Cómo escoger el mejor restaurante para tus escapadas
Escrito por
22.03.2019
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6min. de lectura
Te has ido de escapada rural, lo has preparado todo, te has informado de qué ver, qué visitar, incluso te has hecho con una guía. Pero llega el momento de comer y ahí es cuando entran las dudas, ¿a que te ha pasado alguna vez? Estás en un lugar nuevo y no tienes ni idea de dónde probar los mejores platos típicos, y tú con las tripas rugiendo. Para que esto no vuelva a ocurrir nunca, te contamos algunos trucos infalibles para saber escoger el mejor restaurante en tus escapadas.
Planifica antes
¡Con la comida no se juega! No vale improvisar. Antes de pisar terreno, es interesante que prepares tu propio plan gastronómico. Antiguamente era más complicado, pero ahora tenemos la tecnología como nuestra principal aliada.
Piensa en dejar un hueco para comer entre las diferentes visitas y actividades programadas y haz una primera selección de posibles restaurantes en función de los lugares donde preveas que estarás a la hora de la comida. Para ello, encontrarás información en cualquiera de las numerosas aplicaciones gastronómicas donde se valoran restaurantes.
Puedes usar, por ejemplo, Foursquare, que te permite filtrar restaurantes en función de un precio y la distancia donde se ubican. También es muy útil El Tenedor, que te permite reservar on line y con descuentos; o TripAdvisor, el clásico entre los clásicos de las reseñas. Encontrarás más información interesante en blogs de gastronomía, prensa y también en las redes sociales de influencers gastronómicos.
Infórmate de la tradición gastronómica
Puestos a planificar todo lo que tenga que ver con lo gastronómico en tu próxima escapada rural, no estará de más que te informes antes de la historia y las tradiciones culinarias de la región que vas a visitar.
Apostar por las tradiciones gastronómicas siempre es un valor seguro: suelen basarse en la excelencia de las materias primas, en su proximidad y, cada vez más, todo ello combinado de una forma moderna. Así, si por ejemplo, tu escapada rural es a Asturias, deberás saber que además de la fabada, deberías probar el cachopo o los escalopines al Cabrales. O, si has apostado por recorrer Andalucía, que tienes aceites de Priego, o los jamones de Huelva o las pasas de málaga.
Busca los sellos de Calidad Diferenciada de cada uno de los lugares que visitas. Hay muchos además de la Denominación de Origen Protegida (DOP): Especialidad Tradicional Garantizada (ETG), Indicación Geográfica Protegida (IGP), por ejemplo. Las cartas de los restaurantes suelen hacer referencia a estos productos.
Los reconocimientos son por algo
Hoy en día, todo está evaluado y puntuado. Personas y negocios recibimos likes y favoritos cada día en una especie de ránking social. Así, fíjate que en los restaurantes, al igual que en otros establecimientos turísticos, suele haber el indicativo de alguna de las plataformas sociales más populares mostrando la puntuación alcanzada por el negocio. Mientras más alta la valoración, mejor. Significa que antes de ti, otros usuarios entraron y les gustó lo que se encontraron.
Los restaurantes se han dado cuenta de la importancia de una valoración alta y suelen gestionar todo correctamente para ser evaluados y posicionarse entre los mejores de la zona. Saben que funciona como un efecto llamada y acabará por traerles más clientes. Entre los reconocimientos más habituales están los de la guía Michelin (por norma, alta cocina), la Guía Repsol, que es muy popular en España, TripAdvisor y Routard.
Si se ve mucha gente es bueno
Este truco lo conocemos todos, y muchos lo aprendimos de escapadas hechas con nuestros padres. Tiene otra variante que seguro también conocéis: si en el aparcamiento de un restaurante de carretera hay muchos camioneros es que se come bien, abundante y a buen precio.
La norma de la mayoría no suele fallar nunca. Y es que por algo todas esas personas han elegido el mismo restaurante, ¿no? El conjunto de preferencias nos indica que el establecimiento es bueno y cumple con lo necesario. Así que, ¡paciencia y a la fila!
Sólo hay que tener la precaución de fijarnos si los de la fila son todos turistas. Entonces, ¡huye! No es en absoluto una buena señal. Estos lugares suelen atraer con falsas ofertas, no cuidan la calidad y, puede que debido a la demanda o porque igual aparecen en la guía de turno, hayan aprovechado para subir los precios de los platos.
¿Qué tipo de platos tienen?
Antiguamente era más fácil: había restaurantes de diario, con menús caseros, los había de carta, para los domingos y festivos y luego estaban los de alto postín, reservados para momentos más especiales. Pero hoy en día, la gastronomía anda de tendencia en tendencia y así hay restaurantes especializados en alimentos orgánicos, otros cocinan a la brasa, o sólo ofrecen comida healthy (saludable para los profanos).
Al seleccionar el restaurante hay que poner atención en el tipo de comida que ofrece. Las alternativas son muchas y hay que buscar la que mejor nos encaje. No es lo mismo viajar con niños, que tal vez prefieran el plato típico de macarrones, que con amigos a la última, padres o con una pareja vegetariana.
Antes de entrar en el primer restaurante que veas, intenta informarte un poco del tipo de cocina que tienen. A veces, el nombre del establecimiento ya te da alguna pista, si no, en la actualidad, muchos restaurantes tienen la carta colgada en su propia web o manejan redes sociales donde explican qué tipo de cocina hacen.
¡La primera impresión cuenta!
Cuando ya te hayas decidido por una alternativa, déjate guiar por tu propio instinto. Antes de entrar, revisa que la carta esté visible y, sobre todo, que los precios y la oferta coincidan con lo que ya habías visto. Puede ocurrir que hayas consultado información no actualizada y te lleves una sorpresa cuando ya estés en la mesa.
Comprueba también que las instalaciones son las que viste en Internet. La decoración interior y su mantenimiento dicen mucho de la correcta gestión de los dueños del restaurante. La imagen y el ambiente del salón son aspectos tan importantes como lo es la buena comida. Si no estamos a gusto, si hay mucho ruido, si se filtran los olores de la cocina, todo ello hará que no disfrutemos de la experiencia.
En este sentido, otro aspecto clave es la higiene. Aquí el olfato no falla. Fíjate en el suelo, en la mantelería, cubiertos… Si lo que tú ves no está correcto, ¡imagina cómo debe estar la cocina que no ves!
¡Que aproveche!
José Alejandro Adamuz