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Llega el fin de semana y queréis escaparos juntos, en familia. ¿Cómo conseguir que la armonía familiar sea estupenda de viernes a domingo? Aunque no podemos garantizarte que haga buen tiempo, con estos 7 consejos es bastante probable que tu familia al completo esté de mejor humor.
Involucra a toda la familia
Involucrar a tus hijos puede ser tu primer éxito para que se sientan motivados y tengan ganas de hacer la escapada. Busca varias casas rurales que os encajen por precio, localización y preferencia, y deja que toda la familia opine y vote a cuál iréis. Descubrirás cuáles son las preferencias de tus hijos a la hora de elegir y les darás un voto de confianza para que ayuden en la toma de decisiones.
Puedes involucrarles también a la hora de preparar la escapada. Alguien puede encargarse de hacer una lista de cosas para llevar (comida, ropa, juguetes, etc.) y otro de ir a comprar la comida necesaria. Deja que los niños hagan su maleta para empezar a darles responsabilidades -es buena idea comprobar primero que cojan ropa adecuada a la temperatura que hará en el destino.
Si son muy pequeños, pídeles que hagan su “maleta de juegos”: dales una mochila y deja que pongan allí los juguetes que quieren llevarse.
Pregúntales a los niños qué quieren hacer
¿Qué es lo que más les gustaría hacer a tus hijos durante ese fin de semana rural? Tendemos a “pensar por ellos” y acabamos planificando según lo que creemos que les gustará. Conocer su opinión te ayudará a acertar seguro.
Unos días antes de la escapada pregúntales qué les gustaría hacer. Si son mayores, haz que la pregunta sea abierta y que ellos te cuenten. Si son pequeños, puedes proponerles varias opciones que te convengan y ver cuál les gustaría más. ¡Imaginación al poder! Algunas ideas que puedes proponer: visitar una granja, buscar un geocaching, pintar en medio del bosque, buscar setas…
Planifica actividades que gusten a toda la familia
De acuerdo, no siempre es fácil coordinar algo que guste a todos, pero sí que puedes evitar planificar actividades que no apetezcan a alguien. Si los planes propuestos son muy diferentes, podéis consensuar hacer una actividad del gusto de cada miembro de la familia – incluyendo a los abuelos y a los tíos si también se apuntan a la escapada.
El mismo concepto prevalece a la hora de elegir, por ejemplo, qué música escuchamos en el coche de camino a la casa rural. Compartid una lista de música y poned un mínimo de canciones que gusten a cada uno.
Deja tiempo para no hacer nada
Es importantísimo que dejes tiempo para descansar y no hacer nada. Los niños pequeños (y a veces los adultos también) se cansan de estar fuera y hacer muchas cosas y necesitan tiempos muertos para estar en casa, jugar y descansar. Si no, corres el riesgo de volver a casa con la familia completamente exhausta, de mal humor y sin energía para empezar la semana.
No llenes la agenda diaria de actividades. Una buena medida que suele funcionar es planificar una actividad por la mañana y otra por la tarde. Y basta. El resto del día, libre. Si luego llega el momento de descansar y os apetece salir a dar una vuelta o hacer algo, siempre podéis improvisar un paseo cerca. O igual un plan tranquilo como ver una película en el sofá puede ser lo mejor para finalizar un día cansado en la montaña.
Sigue las rutinas en la medida de lo posible
Un básico para que los niños pequeños sigan el ritmo del fin de semana: seguir las rutinas en la medida de lo posible. Ten en cuenta la hora de la bañera, de la cena o de la siesta. Ellos estarán de mejor humor y podrán tener un plan mental de lo que irá ocurriendo a lo largo del fin de semana, aun estando fuera de casa.
Mejor no tener expectativas
Los niños son imprevisibles, como también lo puede ser la meteorología. Sé flexible y mantén las expectativas bajas por lo que pueda pasar. Así, si hay que poner buena cara al mal tiempo e inventar juegos de interior, os será más llevadero a todos.
Si vas con bebés, el cambio de aires puede que les haga estar de mal humor, dormir peor o cambiar el ritmo de comidas. Paciencia. Puede incluso que caigan enfermos el día antes y tengáis que cambiar de planes o cancelar el viaje.
Llévate la cámara de fotos, la de toda la vida
Si tienes cámara de fotos, llévatela. Por un lado, te ayudará a dejar el móvil aparcado durante el fin de semana y usarlo solo para llamar o mandar mensajes en algún momento del día -y tu familia te agradecerá que estés menos pendiente del Whatsapp. Por otro lado, la cámara será una buena excusa para que toda la familia participe y haga fotos de sus momentos favoritos.
De vuelta a casa, es muy divertido ver juntos las fotos hechas y recordar momentos. Los niños y los mayores tenemos puntos de vista distintos y una cámara puede ser muy útil para resaltarlo. Si además te animas a imprimir unas cuantas fotos en forma de álbum o de calendario, ¡mucho mejor!
¿Añadirías algún consejo más?
Roser Goula