Una casa rural con mucha historia que alberga una cueva
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14.05.2024
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En el pueblo toledano de Novés podemos encontrar una casa rural donde la historia respira por sus muros: El Baluarte. Recién reformada, acoge turistas desde diciembre del 2020. Sus pasillos y estancias han visto desfilar a ilustres personajes, como el V Duque de Alba o dos destacados literatos del siglo de Oro: Lope de Vega y Garcilaso de la Vega. Pero además, el edificio esconde un tesoro que salió a la luz en 2019: una cueva que fue construida en el siglo XVI, pero que permaneció enterrada e inutilizada durante decenios. Ahora está completamente restaurada y es visitable.
“En cuántos museos he estado que no tienen nada comparados con esta casa”, afirma la reseña de uno de los huéspedes. Efectivamente, traspasar el umbral de la casa supone adentrarse en la historia de Castilla. El edificio, de hecho, está catalogado como Bien de Interés Turístico Regional. Y acaba de recibir un premio especial de la Fundación Casas Históricas y Singulares de España por la restauración de la cueva.
Esta catalogación resultó decisiva en el hallazgo de los subterráneos, ya que obligó a su propietaria, Marina Benayas, a contratar a un arquitecto, un aparejador y un arqueólogo para poder restaurar la casa, protegida por Patrimonio. “Cuando mi madre me lo legó, era un edificio prácticamente en ruinas”, explica. Pero tenía elementos arquitectónicos protegidos, como las paredes encaladas o la rejería de forja. Durante la reforma descubrieron otros todavía más valiosos, como la piedra caliza o el ladrillo toledano. “Todo esto ya incrementa su valor histórico como edificio”, añade.
“La tierra se tragó las máquinas”
Sin embargo, se iban a quedar cortos en sus estimaciones. Pensando en atraer turistas durante el verano, decidieron construir una piscina en el patio toledano, otro de los atractivos históricos de la casa. “Cuando entraron las máquinas, se las tragó la tierra”, recuerda Marina. Y así, después de años sepultada, la cueva salió a la luz.
“Me aconsejaron rellenarla con hormigón -reconoce Marina-, pero no les hice caso”. Bendita la hora. Al haberse quedado ya sin presupuesto, la familia se hizo cargo de la excavación. A pico y pala, sacaron más de 500 toneladas de tierra. Y cuando comenzaron a aflorar los arcos góticos y románicos, “los que me llamaban loca pasaron a llamarme visionaria”. Han conseguido rescatar tinajas datadas en 400 años. “Así descubrimos una joya arquitectónica destinada a morir bajo el hormigón”, sentencia Marina.
La cueva, datada en el siglo XVI por el arqueólogo, está formada por los pasajes subterráneos construidos bajo el antiguo palacio de los Ribadeneira. Esta fue una de las familias aristocráticas más influyentes de Castilla. La casa ofrece visitas guiadas a la cueva, incluidas en la reserva. Las lleva a cabo la propia Marina, a la luz de las velas y con música ambiental. También se organizan catas de vino en la propia cueva, que fue utilizada durante años como bodega. Es un espacio que permanece a 14 grados durante todo el año, y del que se ha rehabilitado solo una parte.
“Es una experiencia exclusiva, con un valor inmenso”, señala Marina. “Hay gente que la visita justo antes de marcharse, les cuento su historia y entonces piensan: ‘vaya guinda nos llevamos en la maleta’. Se van encantados y con ganas de volver”, añade.
Garcilaso, Lope de Vega y el Duque de Alba pasaron por la casa
La casa, como decimos, respira historia. La planta ocupa parte de la manzana que en tiempos fue el palacio de los Ribadeneira, aristócratas que llegaron a ser Mariscales de Castilla. Una de las hermanas, llamada Guiomar Carrillo, se convirtió en amante de Garcilaso de la Vega, con quien incluso tuvo un hijo ilegítimo, de nombre Lorenzo. De hecho, algunos creen que Guiomar sirvió de inspiración al poeta para el personaje de Galatea de sus Églogas. Los muros de El Baluarte fueron testigos del romance.
Novés, localidad que acogió a los judíos de Toledo tras su éxodo, tenía su propia sinagoga (actualmente la Casa de las Cadenas). Allí encontraba inspiración Lope de Vega, quien en más de una ocasión bajó a la casona de los Ribadeneira, según han constatado los historiadores. Aunque quizá el personaje más destacado que pasó por El Baluarte fue Don Antonio Álvarez de Toledo, V Duque de Alba, quien estuvo recluido durante una temporada en la casa bajo el amparo de los Ribadeneira, tras una disputa con el rey Felipe II.
“Cada mueble es una joya, es como dormir en un museo”
“La esencia de El Baluarte es que estás en una casa-museo que te trae recuerdos”, explica Marina, quien se ha encargado personalmente de adquirir y restaurar el mobiliario. Así, cada mueble es singular, y cada aspecto está cuidado al detalle.
Sus cinco habitaciones, que tienen nombres de mujeres del linaje Ribadeneira, cuentan con decoración de época y con todas las comodidades modernas. “No están maquilladas, son auténticas”, advierte su propietaria. Los viajeros tienen la sensación de que “la casa te abraza” y encuentran allí un remanso de paz y tranquilidad, que les evoca un recuerdo en cada detalle. Para Marina, la más romántica y especial es la habitación ‘Guiomar’, que expone poemas dedicados a la dama y su amado Garcilaso.
El Medio Tajo, tierra de señores y castillos
Novés y su entorno más próximo ofrecen diversos atractivos a sus visitantes. La comarca del Medio Tajo es perfecta para los amantes del mundo medieval, puesto que está salpicada de castillos. La mayoría de construcciones están en un pobre estado de conservación, pero conservan su atractivo: el castillo de Maqueda, el de San Silvestre, el de Barcience y el de Caudilla se encuentran en un radio de apenas 15 kilómetros.
El pueblo cuenta con una Semana Santa declarada de Interés Turístico Regional y, entre otros eventos, organiza cada año una feria medieval a finales de mayo o principios de junio. Entre sus puntos de interés destacan la iglesia de San Pedro Apóstol, del siglo XII; la antigua sinagoga, actualmente Casa de las Cadenas; o sus tres ermitas, la del Cristo de la Sangre, de San Roque y de Nuestra Señora de la Monjía. Esta última acoge una romería que se celebra a mediados de mayo.
Miguel Perez
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