacer un seguimiento -saber cómo estaba su árbol y el bosque, además de conocer los parámetros medidos para contribuir a neutralizar la huella de carbono que generan la mayoría de los turistas que llegan en la zona.
Caroline Dalprá