El pueblo gallego de los millonarios mexicanos

No es Mónaco, pero tampoco es un pequeño pueblo gallego cualquiera. El pequeño municipio de Avión, en la provincia gallega de Ourense, apenas tiene poco más de 2.500 personas empadronadas. Está en la comarca del Ribeiro, entre las sierras de Faro y Suído, en un bonito entorno natural, rodeado de montañas.

Pero el apabullante verde no es lo que más llama la atención del lugar; tampoco sus numerosas hectáreas dedicadas al viñedo; ni tan solo el impresionante conjunto de hórreos que tiene cerca. Lo que más sorprende en este pequeño pueblo de Galicia, especialmente en verano, es la gran cantidad de mexicanos ricos que visitan sus grandes mansiones acompañados de Ferraris, Lamborghinis y Porsches. Te explicamos la curiosa historia de los multimillonarios de Avión.

u003cstrongu003eAvión y la migración que siempre tuvo “morriña”u003c/strongu003e

A finales del siglo XIX, muchos habitantes del pueblo decidieron emigrar a México para huir de la pobreza y buscar un futuro mejor, como hicieron tantos otros en diferentes territorios y épocas de la historia. Empezaron, como suele decirse, con una mano detrás y otra delante, trabajando de lo que salía.

Los más emprendedores utilizaban sus días y horas libres para sacar algún humilde extra vendiendo, por ejemplo, artículos baratos y cotidianos a gente humilde, como jabones, utensilios de cocina, mantas, etc. Así consiguieron acumular unos pequeños ahorros con los que, los más perspicaces, decidieron iniciar un negocio propio.

Sin más misterio, así fueron forjando sus empresas, sin dejar nunca de sentir “morriña” por su tierra. Lograron buenas fortunas, sí, pero también tuvieron que sobrevivir a fracturas familiares. De hecho, algunos volvieron a su Avión natal cuando consideraron que habían cosechado el dinero suficiente; otros, en cambio, aprovecharon la prosperidad económica y decidieron seguir acumulando riqueza monetaria.

No obstante, los que se quedaron lograron transmitir el amor por sus tierras gallegas, hasta el punto que la tercera o cuarta generación familiar quiere seguir yendo a veranear al humilde pueblo de Avión (hoy ya no tan humilde, precisamente por estos visitantes). Así que muchos mexicanos, especialmente grandes fortunas, se dan cita hoy en sus vacaciones estivales en este pequeño municipio de Ourense.

Hoy es posible ver a uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim, jugando al dominó con los locales durante la sobremesa en un bar del pueblo

Hasta tal punto que es posible ver estampas tan sorprendentes como uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim, jugando al dominó con los locales durante la sobremesa en un bar del pueblo. Y comiendo buen marisco gallego, claro. Otra de las familias ricachonas más conocidas que se deja ver por Avión en verano es la Vázquez Raña. No es raro verlos divertirse durante las fiestas de agosto del pueblo, cuando se triplica el número de habitantes.

De hecho, las fiestas patronales han adoptado el nombre de “Fiesta Mexicana” en homenaje a todos los descendientes latinos que todas las familias de Avión tienen al otro lado del Atlántico. Una auténtica celebración multicultural que combina tacos, enchiladas, fajitas o burritos con comida típica gallega; en el plano musical, lo mismo se escuchan rancheras que muñeiras o jotas gallegas.

u003cstrongu003eUn pueblo rico y pobre a la vezu003c/strongu003e

Esta historia ha derivado en una realidad curiosa, un tanto incoherente y hasta incómoda, y es que las mansiones, los jets privados y el lujo de los descendientes ricos de gallegos que un día marcharon de sus tierras conviven en la actualidad con casitas de estilo popular y sencillo, con aldeas mal comunicadas, con una población claramente envejecida y con una pensión de menos de 600 euros al mes.

Es, por tanto, un relato de éxito de la emigración gallega a América. Aunque ha dejado una fotografía que prácticamente rompe el pueblo por la mitad: una, que deja una renta per cápita mucho más alta que la media en España, con cientos de casas de lujo y hasta seis sucursales bancarias; y otra, que refleja un pueblo que vio partir a muchos jóvenes en una suerte de exilio forzado ante la falta de alternativas que había en su región, con el consiguiente desarraigo y “morriña”.

u003cstrongu003eLa riqueza de Aviónu003c/strongu003e

Fruto de la visita de quienes hicieron “las Américas” y volvieron con dinero es, seguramente, que Avión se convirtiera en el primer municipio de España en tener acceso a internet vía satélite. Además, el parque de vehículos de este pequeño pueblo de Ourense de 2.500 habitantes alberga la sorprendente cifra de contar con casi 500 coches de lujo domiciliados, entre los que hay varios Mercedes Benz, BMW, Audi o Porsche, lo que representa más del 20% de los coches de este tipo que hay matriculados en toda España.

Por si fuera poco, la riqueza estrambótica de Avión también se mide en aviones particulares. Hay hasta siete jets privados que vuelan al aeropuerto de Vigo, en Peinador, todos ellos de personas registradas en Avión. Además, en este pueblo está la mansión más cara de Galicia, que es la que posee la familia Vázquez Raña. Por todo ello, hay quien conoce este municipio como la “Marbella gallega”.

u003cstrongu003e¿Qué ver en Avión?u003c/strongu003e

Pero ni la riqueza de las personas ni la de los pueblos se mide únicamente en términos económicos. Hay que decir que Avión tiene, afortunadamente, muchos tesoros que vale la pena descubrir más allá del morbo de toparse en verano con algún multimillonario procedente de México. Así, cuenta con atractivos como el mirador de Castro de San Vicente, que se alza en una loma a 612 metros de altitud, o la playa fluvial de Avión, artificial, pero en plena naturaleza verde y exuberante, adecuada para los niños y niñas.

También es interesante visitar los pazos de Beade o conjuntos de hórreos tradicionales como los de Beresmo, San Vicenzo o Eira de Cendós. Ponte las zapatillas o las botas de trekking para recorrer sus alrededores con rutas como la de los Chozos, la de Cuntín-Vilano entre antiguas carballeiras o la que lleva a la cascada Fervenza da Feixa, bastante desconocida, pero una de las más grandes de Galicia. Y si hace calor, no dejéis de daros un baño en las pozas termales de Prexigueiro, cerca de Avión, un motivo muy probable por el que los romanos decidieron asentarse en Ourense.