Un Jardín Escondido para descubrir las maravillas de Cantabria

Hay alojamientos rurales que son auténticas joyas por descubrir. Rincones ocultos que esperan con los brazos abiertos al visitante para grabar en su memoria recuerdos inolvidables. Es el caso del Jardín Escondido de Helgueras, en el municipio de Val de San Vicente (Cantabria). Una casa rural coqueta, elegante, evocadora, abierta y sorprendente, de esas que no quieres abandonar el día de tu partida.

Si resulta que, además, el jardín se oculta en una de las zonas más atractivas del litoral cántabro, en el corazón de la Costa Verde y a los pies de los Picos de Europa, la combinación resulta perfecta. El jardín se convierte en un edén desde el que descubrir las maravillas de Cantabria. Nos esperan el primer Parque Nacional de Europa, las increíbles cuevas de El Soplao, algunas de las playas más bonitas de España, espectaculares rutas de senderismo e increíbles pueblos costeros. ¿Se puede pedir más?

La zona exterior de El Jardín Escondido

Lo primero que destaca en El Jardín Escondido de Helgueras es precisamente su zona exterior. El extenso jardín está repleto de vegetación y lleno de rincones con encanto. Nos hará sentir en contacto con la naturaleza sin la necesidad de salir de la casa. Así que, ¡imaginaos cuando vayamos a dar un paseo!

Además, resulta perfecto si nos alojamos con niños. El recinto está completamente vallado, es para el disfrute exclusivo de los huéspedes de la casa y dispone de mucho espacio para jugar. Ya sabemos que la seguridad de los pequeños (y la tranquilidad de los papás) no se puede negociar.

Conocido es que en el norte refresca, así el jardín dispone también de una cabaña exterior cubierta con zona de fitness, recreo y una moderna barbacoa de gas, todo un imprescindible en las escapadas de grupo o familiares. Asimismo, hay espacio para aparcar los coches en el interior de la propiedad, lo que siempre nos quita preocupaciones.

Espacios comunes de reunión o desconexión

Cuenta también con diferentes zonas comunes, tanto al aire libre como cubiertas, en las que poder crear nuestros pequeños espacios de reunión o de desconexión (como prefiráis). Nuestro favorito: dejarnos bañar por el sol (cuando sale), tumbados en esas hamacas con vistas a la montaña. ¡Qué gustito!

Por si fuera poco, la casa dispone de un precioso huerto ecológico del que, por cierto, podremos hacer uso durante nuestra estancia. Exprimir naranjas directamente recogidas del árbol para el zumo matinal, o preparar la ensalada con lechugas y tomates que acabamos de recolectar, no tiene precio. Creednos, urbanitas.

Una mezcla de decoración náutica y tradicional

Si el Jardín Escondido solo fuese un jardín, obviamente, no estaría en EscapadaRural. La casa es muy acogedora, colorida, con una decoración rústica en piedra y madera muy cuidada y evocadora. Predominan los motivos náuticos y los tradicionales: maquetas de barco, ojos de buey, utensilios de navegación, litografías; trajes regionales, zuecos, gramófonos, bastones, muebles restaurados… Todo pensado para el relax y la desconexión, pero haciéndonos sentir en un hogar.

En la planta baja encontraremos un amplio salón con chimenea y una zona de comedor con todas las comodidades. También dispone de una cocina con equipamiento completo, una zona de desayuno, un aseo de cortesía y un espacio dedicado a lavandería. Y, por último, otro de nuestros rincones favoritos de la casa: un precioso y acogedor despacho-biblioteca. Ya nos podemos imaginar sentados tras el escritorio, al final de un intenso día de turismo, registrando nuestras aventuras en un cuaderno de bitácora…

La casa dispone de seis habitaciones. En la primera parte se sitúan cuatro de ellas, todas con baño privado. Dos de las habitaciones de esta planta son suites que cuentan con un pequeño salón privado, para garantizar el confort de sus ocupantes. En la segunda planta se ubican las otras dos habitaciones, que en este caso comparten baño. En total, El Jardín Escondido está pensado para acoger ocho personas, con capacidad ampliable hasta los veinte huéspedes, a petición de los clientes.

Refugio perfecto para conocer el noroeste de Cantabria

Como decíamos al principio del artículo, El Jardín Escondido resulta simplemente perfecto como base de operaciones para visitar el noroeste de Cantabria e, incluso, la vecina Asturias. En un radio de apenas 30 kilómetros encontraremos numerosos puntos de atracción con opciones para todos los gustos: turismo de playa o de montaña, patrimonial, histórico e, incluso, gastronómico. Y, por supuesto, turismo rural.

Con respecto al turismo de naturaleza, el Parque Nacional de los Picos de Europa está a tiro de piedra del alojamiento. Su ubicación es perfecta si queremos hacer una de las rutas más espectaculares de España, la Ruta del Cares, o visitar otros puntos míticos de la cordillera, como el Naranjo de Bulnes o los Lagos de Covadonga.

Senderismo, playas y cuevas cerca de El Jardín Escondido

Pero no solo eso. En su entorno más próximo también podemos encontrar rutas de senderismo más que interesantes. Buenos ejemplos serían la senda fluvial del río Nansa, la ruta costera Pendueles-Llanes, el parque natural de Oyambre o el famoso bosque de las Secuoyas cántabro. También podemos acercarnos hasta el acantilado de El Bolao, todo un espectáculo natural cerca de Comillas. En la parte de la costa asturiana, podremos admirar el espectáculo natural de los bufones de Santiuste, Arenillas y Ballota, muy cerca de Llanes.

Si hablamos de playas, el tramo costero más cercano a El Jardín Escondido tampoco se queda atrás. Desde aquí podremos acceder en menos de media hora a algunas de las playas más espectaculares de la costa cántabra y asturiana, como La Franca, Toró, Niembro, Gulpiyuri, Prellezo, Gerra u Oyambre, entre otras. Muchas de ellas ofrecen la opción de practicar deportes acuáticos como el surf, el snorkel o el kayaking.

Otro gran atractivo de la zona son las visitas a cuevas. La cueva de El Soplao, considerada la capilla sixtina de la geología, es una excursión imprescindible que encantará también a los más pequeños, con su tren minero. Además, es 100% accesible. Muy cerca encontramos también la cueva de El Pindal, cuyas pinturas rupestres están consideradas Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Pueblos con encanto y una gastronomía con estrella

El Jardín Escondido, asimismo, también es un buen punto de partida si queremos conocer algunos de los pueblos más bonitos de Cantabria y de Asturias. La casa se sitúa a tiro de piedra de San Vicente de la Barquera, un precioso pueblo medieval con aroma marinero; Comillas y su capricho de Gaudí, todo un atractivo para los amantes de la arquitectura; Santillana del Mar, Potes o Cabezón de la Sal; además de los asturianos Pimiango, Llanes y Colombres, con su sorprendente arquitectura indiana.

Por último, la casa El Jardín Escondido también es capaz de conquistar a los amantes de la gastronomía. En el entorno de Helgueras podemos encontrar varios restaurantes con estrella Michelín, además de numerosas opciones más asequibles para el bolsillo pero igualmente recomendables para descubrir las maravillas de la cocina cántabra y asturiana.