Buenas prácticas de actuación y medidas preventivas ante el coronavirus en turismo rural
Escrito por
12.03.2020
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El sector turístico es uno de los principales afectados por la crisis generada por el coronavirus. Las restricciones de movilidad y el miedo a los contagios han empezado a provocar muchas cancelaciones y es posible que el número siga aumentando. La Semana Santa, una de las fechas más favorables para el ámbito hostelero, cada vez está más cerca y el control de la epidemia no parece muy factible en este momento.
Sin embargo, no hay que perder la calma ni dejarse llevar por el alarmismo. De hecho, el sector rural no está siendo el más afectado en cuanto a cancelaciones de reservas por el momento. Las grandes cadenas hoteleras son las que están sufriendo un impacto más fuerte debido a varios factores, casi todos relacionados con su capacidad de habitaciones y al tipo de clientela a la que atraen.
Uno es la suspensión de los viajes del Imserso de 200.000 pensionistas al menos durante un mes. Otro, la cancelación de congresos y demás eventos con alta concentración de personas (el último, las Fallas de Valencia) y otro la cuarentena impuesta en algunos países como Italia. Y, por supuesto, el temor de los viajeros a desplazarse.
La cuestión importante es cómo enfrentarse a esta situación de una manera rápida y eficaz de manera que permita, por encima de todo, salvaguardar la salud y también minimizar las consecuencias negativas para la economía del negocio.
Para ayudar, la Secretaría de Estado de Turismo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha elaborado, bajo la coordinación del Ministerio de Sanidad y con la participación del sector, una Guía de buenas prácticas para los establecimientos y los trabajadores del sector turístico español. Este documento se mantiene ‘abierto’, lo que quiere decir que puede sufrir modificaciones en función a cómo evolucione la crisis del COVID-19.
Esencial: la higiene personal
Sin cuidar de la salud individual el resto de medidas que se tomen serán en vano. Hay que recordar:
- Lavarse las manos frecuentemente y durante 40-60 segundos, usando jabón o soluciones alcohólicas. Por descontado, hacerlo de manera inmediata si se ha tenido contacto directo con personas enfermas o su entorno.
- Mantener una distancia de un metro como mínimo de personas con síntomas de catarro.
- Cubrirse la boca y la nariz con pañuelos de papel al toser o estornudar.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
- De momento, no hay que tomar precauciones especiales con animales o con la comida.
- Y un recordatorio de refuerzo: lavarse las manos frecuentemente.
En caso de experimentar síntomas de enfermedad (tos, fiebre, sensación de falta de aire, etc.) hay llamar a los servicios sanitarios y atender a sus instrucciones. Mientras tanto, extremar las medidas de higiene, mantener distancia de otras personas, usar mascarilla si se tiene a mano y aislarse en una habitación.
Gestión en la casa rural
Hay dos tipos de alojamientos rurales y las medidas deben adaptarse a las características de ambos.
1. Alquiler de alojamiento privado para el turismo
Sin más servicios que la entrega y recogida de llaves y la limpieza previa y posterior a la estancia de los inquilinos.
Protocolo con los clientes:
- Desinfección de manos después de intercambiar objetos con los inquilinos (al dar o recoger las llaves o el dinero, por ejemplo). No estrechar la mano ni dar besos o abrazos.
- Abastecer el alojamiento con soluciones desinfectantes, pañuelos desechables y cubos de basura con tapa accionada con pedal.
Para la limpieza previa y posterior al check-out:
- Airear bien las estancias
Desinfectar toda la casa con lejía de uso doméstico. No se pueden olvidar los pomos de las puertas y la vajilla (si hay lavavajillas, ponerlo a una temperatura superior a 80ºC en el aclarado).
Utilizar guantes (preferiblemente de vinilo/ acrilonitrilo. Si se usan de látex, se recomienda que sea sobre un guante de algodón).
Lavar la ropa de cama en la lavadora con agua caliente.
2. Alojamientos turísticos Extra Hoteleros
Aquellas casas rurales en las que hay recepción, se ofrece servicio de limpieza y cambio de ropa de cama y toallas mientras los clientes están alojados o incluso servicio de cocina.
En la recepción:
- Desinfección de manos después de intercambiar objetos con los inquilinos (al dar o recoger las llaves o el dinero, por ejemplo). No estrechar la mano ni dar besos o abrazos.
- Tener gel o solución desinfectante si no hay un baño cercano, pañuelos desechables y cubos de basura con tapa accionada con pedal.
- No estrechar la mano ni dar besos ni abrazos.
- Desinfección de manos después de intercambiar objetos con los inquilinos (al dar o recoger las llaves o el dinero, por ejemplo).
- Limpiar el mostrador de forma frecuente y no dejar a mano muchos objetos que puedan tocar los clientes.
Para la limpieza:
- Utilizar guantes (preferiblemente de vinilo/ acrilonitrilo. Si se usan de látex, se recomienda que sea sobre un guante de algodón).
