¿Has oído hablar alguna vez de las cuestas mágicas o las colinas magnéticas? Se trata de lugares mágicos, desconcertantes, curiosos o inquietantes (que cada uno los califique como quiera), donde parece que no rigen las leyes de la física. Los objetos se desplazan cuesta arriba por sí mismos, desafiando toda lógica. El agua fluye hacia arriba, las pelotas escalan cuestas y los coches suben pendientes en punto muerto. Pero, ¿por qué se produce este fenómeno?
Y, ¿cómo te quedas si te decimos que en España hay varios lugares donde se puede experimentar esta extraña sensación? Aquí se suelen conocer como cuestas mágicas, cuestas encantadas o colinas anti-gravitatorias ¡Acompáñanos y te los enseñamos!
Las primeras cuestas mágicas y su popularización
El fenómeno de las cuestas mágicas, que en inglés se denominan gravity hills, tiene su origen en Canadá. Allí, en la localidad de Moncton (New Brunswick), se encuentra la célebre Magnetic Hill. Un día, los agricultores de la zona se extrañaron mucho al darse cuenta de que sus caballos debían realizar un gran esfuerzo para tirar de unos carros que aparentemente iban cuesta abajo. ¿Qué estaba pasando allí?
Los campesinos de Moncton no encontraron una explicación plausible. Pero los rumores de lo que allí pasaba fueron extendiéndose, el fenómeno fue generando expectación y los curiosos no paraban de acercarse al lugar para comprobarlo con sus propios ojos. Así, con el paso del tiempo, esta cuesta mágica se ha convertido en la tercera atracción natural más visitada de Canadá. ¡Casi nada!
Para conseguirlo, los canadienses aprovecharon el tirón y se encargaron de aumentar la mística del lugar. Promocionaron la cuesta mágica y convirtieron Magnetic Hill prácticamente en un parque de atracciones, con hoteles, restaurantes, un casino, un club de golf, un centro comercial, un zoo o un parque acuático. Incluso cuenta con un espacio para eventos en el que se organiza un festival internacional de música, que llegó a congregar cerca de 90.000 personas en un concierto de los Rolling Stones.
Otro de los lugares pioneros en ofrecer su gravity hill como atracción turística fue Lake Wales, entre Orlando y Tampa, en Florida (Estados Unidos). Allí se sitúa Spook Hill, donde también se dieron cuenta hace décadas de que acontece esta inquietante rareza. El boom turístico que tuvo lugar a nivel mundial tras la Segunda Guerra Mundial hizo el resto para terminar de popularizar estos desconcertantes tramos de carretera y convertirlos en célebres.
Actualmente, existen listados de colinas magnéticas en los que figuran lugares donde presenciar el fenómeno a lo largo y ancho del planeta. España, como veremos más adelante, no es una excepción y también cuenta con sus gravity hills o cuestas mágicas, como preferimos llamarlas por aquí.
¿Qué explicación tiene el fenómeno de las cuestas mágicas?
Como no puede ser de otra manera, a lo largo del tiempo se ha tratado de buscar una explicación al fenómeno de las cuestas mágicas. Por un lado, se le han atribuido orígenes misteriosos, sobrenaturales o paranormales. También se ha buscado una explicación en posibles anomalías gravitacionales o magnéticas del planeta tierra. Es decir, que el magnetismo de algunos puntos específicos de la Tierra está alterado y ‘tira’ de los objetos hacia arriba.
Posiblemente, las propias autoridades y guías turísticos se han encargado de alimentar estas ‘teorías de la conspiración’ para aumentar el atractivo de sus regiones. Sus motivaciones parecen comprensibles pero, en todo caso, estas explicaciones no tienen ninguna base científica.
“El hecho de que las denominen ‘cuestas mágicas’ o ‘colinas magnéticas’ parece a todas luces un bulo, una pseudociencia o una estafa que contribuye a la desinformación”, nos explica Laura Marcos desde el departamento de Gestión de Comunicación y Divulgación del Instituto de Física Teórica UAM/CSIC.
Según coinciden los expertos, las ilusiones ópticas son el razonamiento que explica el fenómeno de las cuestas mágicas. Debido a nuestra percepción visual, nuestro cerebro es engañado y cree que los objetos ruedan cuesta arriba, pero esas cuestas en realidad no son de subida, sino de bajada. Solo que las percibimos al revés. Pero, ¿por qué sucede esto?
“La explicación se debe a una ilusión óptica producida por la suma de las diferentes inclinaciones del entorno donde se sitúa la cuesta, y no solo de la cuesta en sí. Por tanto, no es que se desafíe a la gravedad, sino que bajo nuestra percepción nos parece tal cosa”, argumentan desde el Instituto de Física Teórica.
En resumen, varios factores confluyen para crear esta falsa ilusión. En primer lugar, las cuestas mágicas suelen ubicarse en lugares montañosos en los que el horizonte permanece oculto. Sin la referencia del horizonte, la más fiable que existe, a nuestro cerebro ya le resulta más dificultoso juzgar la pendiente de una superficie.
