Cárcavas de Pontón de la Oliva: el valle de la Muerte a una hora de Madrid

Son muchos y muy diversos los paisajes que nos deja la geografía española. Uno de los más peculiares lo encontramos en el norte de la Comunidad de Madrid, muy próximo a la sierra de Ayllón. Un lienzo rojizo de profundos y afilados cortes conocido por el nombre de cárcavas que bien podría ser el protagonista de una película marciana. Otros incluso se atreven a compararlo con las formaciones rocosas del Parque Nacional del Valle de la Muerte, en Estados Unidos.

¿Pero qué son las cárcavas? Se denominan así a las incisiones que se producen sobre suelos arcillosos y que presentan fuertes pendientes. Este es el caso de las cárcavas de Pontón de la Oliva, donde el agua ha erosionado con paciencia y tesón un terreno con alta concentración de arcilla hasta diseñar esta obra natural que cambia día a día.

Para disfrutar de esta singular obra de la madre naturaleza nos desplazamos hasta Pontón de la Oliva, una localidad madrileña situada muy cerca de la pintoresca Patones de Arriba. De hecho, estos municipios están tan próximos que a veces a este lugar se le conoce como las cárcavas de Patones.

Cómo llegar a las cárcavas de Pontón de la Oliva

Existen dos vías para conocer las cárcavas a pie: una muy asequible y otra de dificultad media.

Si optamos por la vía sencilla, una vez en Pontón de la Oliva se debe tomar la carretera de acceso que deja atrás el embalse, hasta llegar a un curva muy cerrada donde podremos dejar el coche a un lado de la carretera. Desde allí recorreremos un sendero bastante estrecho que transita por campos de cultivo hasta alcanzar una colina con cierta inclinación. Esta opción no lleva más de 30 minutos y es, con mucho, apta para todos los públicos.

Para los más aventureros, hay otra posibilidad que permite llegar hasta ellas con algo más de dificultad. Se trata de una ruta circular que atraviesa la localidad de Alpedrete de la Sierra y que tiene como compañero especial de ruta el cauce del río Lozoya. Una vez alcanzado Alpedrete, seguiremos por la carretera hasta llegar a un camino de tierra de paso de ganado, un camino que nos permitirá alcanzar el punto de mayor elevación de las cárcavas y que nos ofrece unas vistas que nos dejarán expectantes por su espectacularidad y fotogenia.

Recorrer los 10 kilómetros de esta segunda opción lleva unas tres horas, aproximadamente, pero es más que recomendable pues permite conocer las cárcavas desde abajo y ofrece paisajes de gran belleza natural.

Elijamos la alternativa que elijamos, lo cierto es que estaremos ante una impactante imagen de postal que nos hará plantearnos lo especial del planeta en el que vivimos. Eso sí, las cárcavas de Pontón de la Oliva son tan peligrosas como impresionantes, por lo que se deben extremar las precauciones y no subirse a ninguna de las formaciones, por mucho que nos pueda apetecer hacerlo.

Si has visitado las Bardenas Reales de Navarra o las Médulas de León, quizá encuentres similitudes, no tanto en la naturaleza de su formación sino en la composición colorista del paisaje y en lo singular de sus formaciones.