Blai: Una vida en mil viajes

Escrito por

02.05.2012

|

15min. de lectura

Blai
Fuente: Blai en Rashdoo, Maldivas

Blai es un jovencísismo viajero que se apasiona con lo que descubre y con las personas que conoce en cada uno de los destinos visitados. Es de Granollers (Barcelona), tierra a la que adora, y desde allí la noche del 18 de enero de 2010 abrió su blog: Una Vida en Mil Viajes. Allí descubrimos su mundo emocional, sus impresiones sobre los países que visita y las ganas que desprenden sus textos e imágenes. Es tan inquieto que no lo veréis parado ni en las fotografías. Le apasiona todo lo que sobrepasa la frontera de su puerta. A veces pienso que son los pasos de los viajeros los que en realidad hacen girar la Tierra.

Blai
Fuente: Blai en Harbin, China

1. Hola, Blai. Actualmente te encuentras en una aventura de 6 meses por Asia. ¿Desde dónde nos respondes? ¿Cuál es tu siguiente paso?

Hola amigos de EscapadaRural. En efecto, me encuentro totalmente sumergido en un viaje de 6 meses alrededor de varios países asiáticos. Ahora mismo os escribo desde Manila, la capital de Filipinas. Pronto pondré rumbo al sur del país, para conocer en profundidad la zona de las Visayas, repleta de islas.

2. Cuando preparabas este viaje, te preguntabas qué pasaría después de dos meses: si te quedarían fuerzas, dinero, ganas… ¿Qué puedes responder a fecha de hoy?

Como bien dices, cuando preparaba el viaje todo yo era un mar de dudas. Visto con mucha lejanía, cuando aún quedaban un par de meses para partir, todo parecía muy fácil, la verdad, pero una vez la fecha de partida ya se acercaba, los nervios y las dudas no me dejaban dormir (en muchas ocasiones literalmente).

A fecha de hoy, y tras casi 4 meses a mis espaldas, puedo decir que es mucho más fácil de lo que puede parecer. Lo más importante, al menos en mi caso, es moverme con libertad máxima, sin ataduras, sin fechas, sin planes. Sólo de esta manera me libero de preocupaciones innecesarias en un viaje así.

Con referencia a las fuerzas, si que he de decir que en más de una ocasión me he llegado a preguntar qué diablos estaba haciendo yo pasando penurias en vete tu a saber dónde, sabiendo que tenía mi casa y mi gente allí, esperando. No obstante estos son los momentos más duros de un viaje tan largo, los que añoras a tu gente, tus cosas, tus rutinas… Pero no es nada que no se supere en uno o dos días.

Con la libertad con la que viajo, siempre me digo lo mismo: Blai, si quieres, en menos de 30 horas puedes estar en tu casa tan ricamente, así de fácil. Me compro el primer vuelo y en menos que canta un gallo estoy de vuelta. La prueba de que todos los percances siempre son superados es que aquí sigo, dándole caña al mundo.

3. Preparar un viaje así ha sido una aventura en sí misma. Además de la organización, ¿con qué otras dificultades has topado durante tus viajes?

Como te decía anteriormente, las dificultades más grandes que me he topado han sido la incomunicación, la desconexión indeseada y sentirme añorado.

En primer lugar, la incomunicación está muy presente en países como China, en el que difícilmente te puedes entender a no ser que hables algo de chino. Esto muchas veces me ha llevado a situaciones que no podía controlar en absoluto y que más de una vez me han hecho perder los nervios hasta llegar momentos en los que he estado a punto de tirar la toalla. No obstante, de esto he aprendido que no vale para nada ponerse nervioso, hay que dejar que las cosas vayan por sí solas y probablemente todo volverá a su cauce natural.

La desconexión con mi gente y mi tierra es algo que a veces disfruto –cuando lo deseo- pero es algo que me atormenta cuando me apetece conversar con alguien. Soy una persona que está muy vinculada a su familia, amigos y tierra, por lo que me gusta estar muy en contacto con todos ellos. Es por esto que cuando no existe la posibilidad, me pongo bastante nervioso. Gajes del oficio, está claro…

Y finalmente el sentirme añorado, que es algo muy relacionado con lo anterior. Mentiría si dijera que no ha habido momentos en los que me hubiera gustado compartir mis vivencias con personas a las que quiero y lógicamente no he podido. Y muy a menudo me ocurre, pero sé que mi vida ahora es así, lejos de ellos, y que si es así es única y exclusivamente una decisión mía. Como te decía, si quisiera, podría estar en pocas horas tomando unas cervezas con mis amigos en Granollers.

