Pastor por un día: experiencias para acercarte a un oficio milenario
Escrito por
06.07.2023
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El éxodo rural de mediados del siglo XX provocó que muchísimas personas, sobre todo jóvenes, se marcharan del campo a la ciudad buscando lo que entonces se entendía que era un «futuro mejor». Esas gentes se habían criado entre ovejas y corderos, cabras y cabritos, cerdos y lechones, pero ni sus hijos ni sus nietos tendrían ya contacto con ese mundo del que huían. Décadas después, con generaciones que no saben, por ejemplo, que el queso es de temporada (¿Cómo puede ser? ¡si todo el año hay en el supermercado!), vuelve el anhelo de viajar a las raíces. Antaño considerado de «paletos» y hoy entendido como lo «auténtico».
Aunque muchos no lo sepamos, seguro que si rascamos un poco en la biografía familiar, aparece alguna abuela, tío o bisabuelo que fue pastora o pastor. Siempre se ha dicho que es un oficio sacrificado, que los animales comen todos los días, que son muchas horas… Estampa que contrasta con la fotografía idílica del pastor tumbado en la hierba, durmiendo o leyendo (o en la actualidad, mirando las redes sociales y respondiendo correos electrónicos), mientras come su rebaño.
A fin de cuentas, es un poco de todo. Y más para los pocos pastores que quedan que siguen practicando la ganadería en extensivo, es decir, que no tienen a los animales encerrados y comiendo pienso, sino que salen todos los días -o casi todos- a pasturar al aire libre.
¿Te llama la atención este mundo? ¿Siempre te has preguntado cómo puede gestionar un solo pastor un rebaño de ovejas? ¿Cuál es el papel de los perros pastores? ¿Qué comen las ovejas? ¿Cuándo dan leche? Cada vez son más los ganaderos que complementan el trabajo de su oficio milenario con una actividad experiencial que consiste en ser pastor por un día.
Una propuesta para acercarte a un trabajo ancestral en familia, con la pareja o con un grupo de amigos, que normalmente se complementa con talleres de elaboración de queso o degustaciones. Una manera de ayudar a mejorar la rentabilidad de una profesión que es mucho más que un negocio, es sabiduría tradicional y cuidado de los montes y del entorno rural.
Un día pastoreando con valores por el interior de Castellón
Jordi Benages es un joven de 33 años que lleva más de diez años dedicado al pastoreo de ovejas de raza Lacaune por las montañas de Xert, una zona rural a 30 kilómetros del municipio de Morella, lindando con las comarcas dels Ports y del Maestrat, en el interior de Castellón.
Si algo caracteriza la pequeña empresa familiar que gestiona con su padre, Joan Benages, es que son de los pocos que lo hacen todo en la Comunidad Valenciana: pastorean el rebaño con mimo cada día por pastos de temporada certificados en ecológico, ordeñan en temporada, elaboran sus propios quesos artesanales con la leche propia (también hacen requesón) y comercializan sus propios productos.
Están comprometidos con el entorno que les rodea, siendo miembros activos de colectivos en defensa del territorio, y utilizan energías renovables de autoconsumo en todos los procesos (ordeño, elaboración del queso, maduración, envasado y etiquetado). Acercase a su «mas» (el nombre que reciben estas explotaciones agrarias tradicionales valencianas y catalanas) es mucho más que aprender el oficio del pastoreo, es también adentrarse en todo un mundo lleno de valores.
Jordi Benages señala que la mayoría de la gente que demanda ser pastor por un día ya están satisfechos con pasar tiempo en la montaña, “sin más, sin ruido, simplemente escuchando los cencerros y los pájaros”. Pero ellos aprovechan para contar su trabajo y, sobre todo, el trabajo de las ovejas: qué aportan al paisaje y a la biodiversidad, el papel que tiene el pastoreo en la prevención de incendios.
Se les habla de la cara positiva, pero también de la negativa, se les muestra una estampa rural realista: “Estamos rodeados de montaña, pero hay zonas que se pastorean que en su momento eran bancales con tierra muy buena para cultivar. Ahora sufrimos una fuerte sequía, con casi seis meses en los que prácticamente no ha llovido nada. Aquí se ven más los efectos del cambio climático”.
Una de las cosas que más gracia le hace a Jordi Benagues es la sorpresa de muchos cuando dice que no le queda queso o solo de un tipo concreto: “Si les decimos que ahora prácticamente no tenemos nada de queso curado, nos preguntan por qué. Hay que tener en cuenta que los animales tienen una temporada y no siempre hay de todo». Y es que hoy en día no son solo los niños y las niñas quienes están desconectados del mundo rural, como dice el pastor: Sus padres y madres también están faltos de información”.
Otras experiencias para ser pastor por un día
Diferentes territorios nos ofrecen la experiencia de acercarnos al oficio milenario por un día, en el que aprenderemos muchas curiosidades, anécdotas y a valorar este trabajo, tanto los adultos como los niños. La labor del pastor se adapta a los ciclos de la vida, así que en cada momento del año se harán unas tareas u otras (pastorear, asistir partos, ordeñar a las ovejas, cuidar de los corderos, etc.).
En Argençola, en la comarca de l’Anoia de Barcelona, podemos reservar El matí del pastor (La mañana del pastor) que propone la empresa familiar Cal Serrats, de ganadería ecológica. Consiste en una mañana entera en el que explican cómo se desarrolla la vida del rebaño, se sale a pastorear a los campos, se puede ver cómo trabaja un perro pastor… Y en junio se las esquila y en otoño tienen corderos pequeñitos.
En Euskadi es muy conocida su oveja autóctona, la «latxa», con la que se hace el afamado queso Idiazábal con Denominación de Origen Protegida. Aquí podemos compartir el día a día de un pastor con Alluitz Natura, en Abadiño, a las faldas del famoso monte Anboto en el Parque Natural de Urkiola.
Además de pasar un día rodeados de animales de caserío, la jornada se completa con taller de queso y cuajadas -que acaban, por supuesto, en degustación-, taller de talos (un tradicional tentempié vasco), se aprende a ordeñar a las ovejas de forma tradicional (en temporada de ordeño), etc.
La quesería Amalur, en el valle de Karrantza, también ofrece actividades de una hora y media para conocer el oficio del pastor con ovejas de raza carranzana.
Otra propuesta es la que nos lanzan desde la Masía los Baños, en Villarroya de los Pinares. La actividad dura de dos horas y media a tres horas y tienen ovejas, cabras, vacas, caballos, burros… También se recogen los huevos recién puestos por las gallinas y enseñan costumbres e historias locales.
Raquel Andrés
Hola mi familia y yo quisiéramos tener la experiencia de ser pastor por un día y de ver el arte de hacer quesos..
Podrías enviarme la información de cómo hacer la reservación?
Vamos a ir a Cangas de onis en Junio
Gracias!