¿Es posible vivir de una pasión? ¿Cómo se logra monetizar lo que nos gusta? En muchas ocasiones ponemos el alma en un negocio del turismo rural pero perdemos la perspectiva del objeto final: vender.
Este fue el tema expuesto por Evarist March, gerente NaturalWalks, en la primera ponencia de #COETUR2018.
«Como agencia de viajes que somos, con lo que más cómodos nos sentimos en Naturwalk es con las casas rurales», dijo March a los asistentes. El emprendedor quiso empatizar con los propietarios diciendo que él tiene las mismas preguntas que muchos de los que están en el sector. «Por eso quiero comentarlas con vosotros», continuó.
March lanzó al público un ejercicio. «Lo primero que hay que pensar cuando quieres vender algo es qué ingredientes tienes», explicó. Acto seguido mostró la imagen de una masía catalana para que los asistentes pudieran decir en alto qué veían en la imagen.
El reto pretendía hacer pensar a los propietarios qué tenía de diferente aquel lugar para diferenciarse de la competencia. Acto seguido invitó a que todos revisasen sus folletos y páginas webs para ver si reflejaban la esencia del lugar: «A veces lo que más aprecian los viajeros ni siquiera está en la comunicación de la casa».
March también preguntó qué significa ser un buen profesional. Algunas de las respuestas de los propietarios fueron «Que hacen bien su trabajo, que son constantes, que están formados y están bien valorados». Palabras con las que March estaba totalmente de acuerdo.
«No hay buen producto sin buenos profesionales detrás», apuntilló. Dos puntos esenciales para tener buenos clientes que irán evolucionando y nos obligarán a mejorar nuestros servicios.
Para March, un buen profesional es aquel que sabe quiénes son sus clientes, qué está pasando en el mercado y que tiene información acerca de su sector. Otra de las cualidades que debe tener un propietario es pasión: «Sin pasión no hay negocio», apuntó. Y, sobre todo, es aquel que tiene aptitudes y habilidades. Aquellos que están dispuestos a actualizarse y a mejorar.
Otro de los puntos tratados durante la ponencia fue qué es realmente un buen cliente. «¿Quiénes son los clientes que tiene una casa? Esto es importante porque a veces el dinero no compensa tener determinados huéspedes. Hay que saber a quiénes queremos dirigirnos y tener con nosotros», explicó March.
Algunas preguntas importantes que también hay que hacerse es saber dónde están esos clientes, saber si lo que ofrecemos tiene un nombre (enoturismo, turismo de aventura, etc.), qué es lo que realmente nos diferencia de la competencia, con qué marcas nos identificamos y, sobre todo, dónde queremos estar en cinco años.
Acto seguido, March definió lo que para él es el turismo rural. «Para mí es el placer de ofrecer vida saludable». También considera que esto es lo que buscan muchos de los turistas que se decantan por una escapada rural.
La ponencia concluyó con la importancia del tiempo. La diferencia entre la ciudad y el campo y la tranquilidad con la que los minutos pasan en el segundo caso. «Estamos vendiendo naturaleza y lujo». El lujo del silencio, los detalles y el entorno.
Laura Fernández