Rutas por El Carche, la sierra murciana en la que se habla valenciano
Escrito por
08.03.2025
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6min. de lectura
Sierra del Carche, Murcia. Por Justo7070 (Wikipedia)
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El valenciano es la lengua oficial de la Comunidad Valenciana. Pero los sistemas culturales de los pueblos a menudo desdibujan las fronteras administrativas. Es lo que pasa en la sierra del Carche, un conjunto montañoso que pertenece a Murcia. Se alza como límite geográfico con la provincia de Alicante y aquí, curiosamente, se puede escuchar hablar una variante dialectal del catalán.
Y es que, cuando viajamos a zonas rurales, cada persona tiene sus razones. O puede ser una amalgama de ellas. Por los paisajes, por la gastronomía, por sus encantos naturales, por el clima y, por supuesto, para acercarnos a la cultura autóctona. Nos adentramos en la sierra del Carche para caminar por sus senderos. Visitaremos los pueblos que le rodean para escuchar un valenciano un tanto peculiar.
¿Por qué se habla valenciano en Murcia?
Raspay es una localidad y pedanía que pertenece al municipio de Yecla, en la Región de Murcia. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, apenas tiene 121 habitantes. Si uno pasea por sus calles con calma y afina el oído puede pensar que se ha colado en una pequeña Torre de Babel. Se puede escuchar a sus habitantes hablar en castellano, en inglés y en valenciano. Todo tiene un motivo. El inglés se habla porque tiene una creciente comunidad británica que ha decidido mudarse a un clima aparentemente más benigno por poco dinero. Aunque hay que decir que aquí los veranos son realmente tórridos.

Por otro lado, el valenciano está presente porque, hacia el siglo XIX, llegaron muchos vecinos del valle del Vinalopó, una zona valenciano-parlante de Alicante. La lengua propia de los valencianos se extendió por hasta 22 poblaciones próximas a la sierra del Carche y hoy todavía sobrevive, en mayor o menor medida, en Raspay, Torre del Rico, El Carche, Cañada de Trigo o Cañada de Leña. Hay que decir que el valenciano que se escucha por estos lares no es oficial ni normativo. Está lleno de barbarismos y castellanismos, ya que no se ha estudiado en la escuela, sino que se ha transmitido de forma oral en las familias. Así que absténganse los puristas de la lengua.
El valenciano que se escucha por estos lares no es oficial ni normativo. Está lleno de barbarismos y castellanismos, ya que no se ha estudiado en la escuela, sino que se ha transmitido de forma oral en las familias
Desde instituciones como la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) se han impartido clases a petición de los ayuntamientos locales durante años. No obstante, siempre se topan con un obstáculo: la dificultad de encontrar profesorado. El alumnado interesado suelen ser personas que quieren perfeccionar la lengua para opositar en administraciones alicantinas cercanas en las que es un requisito.

Es curioso comprobar que esta isla lingüística enclavada en Murcia está cerca de municipios de la provincia de Alicante en los que prácticamente ya nada se habla el valenciano. Por ejemplo, Elda, Sax o Villena.
Rutas por la sierra del Carche
Además de visitar los pueblos que rodean a la sierra del Carche y comprobar que aún perdura un valenciano especial, sus montañas son un buen sitio para estirar las piernas y hacer algo de deporte en plena naturaleza. El parque regional incluye las sierras del Carche, de las Pansas y el Cabezo de la Rosa, que es Lugar de Interés Geológico (LIG) y forma parte de la Red Natura 2000.

En verano hace calor, así que se recomienda evitar esta estación para recorrer sus pistas y senderos. En todo caso, siempre debes protegerte bien del sol. Además, es conveniente ir con buenas dosis de agua en la cantimplora por su falta de fuentes. Apenas hay algún pequeño manantial intermitente, en el que no brota agua todo el año. Aquí te dejamos algunas de las mejores rutas para conocer la sierra del Carche.
Subida a la Madama
El pico de la Madama o Carche es el punto más alto de la sierra, con sus 1.371 metros de altitud. Una ruta interesante para coronarlo es la que parte desde la entrada noroeste del parque, donde está el aparcamiento. Pasa por el collado del Pozo de la Nieve, un interesante lugar que nos recuerda al momento en el que no había congeladores en las casas y había que fabricar el hielo con estas construcciones.
Longitud: 20 kilómetros
Dificultad: media/alta
Tipo de ruta: circular
En la cima, veréis un refugio de madera que está muy bien conservado y con unas espectaculares vistas de 360 grados del entorno. Ideal para almorzar o, incluso, pasar la noche. Acabamos pasando por el albergue de la Peña antes de volver al coche. La ruta son unos 20 kilómetros con un desnivel positivo de 900 metros, que se completan en unas cinco horas. Podéis seguirla con este track.

De Casas de La Rosa al barranco del Saltaor
Se trata de una ruta lineal que se puede iniciar desde ambos puntos y en la dirección en la que se quiera. Son 10 kilómetros de dificultad media-baja, con un desnivel de 550 metros, y perfectamente señalizada como PR-3. Nos ocupará alrededor de 3-4 horas. Para llegar al punto de salida desde Jumilla, cogemos la carretera A-15 hasta el cruce de las Casas del Carche.
Longitud: 10 kilómetros
Dificultad: media/baja
Tipo de ruta: lineal
El recorrido nos adentra en el corazón del parque natural, entre pinos y coscojas. Entre la fauna destacan las especies forestales, como el arrendajo o el águila calzada. Las zonas más húmedas de los barrancos tienen flora muy restringida en Murcia, como durillo (Viburnum tinus), rosal silvestre (Rosa canina) o madreselva (Lonicera implexa). No te vayas de las Casas de La Rosa sin ver los ejemplares monumentales de encinas que hay en la zona.
Una gastronomía vecina un tanto desconocida

Para acabar, si has abierto el apetito con estas rutas, te recomendamos que cruces la “frontera” con Alicante y te acerques al cercano El Pinós. Es un pueblo conocido por sus suculentos gazpachos manchegos, un plato abundante y agradecido, especialmente en invierno.
Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.
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