Ante la búsqueda de un paraje natural espectacular, pueblos con una tradición gastronómica exquisita y actividades inmejorables, en ocasiones, se nos olvida un factor realmente importante en verano: el calor. Si eres una persona que tiene dificultad para soportar las altas temperaturas, pero quieres disfrutar de una escapada veraniega, hemos preparado un listado con las casas rurales más acondicionadas para combatir el calor.
La Gasparina (Ávila), un oasis en plena montaña abulense
Cuando pensamos en Ávila, habitualmente, se tiende a imaginar un lugar un tanto desértico, en medio de la nada. Sin embargo, hemos querido darle la vuelta a este prejuicio y sorprenderte con un paraje natural espectacular.
La Gasparina se encuentra en Arenas de San Pedro, en un bosque en el que sentir el aire fresco y el cantar de los pájaros. Es una casa rural única con apartamentos que ofrecen vistas directas a la naturaleza con un acceso exclusivo a pozas naturales en una reserva fluvial. Situada en una montaña de 20.000 m² con vistas al Valle del Tiétar, podrás disfrutar de un microclima especial.
Cuenta con agua de manantial y abundante flora, incluyendo tilos, castaños, enebros, robles, madroños y alcornoques. La cabaña principal tiene dos plantas: una planta baja con baño, cocina y sala, y una planta alta con una habitación de 24 m². No obstante, también cuenta con las cabañas Gaspi 1 y Gaspi 2 (de 18 m² cada una) que ofrecen comodidades modernas con vistas espectaculares.
Cortijo Rural Rincón Cabero, la sorpresa de Albacete
Si quieres transportarte a un lugar alejado del calor y el estrés de la ciudad, no existe mejor opción que el Cortijo Rural Rincón Cabero. Este alojamiento rural es un antiguo cortijo de pastores que se encuentra rodeado por la paz de los bosques y los manantiales. No solo la naturaleza que rodea la casa ayuda a templar el clima; el material de su estructura es de piedra vista, manteniendo un ambiente fresco durante todo el verano.
Con más de tres siglos de historia, ha sido restaurado para quienes buscan un paraíso a los pies del Calar de la Sima y su pico Mentiras. Cuenta con un salón comedor, cinco habitaciones, dos baños y una cocina completamente equipada, además de ofrece estufa y horno de leña, televisión y utensilios de cocina variados. Para completar la experiencia rural, debes saber que esta vivienda es sostenible al funcionar con luz solar.
Finca Contrabando (Huelva), una escapada de digno de una celebrity
¿Alguna vez te has imaginado dándote un chapuzón en una alberca de agua salada? Piensa en el olor a naturaleza, la brisa fresca, el muelle para disfrutar del atardecer… La Finca Contrabando se encuentra en el Andévalo, una zona fronteriza con Portugal y ofrece cinco apartamentos turísticos (cada uno para cuatro personas) con camas individuales, baño, cocina, wifi, aire acondicionado, estufas de pellets, ducha XL y smart TV.
Las áreas comunes incluyen un acogedor salón con chimenea, una alberca de agua salada con vistas al río Guadiana (para refrescarte en todo momento), una pérgola para eventos y una tarima de madera (con piscina) para actividades al aire libre.
Para tener una llegada de película, se puede acceder a la finca en barco o en bicicleta, aunque también puedes acceder por el camino natural del Guadiana. Si eres un apasionado de los eventos y quieres celebrar uno por todo lo alto, la finca dispone de capacidad para 20 personas, con un amplio aparcamiento.
Para completar la experiencia, a solo cinco minutos a pie del pueblo, podrás disfrutar de actividades como tirolina transfronteriza, alquiler de bicicletas, rutas a caballo y deportes acuáticos en el río.
O Lhugar Darriba (A Coruña), una casa de cuento para combatir el calor
No es de extrañar que el norte cada día esté más demandado. Cuenta con un clima veraniego y fresco en el que poder desconectar del estrés del día a día. En concreto, O Lhugar Darriba es una casa rural (de piedra y madera) muy acogedora que se encuentra rodeada por un jardín repleto de flores.
Tiene dos plantas: la primera alberga un gran salón-comedor con chimenea de leña, un espacio de lectura con biblioteca, un aseo y una cocina luminosa. La segunda planta cuenta con un baño, una habitación doble con vestidor y una habitación con dos camas individuales que dispone de muebles hechos a mano. En el exterior, el jardín (que cuenta con árboles frutales) acoge un porche y un alpendre con barbacoa. Como toque final, este paraíso gallego permite la entrada de mascotas.