A eso debemos añadirle otro factor de distracción: la inclinación de los objetos. Por ejemplo, esperamos que los árboles y las paredes estén en posición vertical (pero no siempre lo están), ofreciéndonos pistas visuales. Sin embargo, si están ligeramente inclinados, se crea una falsa perspectiva que engaña a nuestro cerebro. También puede influir en nuestra percepción visual la falta de puntos de referencia claros, así como el juego de luces y sombras, que pueden crear patrones visuales que condicionan nuestra percepción.
Este efecto se ve aumentado por el hecho de que los humanos tendemos de forma natural a exagerar los ángulos de las pendientes. De este modo, aún sabiendo la causa, la ilusión parece más fuerte todavía de lo que debería ser. Con todos estos ingredientes, ya tenemos el cóctel perfecto para crear el fenómeno de las cuestas mágicas.
Por cierto, el único método fiable para desmontar el engaño y determinar el verdadero plano horizontal es un estudio topográfico completo. Este será quien nos muestre en qué dirección se inclina realmente el terreno.
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Los lugares de España donde sucede el fenómeno de las cuestas mágicas
Como comentábamos anteriormente, en España también hay distintos lugares donde se puede apreciar el fenómeno de las cuestas mágicas. Todos ellos se ubican en carreteras abiertas al público, aunque normalmente en entornos montañosos y poco transitados. No obstante, hay que tener mucha precaución si decidimos visitar alguno de ellos y hacer el experimento con nuestro coche o con otros objetos.
La cuesta encantada del Moncayo (Soria-Zaragoza)
La cuesta mágica más famosa de España es posiblemente la que se sitúa en el entorno del Parque Natural del Moncayo, en el límite de las provincias de Zaragoza y Soria. Allí suelen referirse a ella como ‘la cuesta encantada’. Lleva muchos años recibiendo la visita de excursionistas y curiosos. En un entorno con una tradición de leyendas, brujería y misterio, este punto se ha convertido en una atracción más de la zona. La cuesta encantada se ubica en la carretera SO-382, entre San Martín de la Virgen del Moncayo y Vozmediano, muy cerca del Centro de Interpretación de Agramonte y a las puertas del parque natural.
La cuesta mágica de Crevillente (Alicante)
A la salida de Crevillente (Alicante), en la carretera que lleva hacia la sierra, podemos encontrar otro lugar donde se produce el fenómeno de las cuestas mágicas. En esta ocasión, es posible llegar tanto en coche como a pie o en bicicleta, ya que esta colina magnética tiene su ubicación en el entorno de varias rutas senderistas que recorren la sierra de Crevillente. Se trata, además, de un punto que ofrece unas estupendas vistas panorámicas del pueblo y que los fines de semana se llena tanto de excursionistas como de moteros. Estos encuentran en esta sinuosa carretera un entorno perfecto para practicar su afición.
La cuesta mágica de Coso de Sanabria (Zamora)
Otro precioso lugar para experimentar el inquietante fenómeno de las cuestas mágicas se ubica en la carretera que va de Coso de Sanabria a La Alcobilla, en la provincia de Zamora. El efecto óptico se puede apreciar en un tramo situado alrededor del kilómetro 5,600 de esta carretera apenas transitada (Coso de Sanabria no pasa de 30 habitantes censados). Además de la posibilidad de apreciar la ilusión visual, el entorno ofrece atractivos muy interesantes, ya que se encuentra muy cerca del Parque Natural del Lago de Sanabria, un paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
La cuesta mágica de Ronda (Málaga)
En las cercanías del acueducto romano de Ronda (Málaga) también encontramos otra cuesta mágica, cuya ubicación se halla en la carretera de Algeciras (A-369), a unos 10 kilómetros del centro de la localidad. Ni que decir tiene que Ronda es uno de los pueblos más bonitos de Andalucía (y, quizás, de toda España), con su espectacular ubicación en lo alto de un macizo rocoso y su increíble puente Nuevo. Los curiosos ya tienen un aliciente más para visitar este impresionante rincón de Andalucía.
Otras cuestas mágicas de España
En otros lugares de España también hay referencias al fenómeno de las colinas magnéticas, aunque quizás en estos puntos están menos documentados. Uno de ellos está cerca del pueblo de Valdeconejos, en Teruel, donde dicen que se produce el fenómeno en la carretera nacional. También en el entorno de Tabayesco, en la isla de Lanzarote, hemos encontrado alusiones a una cuesta mágica.
Asimismo, en la provincia de Granada, en la carretera que une los pueblos de Zújar y Freila, hay un puente sobre las antiguas vías del ferrocarril en el que apuntan que también se puede experimentar el efecto óptico. Lo mismo sucede en la ladera del monte San Nomedio, en la carretera que va de A Cernada a Ribarteme (Pontevedra). Por último, en la ciudad autónoma de Ceuta, en el entorno de los montes de García Aldave, también hemos encontrado referencias a la existencia de una cuesta mágica.
¿Y tú, conoces algún otro lugar donde se produzca esta desconcertante ilusión óptica? ¡Déjanos un comentario y cuéntanoslo!
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