Y aprovechando esta pregunta, me gustaría hablarte sobre la soledad, un sentimiento que no he tenido en todo mi viaje pese a viajar solo. Realmente, y aunque suene a tópico, se conoce a muchísima gente viajando por el mundo, gente que como tú tiene las mismas inquietudes. Es por ello que fácilmente se crean vínculos y puedes pasar días, horas, semanas o incluso meses con alguien recién conocido. Es una sensación maravillosa saber que si te apetece estar solo lo vas a estar, pero que si te apetece estar acompañado, también lo estarás.

Blai
Fuente: Blai en Sukhotai, Tailandia

4. ¿Qué te llevó a abrir Una Vida en Mil viajes aquel 18 de enero de 2010?

Una Vida en Mil Viajes surgió principalmente por la necesidad y las ganas de contar mis experiencias viajeras a otra gente que, como a mí, le gustara conocer mundo. Además, fue una plataforma más para elaborar un trabajo de investigación relacionado con los viajes que estaba elaborando durante los dos años del Bachillerato.

Así que sin pensarlo mucho, y casi por casualidad, la noche del 18 de enero, al llegar a casa, abrí el blog con muy pocas expectativas.

5. Todas tus entradas tienen muchos comentarios y has podido interactuar con grandes viajeros como tú. ¿Esperabas algo parecido cuando iniciaste el blog?

Como te puedes imaginar con la respuesta anterior, nunca hubiera imaginado que mi blog llegara a lo que ha llegado. Jamás.

El blog fue creciendo poco a poco, y en lo primero que me sorprendió, fue precisamente en lo que destacas, en la oportunidad que me dio de interactuar con otros viajeros, muchos de los cuales ahora se han convertido en muy buenos amigos.

Posteriormente, el blog fue creciendo en visitas y popularidad y en pocos meses pasó de tener unas escasas 40 visitas al día a tener más de 400. Fue impresionante. Y lo sigue siendo ya que el ritmo de crecimiento no para, con lo cual no puedo estar más que agradecido a todo mis lectores.

Blai
Fuente: Blai en San Petersburgo, Rusia

6. En estos años, ¿qué cambios percibes desde aquella primera entradas hasta la última que has publicado?

Madre mía… Miro hacia atrás y yo mismo me veo extremadamente cambiado, así que ya te puedes imaginar mis entradas.
En un principio, si te soy sincero, no sabía muy bien con qué diablos llenar mi blog. Tenía muchas experiencias, pero necesitaba algo más.

Creo que fue un proceso de descubrimiento de mis verdaderos intereses. Con el tiempo me fui dando cuenta que relatar un viaje como si de un diario objetivo se tratara no me motivaba en absoluto. Lo que más me gustaba de los viajes era la habilidad que tenían para hacerme aprender, sentir, ilusionarme, emocionarme… Y poco a poco fui convirtiendo mis textos en esto mismo, en los sentimientos que los lugares me habían dejado. Es por ello que actualmente mi blog de viajes es una bitácora personal muy pero que muy subjetiva.

7. Pese a tu juventud, has viajado muchísimo. Si echas la vista sobre tus antiguas fotografías y textos, ¿qué sientes?

Pues la verdad que cuando miro para atrás y leo mis diarios de otros viajes, o las fotografías que tomé, siento una extraña sensación de melancolía.

Por aquel entonces, cualquier movimiento era para mí un mundo, una aventura. Actualmente, como ya puedo viajar más, me cuesta sentir emociones del pasado. Siento muchas de nuevas que considero mejores, pero me gustaría volver a sentir miedo al montarme a un avión, o volver a tener ese choque tan impresionante que tuve cuando visité por primera vez Asia…

Pero también, cuando recuerdo todo lo que he vivido, me siento muy feliz, veo que mi vida ha sido (y sigue siendo) como yo la quiero, como yo la imagino. Es por ello que mirar atrás irremediablemente me hace sentir mucha felicidad y mucha satisfacción.