- Airear bien las estancias
- Desinfectar toda la casa con lejía de uso doméstico. No se pueden olvidar los pomos de las puertas y la vajilla (si hay lavavajillas, ponerlo a una temperatura superior a 80ºC en el aclarado).
- Lavar la ropa de cama en la lavadora con agua caliente.
- Si hay aire acondicionado, mantener la temperatura ambiente entre 23 y 26º. Revisar su correcto funcionamiento y limpiar los filtros.
- Revisar al menos diariamente el funcionamiento de dispensadores de jabón, gel desinfectante, papel desechable, etc.
- Reparar o sustituir aquellos equipos que presenten averías.
En la cocina y salón de comidas:
- Lavado y desinfección de las manos del personal. Y también de los clientes que usen el comedor.
- Cambiar frecuentemente las pinzas, cucharones y otros utensilios de servicio. Evitar la manipulación directa por parte de los clientes de los alimentos y equipos, facilitando el servicio a los clientes para minimizar el autoservicio. Dar preferencia, según la calidad del servicio, a los materiales y objetos desechables. Usar guantes.
- Lavar y desinfectar toda la vajilla, cubertería y cristalería en el lavavajillas, incluida
la que no se haya usado, pero haya podido estar en contacto con las manos de los clientes. - Lavar los manteles y servilletas de forma industrial, aumentando la frecuencia del cambio de manteles. En la medida de lo posible, utilizar elementos descartables.
- Ventilar después de cada servicio los salones y comedores abriendo las ventanas.
- Después de cada servicio, realizar limpieza y desinfección de superficies, máquinas dispensadoras, pomos de puertas, mostradores y en general, cualquier superficie que hayan podido tocar los comensales.
- No apretujar a los inquilinos en el comedor. Debe haber como máximo 4 comensales por cada 10 metros cuadrados. Si es necesario, establecer turnos.
Si un cliente está dignosticado de coronavirus
En este caso es muy importante seguir las instrucciones del Ministerio de Sanidad escrupulosamente.
Si el inquilino ya ha abandonado la casa:
- Retirar y sustituir todas las facilidades de aseo (rollos de papel higiénico, bolsas de aseo, etc.) y desecharlas.
- Hacer una limpieza adecuada y una desinfección posterior con solución recién preparada de hipoclorito sódico en una concentración de 1/1000 (25 c.c. de lejía en un litro de agua), o cualquier otro producto químico válido para esta tarea. Usar siempre papel desechable para hacer la limpieza.
- Limpiar con especial empeño zonas en las que haya podido estar en contacto como pomos, muebles, interruptores, mando de la televisión, mesitas, etc.
- En principio, no es necesario recurrir a una desinfección química por una empresa autorizada de control de plagas.
Si el inquilino es diagnosticado mientras está alojado:
- Contactar con las autoridades sanitarias y, mientras se toman medidas, aislar al cliente en una habitación, a ser posible bien ventilada.
- Desinfectar y ventilar el resto de la casa.
- Las personas que entren a limpiar deben llevar el equipo de protección que se indique, lavarse o desinfectarse las manos cuando haya salido y, si es posible, mantener una distancia de uno/dos metros del cliente. No meter el carro de la limpieza dentro de la estancia.
- Retirar ropa de cama y las toallas y ponerlas en una bolsa hasta el momento de lavarlas. No sacudir la ropa sucia y evitar el contacto con la piel. Lavar a más de 60ºC.
- Eliminar el material desechable utilizado por la persona enferma (pañuelos, mascarillas, vasos, etc.) mediante su introducción en una bolsa de plástico que cierre herméticamente y tirarlo junto a la basura normal.
¿Y si algún cliente no presentaba síntomas, pero está infectado?
Los síntomas del virus tardan días en manifestarse, así que es posible que algún inquilino no dé positivo hasta algún tiempo después de haber estado en la casa. Por si acaso, cuando los inquilinos realicen el check-out, se les puede pedir que avisen en caso de manifestación de síntomas para tomar las medidas pertinentes.
Cancelaciones
Se pueden hacer varias cosas para amortiguar los daños:
- Ofrecer un cambio de fechas a los clientes que hayan reservado.
- Cobrar un porcentaje de dinero por cancelación si se produce en menos de 48 horas (si han pagado por adelantado).
- Cerrar la casa (en el caso de los alojamientos turísticos extra hoteleros) si hay una temporada larga sin reservas. Así, al menos, se ahorrará dinero en suministros como luz, agua o gas.
- Prestar atención a las acciones previstas por el gobierno para ayudar a las empresas a mitigar las pérdidas. Aún se están estudiando, pero se supone que las pondrán en marcha.
- Hablar con el seguro del alojamiento
- Evitar penalizaciones, como propone la casa rural Miralmundo
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Consulta la Guía oficial de buenas prácticas para el sector turístico del Ministerio frente al coronavirus
Redacción ER