Consejos para ir a las gargantas de La Vera y tener un buen día
Escrito por
02.08.2021
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Ir a darse un baño refrescante en verano no parece una tarea difícil, sobre todo si se tienen en cuenta las temperaturas que están asolando el país esta temporada estival. Buscar el alivio al calor se ha convertido casi en un imperativo y la necesidad es una excelente manera de saltar obstáculos. En la costa solo hace falta acercarse al mar y en el interior las piscinas se convierten en oasis, pero también suele existir otra opción más natural: las pozas, gargantas o piscinas naturales.
Extremadura y, en concreto, la comarca de La Vera, está bien dotada de estos espacios acuáticos perfectos para darse un chapuzón en aguas cristalinas. Sin embargo, hay que ir bien preparado. Los gozos pueden traer sombras y un buen día de excursión puede torcerse por no conocer bien los ‘requisitos’ para disfrutar del entorno.
Por ejemplo, hay que saber que existen diferentes tipos de gargantas, charcas o pozas. Algunas han sido modeladas por la misma naturaleza y otras por los humanos para acomodarlas a sus necesidades respetando el entorno, por supuesto.
Un ejemplo de este último modelo es el lago Alonso Vega, en Jaraíz de la Vera. Se trata de una piscina natural creada para poder nadar con seguridad en las aguas procedentes de la garganta Pedro Chate. En su orilla hay una explanada de arena blanca que recuerda a la playa, con varias sombrillas bajo las que poner las toallas y una zona de juegos infantiles. No es el único lugar en el que recogerse del sol ya que hay un puente de estilo romano bajo cuyos arcos también se pueden esquivar sus rayos.
La piscina está atravesada por una pasarela que lleva de la arena al chiringuito que está enfrente, por si a alguien le entra el hambre o quiere tomarse una bebida fría. A ambos lados de esa plataforma hay agua, pero en uno casi no cubre mientras que el otro está recomendado sólo para quienes sepan nadar. En los dos se pueden ver peces (algo que les hace mucha ilusión a los niños y posiblemente a muchos adultos aunque les cueste más reconocerlo).
¿Qué habría que tener en cuenta a la hora de desplazarse al lago? Pues varias cosas que son más importantes de lo que parece. Por ejemplo, que llevar un traje de neopreno no es una idea tan descabellada como puede parecer. El agua del lago está muy, muy fría. Puede que quienes estén acostumbrados a nadar en ella digan que no es para tanto, pero aquellos que vayan por primera vez seguramente se queden petrificados al meter el pie.
También, debido a esta temperatura, es más que recomendable encontrar un lugar a la sombra en los días en los que el sol calienta más y llevar agua de sobra. Para hidratarse y para refrescarse con un pulverizador de agua ya que no todo el mundo tiene las agallas de sumergirse en aguas tan frías.
Hay otras que presentan cierto grado de dificultad a la hora de acceder a ellas. Un ejemplo es el charco de la Chorrera, al que se puede llegar a través de la Ruta del Calorzo que empieza y acaba en Valverde de la Vera. El recorrido puede hacerse en bicicleta, pero la bajada al charco no es del todo fácil. Es mejor hacerlo caminando y con un calzado adecuado.
Este último aspecto es necesario tenerlo en cuenta cuando se va de excursión a la naturaleza sea cual sea el destino. En este caso, lo importante es llevar algo que se agarre bien al terreno y que permita andar por las piedras. Una buena idea es llevar unas zapatillas para bajar el camino hasta el agua y después cambiarlas por unas cangrejeras clásicas. Si no apetece cargar con tanto equipaje, las cangrejeras están bien.
En este entorno, el baño no es lo más atractivo del lugar sino el salto de agua que se puede observar (aunque en verano sea menos potente), la vegetación que lo rodea y la diversión de caminar entre las piedras de diferentes niveles para observar el conjunto desde diferentes puntos de vista. Se puede visitar con niños pequeños o personas mayores, hay partes del camino que están escalonadas, pero siempre con prudencia.
Algo que posiblemente no inquiete a los visitantes que no estén acostumbrados al campo, por puro desconocimiento, son las garrapatas. Estos bichos viven en los sitios en los que la vegetación es abundante y saltan a las personas sin que se den cuenta. La picadura de garrapata no es la misma que la de un mosquito común: estas se instalan bajo la piel y pueden provocar la enfermedad de Lyme si están infectadas. ¿Qué se puede hacer para evitarlas? Utilizar repelentes o ir bien tapados, aunque en verano es complicado por el calor.
A medio camino entre los dos tipos de lugares que hemos comentado, están zonas de baño como el Charco Cardenillo de la Garganta de Alardos en Madrigal de la Vera. Se puede llegar en coche (hay que pagar 1 euro por el parking) y el acceso al agua es sencillo, solo hay que bajar una rampa. Pero hay muchas piedras en el fondo y no es raro resbalar mientras se camina hacia la parte más honda y caerse (no es nada agradable).
Además, hay un rincón de arena que recuerda a la playa, pero para conseguir poner la toalla en él hay que pasar por ‘una prueba’ de piedras. Para solventar estos inconvenientes, la mejor solución es hacerse con un par de buenos escarpines. De hecho, solo hay que echar un vistazo a los pies de los habituales para darse cuenta de que son una buena idea.
En esta garganta también se pueden ver muchos peces y los niños se lo pasarán bomba observándolos e intentando cogerlos (algo que es bastante improbable que suceda). Los escarpines son cruciales para evitar lloros y chichones de los pequeños y los sustos de los padres. Es decir, refrescarse sin perder los nervios.
Carmen López
Buenos días!
Vamos a viajar por la zona de la Vera adultos y preadolescentes . Que calzado es el mejor para bañarse ? Gracias