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El oro lleva disolviéndose en el núcleo original de los Pirineos desde el Paleozoico: hace unos 300 millones de años. La erosión fue diluyendo esas rocas con sus minerales sobre el río Segre, por eso hay oro en este río. Y han vuelto las actividades para buscar pepitas de oro en el Segre, especialmente a la altura de Balaguer (Lleida). Vuelve la fiebre del oro, pero sin prisas, sólo para pasarlo bien y enriquecerse con la experiencia.
El río Segre se considera un río aurífero. El Centro de Interpretación del Oro del Segre divulga la historia y las características del río. Uno de los pasajes más intensos de su historia tiene que ver con la presencia de oro.
Los árabes que conquistaron este territorio no fueron expulsados hasta el siglo XII, bien entrada la Edad Media. Los cristianos no conseguían apropiarse de esta tierra porque los árabes pagaban a las tropas con el oro que se extraía del Segre. Era un núcleo con recursos naturales.
Hoy la extracción de oro del Segre es una de las actividades más divertidas y enriquecedoras del Centro de Interpretación del Oro del Segre. Durante la actividad se aprenden las técnicas de localización y extracción de oro. Y si consigues encontrarlo, te lo llevas para casa. El gramo de oro de 18 Quilates se paga a 28.95 €
Cómo se extrae oro de los ríos
El oro es un metal pesado: el oro permanece mientras otros metales se los lleva el río. No es una cuestión de peso, sino de densidad. La densidad expresa la relación entre masa y volumen. Es la cantidad de materia que hay en un volumen. Una pequeña pepita de oro es más densa que cualquier otro metal.
¿Y?
Una vez localizada una zona de sedimentación, tal y como enseñan desde el Museu d’Interpretació, toca ponerse las botas y coger la batea. Con la batea se recoge un puñado de tierra y piedras. Una vez en el río, dipuestos a favor de la corriente, se acaricia con agua el contenido de la batea.
Es una labor que requiere paciencia y cierta precisión. Unas vueltas a la batea y un pequeño impulso hacia fuera: el objetivo es expulsar las piedras, la tierra y los minerales más ligeros. El oro es uno de los elementos más densos del universo, por eso, si está, permanecerá en el recipiente.
Después de cada ejercicio, bastará mirar el contenido filtrado de la batea. Hay que estar atentos: las pepitas de oro pueden ser minúsculas. Si escogéis un día de sol, podréis identificarlas más fácilmente por el brillo.
Si queréis aprender más, os recomendamos una escapada a Balaguer y a su Museo d’Interpretació del Segre. También enlazamos la obra del Dr. Manuel Viladevall Solé, ingeniero geólogo: La prospección de placeres de oro y otros minerales densos.
¿Por qué el oro se mide en «quilates»?
Los griegos han pasado a la historia por ser los inventores de los mitos, la democracia y la filosofía. Con tantos y tan grandes atributos, ha pasado desapercibido su contribución a la joyería.
Quilate es un derivado de la palabra griega keratio: «algarroba». Un quilate es una semilla de algarrobo. Como lo oyes. Los griegos se dieron cuenta de que las semillas de algorrobo siempre pesan lo mismo, de modo que las utilizaron como instrumento de medida. Los romanos adoptaron las semillas en sus balanzas de peso: una moneda de oro pesaba lo mismo que 24 semillas de algarrobo (24 quilates).
Hoy en día el «quilate» del oro indica la pureza, no el peso. Es decir: la aleación de oro con cobre o plata. Una pieza de 18 quilates contiene 3/4 de oro y 1/4 de otro mineral. Pero en otras joyas, como el diamente, el quilate expresa su peso. Lo mires por donde lo mires, el oro siempre es especial.
Escapada Rural