Blai
Fuente: Blai en Tad Kuang Sii, Laos

8. ¿Qué haces cuando no estás de viaje, en tu Granollers natal?

Antes de partir en esta aventura, estaba, lógicamente, estudiando el Bachillerato. Terminé, hice la selectividad, estuve trabajando duro varios meses y partí.

Así que en mi Granollers natal poco más que estudiar y salir a divertirme con mis amigos es lo que hacía. Y recalco el verbo en pasado ya que a la vuelta, se que mi vida va a ser totalmente diferente. Este viaje ha cerrado una etapa y ha abierto otra.

Te contaré mejor qué es lo que quiero hacer justo al volver a mi amada Granollers: ir al mercado a desayunar, salir a pasear por las calles en un día de entre semana a las 17 de la tarde, cuando todo el mundo está por allí, ir al bar de siempre con los amigos, comer churros con chocolate los fines de semana y por supuesto disfrutar de la Mejor Fiesta Mayor del Planeta Tierra, la Festa de Blancs i Blaus, que tiene lugar la última semana de agosto.

Ains, Granollers…

9. «La esencia del viaje es el cambio, el movimiento, lo nuevo, lo desconocido. Viajar es desvirgar sentimientos y emociones». Después de ver medio mundo, ¿cómo percibes la realidad de tu casa, su entorno, tus vecinos?

Se me hace muy complicada esta pregunta ya que hace mucho que no siento esto. Ni lo recuerdo para serte sincero. Con este nuevo viaje, mi vida ha cambiado mucho.

Lo que sí que te puedo decir es que cada vez que he vuelto de algún viaje me he sentido muy extraño. No sé si va a sonar mal, pero cada vez que vuelvo siento que tengo mucha suerte de ser de donde soy y de tener la vida que tengo. Me encanta mi vida, me encanta mi tierra y cuanto más viajo, más me doy cuenta de ello.

Soy un viajero amante de su país, con muchos vínculos en él y con mucho que hacer allí. En cambio, he conocido a viajeros que no se sienten a gusto con su origen y que si dependiera de ellos, nunca volverían a su tierra. Igual de respetable, pero totalmente antagónico a mi manera de vivir mi vida.

Pero la tónica general de todas las vueltas a casa es siempre la misma: uno se da cuenta de que poco o nada ha cambiado, que en realidad todo lo que ves diferente no es más que el reflejo que tu cambio produce en tu vida cotidiana. Los problemas son los mismos, pero parecen menos importantes, las peleas dejan de tener sentido, las preocupaciones te las tomas poco en serio y en general, le das una nueva actitud a todo lo que te rodea. El cambio más importante está en ti.

Blai
Fuente: Blai en Agra, India

10. Lo dices tú mismo: «los sueños están para ser cumplidos, y lo mejor de todo, es que los sueños se cumplen», es una idea que nos transmitió también Carolina, de Moonflower. La vitalidad, romper barreras infranqueables, ¿crees que es algo inherente a los viajeros? Y a los que le falta valor para lanzarse a por sus viajes, ¿qué les dirías?

Yo creo que sí, la verdad. Ser viajero, para mí, más que haber visitado muchos países o haber estado más tiempo en ellos, es simplemente una cuestión de actitud.

Para mí ser viajero consiste en querer siempre más, en cruzar la calle, en doblar la esquina, en subir a la montaña, en abrir puertas cerradas, en sentirte amparado en el desamparo, en dejarte fluir, en ir más allá de lo que te han contado… Para mí, pues, ser viajero es querer descubrir. En todas las facetas que este verbo pueda tener.

Si alguien sueña con esto, que no lo dude, su vida es la del viajero. Que dé el paso, no puedo decir más que lo que mil veces ya se ha dicho. No se arrepentirá en absoluto.

11. Con tu experiencia, ¿crees que el mundo globalizado acabará poco a poco con las tradiciones locales o se podría seguir el modelo de Bután, la Felicidad Interior Bruta?

Yo creo que sí. Y sería muy injusto decir que es una pena. Nuestro país ya ha cambiado, así que por qué no lo pueden hacer los demás.

