Desde Polonia proceden los 7 bisontes salvajes que se han reintroducido en la montaña Palentina. Tras más de 8 años de negociaciones, devuelven, por decirlo así, los ejemplares a España que ya maravillarona a los humanos desde la Prehistoria y que representaron en las cuevas de Altamira, tan cerca del Centro de Conservación del Bisonte Europeo en España situado en San Cebrián de Mudá (Palencia).
Dos machos y cinco hembras arribados de los bosques Bialowieza y Pszszcyna de Polonia, el último lugar del Planeta en el que viven en libertad, pueblan la montaña Palentina desde el día 4 de junio de 2010 con la difícil tarea de reproducirse y prosperar, recuperando, de paso,la majestuosidad que les convirtió en símbolos para los prehistóricos habitantes de la zona.
Es justo decir que en este proceso no han intervenido sólo el ánimo de los pechos sensibles con la extinción de la especie, porque, desgraciadamente, si una idea no es rentable y no cumple varios objetivos que beneficien a distintos sectores al mismo tiempo no se lleva a cabo. Es el ritmo impuesto por nuestra especie, que pagan las demás. Aunque ello no le quita mérito.
Porque también es verdad que el fin es el mismo, la posibilidad de evitar la extinción del bisonte europeo, aunque las intenciones sean diversas, o todas a la vez. Y es que esta especie y su progenie serían capaces de conservar el patrimonio natural del territorio; fomentar un turismo respetuoso con la Naturaleza que atrajera a visitantes y dinamizara económicamente la zona; evitar incendios digiriendo los matorrales secos susceptibles de provocar las catástrofes que se presentan cada verano, lo cual, todo junto, podría traducirse en ayudas oficiales y evitar el abandono en la zona. Sí, el dinero manda, pero en este caso los bisontes se benefician, y con ello todo el Globo.
Han pasado más de 8 siglos desde que desapareció el último ejemplar de bisonte en la Península, cazado, de sus paisajes. Hasta finales del siglo XI los bisontes europeos gozaban de una población estable en nuestro país. Desde entonces y hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, el bisonte disfrutó de libertad y equilibrio en Europa. Pero sobrevino la tragedia: el peligro de extinción era inminente, y es, de modo que se ponen en marcha los activistas, el motor silencioso del Mundo, consiguiendo crear la Compañía Internacional para la defensa del Bisonte, en Polonia, el 1923.
La Asociación para la Conservación del Bisonte Europeo en España (EBCC), presidida por Fernando Morán, junto a la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de San Cebrián de Mudá han conseguido la hazaña de traer la manada a la Península tras 8 años de intensa planificación y complicadas negociaciones.
El Parque Temático en el que se convierte el centro se completará con la inclusión de abrevaderos, punto de atención veterinaria y un mirador, garantizando así la alimentación, el agua y la salud de los bisontes europeos.
Cualquier iniciativa que tenga el objetivo de salvar alguna especie animal en extinción es buena, difícil y loable. El lado trágico de que cada día sean más las organizaciones que se lanzan al vacío con valentía en esta dirección es que ello supone tener pruebas de que cada vez es más difícil el equilibrio entre el ritmo actual de los humanos en el Planeta y el resto de especies que lo componen. Paso a paso…
Escapada Rural
Acabo de conocer esta iniciativa y me parece maravillosa. Os animo a que continuéis con este trabajo y con seguridad iré a visitaros para daros todo mi apoyo. Un saludo
Juan Ramón Martín
So good to know that Wisents now are present in Spain. Finally at some stage, they should populated every part of the North of the Penininsula, espacially these remote areas like Tras os Montes, Mountains of «Sistema Iberico» as well as foothills of Pyrenees. I’m so gratful that Spaniards made that decision and brought these animals back home, and i wish Espana at least 1500 – 2000 Wisents.