Camí de Cavalls o cómo dar la vuelta a Menorca
Escrito por
24.08.2022
|
3min. de lectura
La mediterránea Menorca es uno de los destinos estrella del verano. Razones no le faltan: calas y playas de preciosas aguas turquesa, pueblos pintorescos, rincones con encanto, interesante patrimonio y cultura, animadas fiestas populares, deliciosa gastronomía… Suma y sigue.
Pero además de lo ya mencionado, Menorca es una isla que resulta de lo más atractiva para los amantes del senderismo. ¿El motivo? Su Camí de Cavalls (GR 223), una ruta homologada y muy bien señalizada que permite recorrer por completo el litoral. Sus 185 kilómetros permiten dar la vuelta a la isla ofreciendo a su paso un auténtico desfile de bellos paisajes.
Si bien en la actualidad el Camí de Cavalls está diseñado para su disfrute, en su día -en la época de Jaume II (1330)- el cometido de este sendero histórico era defender la costa menorquina ante posibles ataques. El camino lo recorrían los colonos que hacían de vigías protectores a lomos de sus caballos. También fue utilizado en el siglo XVIII, durante las dominaciones inglesa y francesa.
Tiempos bélicos atrás, el Camí de Cavalls fue recuperado e inaugurado como camino público en 2010 y forma parte de las rutas europeas de gran recorrido. En total, está compuesto por 20 etapas oficiales de diferentes niveles de dificultad que están diseñadas para realizarse de manera completamente independiente.
La ruta Camí de Cavalls
Aunque para recorrer sus 185 kilómetros se necesita bastante tiempo (más de 7 días), con una buena planificación la senda circular del Camí de Cavalls se puede completar en su totalidad. Es cuestión de elegir bien las paradas y los alojamientos estratégicos para reponer fuerzas. ¿Se puede hacer en bici? La respuesta es sí: el sendero también puede recorrerse sobre las dos ruedas.
Elijas la opción que elijas, es muy recomendable completar cada etapa de Este a Oeste pues, de este modo, los rayos solares los tendremos a la espalda evitando que nos deslumbren y favoreciendo la iluminación del paisaje. Y, por supuesto, además de ir bien provisto de agua, comida y calzado apropiado (gran parte del suelo es bastante pedregoso), no hay que olvidar la protección solar y una gorra, en verano. O ropa de abrigo, en invierno.
Los atractivos del Camí de Cavalls son muy numerosos y variados. Si hablamos de patrimonio y monumentos, algunos de los más importantes son la torre de Fornells, la mayor estructura defensiva de Menorca; la fortaleza de La Mola; el castillo de San Felipe, construido a mediados del siglo XVI tras el ataque de Barbarroja a Mahón; o las ancestrales construcciones talayóticas. Entre estas últimas sobresale la Naveta des Tudons, utilizada entre los años 1200 / 750 a.C. como el monumento más emblemático de la Menorca talayótica. Estas construcciones funerarias son el legado de la historia prehistórica de Menorca y forman parte de su identidad.
En cuanto a los faros, el Camí de Cavalls permite visitar hasta 7 torres de vigía marítimas que hay repartidas por la isla. Si llegas al faro de Cavalleria al atardecer disfrutarás de una de las puestas de sol más mágicas y románticas de Menorca.
El camino recorre todo el litoral, por lo que hay abundancia y variedad de playas y calas. Desde las populares cala Macarella, Macarelleta, Galdana y Turqueta, hasta algunas menos conocidas pero igual de bonitas como es el caso de la playa Binigaus. El litoral menorquín en su máxima expresión.
Elísabet García