Me encanta poder viajar a lugares cuyas tradiciones permanecen a la orden del día en cualquier actividad, como Bután o Myanmar, no obstante, sé que al ritmo que vamos, todo va a cambiar y probablemente el mundo cada vez se parecerá más. ¿dejará de tener sentido viajar? Para mí no. Y es que para mí la cultura de los lugares a los que voy reside única y exclusivamente en la gente. Y la gente, por mucho que cambie, siempre será de ese lugar, ese lugar tan diferente al tuyo.

12. Si te fueras de turismo rural por España, ¿qué lugar elegirías y por qué?

Pues si te soy sincero, no he hecho mucho turismo rural en España, aunque seguramente optaría por Extremadura, ya que es la tierra de la que proviene mi familia materna y no la conozco más allá de sus ciudades y pueblos. Bueno, por esto, y por que sé que tiene maravillas escondidas.

13. Tintín (que incluso has leído en el Tíbet), y un instinto muy poderoso, te han llevado irremediablemente a vivir con las aventuras de los viajes. ¿Imaginas otro tipo de vida? Y ¿qué esperas del futuro profesional?

No imagino otro tipo de vida en absoluto. Yo estoy plenamente convencido de que uno vive la vida que quiere vivir, o que al menos, siempre tiene herramientas para hacer de su vida algo más parecido a lo que quiere. Es por ello que mi vida va a seguir siendo la del viaje, por el simple motivo de que yo lo quiero así.

En cuanto al futuro profesional… ¡Uf! Si algo me ha enseñado el viajar es que hay que dejarse fluir. Hacer lo que a uno lo apetece, creer en ello, moverse, esforzarse y punto. No sé si algún día podré ganarme la vida con lo que me gusta, pero sé que si no es así, es algo que nunca voy a dejar de hacer.

14. ¿Ya has empezado la Universidad o sigues teniendo buenos motivos para no hacerlo? 🙂

Como sabéis, no he empezado la Universidad. No obstante, me muero de ganas de empezar y es que mi culo inquieto no puede dejar de aprender. Adoro aprender y es por ello que cuando regrese, voy a empezar a estudiar Antropología Cultural y Social. ¿Y qué espero con ello? Pues de momento, sólo esto: aprender.

15. Preguntas de respuesta rápida:

  • Tu primer destino: Francia.
  • ¿Y el último? Filipinas.
  • Tu rincón del mundo favorito: Luang Prabang.
  • ¿Y de España? Sevilla.
  • Un personaje que te haya marcado: Tintín.
  • Un libro de viajes: La vuelta al mundo en 1001 días, de Jorge Sánchez.
  • Tu plato favorito: Tang Baozi.

16. Nos encantaría conocer alguna anécdota que recuerdes especialmente…

Una de las conversaciones más maravillosas que he podido tener a lo largo de mis viajes, fue una con un monje residente en Luang Prabang.

Hablando sobre la vida, de repente me dijo que su sueño era conocer la primavera. Su frase me descolocó por completo, pero cuando me argumentó que él no la había vivido nunca por el clima tropical de su país, le empecé a entender. Quería ver las flores, el verde, la temperatura fresca… Me contó que no sabía ni cómo era verdaderamente, pero que su mente la había dibujado como algo verdaderamente maravilloso.

Desde aquel entonces, le recuerdo como el monje que soñaba con la primavera y aún me emociono al recordar con que sentimiento me lo contó.

Blai
Fuente: Blai en Bagan, Myanmar

17. Por último, ¿a qué viajero/a eliges para la próxima entrevista?

Hay muchos viajeros que admiro y que me encantaría que entrevistarais, pero sin duda, y dada mi situación actual no puedo más que recomendaros a Carmen Teira, de Trajinando por el Mundo. Ella y su aventura fueron muy decisivas en mi para tomar la decisión de salir a viajar durante unos meses. El descubrimiento de su blog llegó en un momento muy importante para mi, y ahora, que estoy viviendo lo que hace un par de años leyendo sus escritos soñaba, no puedo más que agradecérselo de este modo tan simbólico.

Foto del avatar

Escapada Rural

Etiquetas

Si te ha gustado, compártelo

¿Estás pensando en tu próxima escapada?

Publicidad

Comentarios

Si te gusta escaparte, te gustará nuestra newsletter

Te enviamos recomendaciones personalizadas para que tu próxima escapada sea inolvidable. ¿Te unes?