5 puentes medievales que merece la pena visitar en España
Escrito por
09.02.2024
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De alguna manera, aquellos sitios que todavía conservan una identidad medieval tienen un poder de atracción especial para muchas personas. Amantes acérrimos de la playa pueden llegar a un punto de consenso en una discusión con defensores a ultranza de la montaña en el momento de organizar una excursión: si es a un pueblo con reminiscencias de la Edad Media, todos estarán contentos. Las torres, las murallas, los empedrados y los puentes siempre gustan. Mucho.
De todos los rincones de esos lugares, uno de los más fotografiados suele ser el puente. Selfies con el viaducto detrás, fotos artísticas al atardecer, familias posando inmóviles. Si entre los visitantes hay niños, seguramente insistan en cruzarlo y en asomarse para ver el río (aunque su caudal esté tan bajo que casi sea un camino de tierra). Algo tienen esos pasos construidos hace cientos de años que emocionan hasta al más soso: son la vía que lleva a la entrada de las fortalezas que aún conservan su espíritu épico.
En España hay un número nada desdeñable de puentes medievales que se conservan en buen estado, aunque a veces se confunden con los romanos y viceversa. Suele ocurrir cuando el origen de la estructura fue responsabilidad de los romanos pero que con el paso del tiempo tuvo que ser reformada por los habitantes del medievo. Los no licenciados en Historia del Arte o expertos autodidactas en la arquitectura medieval puede que no vean demasiadas diferencias entre ambos pero, como las meigas, haberlas haylas. Estos son algunos de los más representativos del país.
Puente Órbigo (León)
También conocido como el puente de Paso honroso, está situado en la localidad leonesa de Hospital de Órbigo. Pertenece a ese mencionado grupo de orígenes romanos pero que después adquirió las características medievales que le definen en la actualidad. Tiene 21 arcos, algunos románicos, otros medievales e incluso alguno que data del siglo XIX.
Su nombre alternativo viene dado por un evento que tuvo lugar en 1434 y que se hizo famoso más allá de las fronteras de la nación de entonces. El caballero Suero de Quiñones, con la intención de conquistar a la dama Leonor de Tovar, planteó un torneo en el que desafiaba a todo caballero que quisiera atravesar el puente –uno de los pasos del Camino de Santiago– a luchar con él. Su meta era conseguir acabar con 300 lanzas, para lo que tardó 1 mes. Se dice que el hidalgo pudo servir de inspiración a Cervantes para su Quijote.
Puente de Cangas de Onís (Asturias)
Es uno de los símbolos del Principado, además de ser la imagen representativa del pueblo en el que reside, Cangas de Onís. Popularmente conocido como el Puentón, también tendría orígenes romanos pero la construcción que se puede apreciar ahora data del reinado de Alfonso XI de Castilla (Baja Edad Media). La estructura también se ha remodelado a lo largo de los años para garantizar su buena conservación.
Además de su arco peraltado, la Cruz de la Victoria que cuelga de él es su detalle más significativo. Se colocó en 1939 cuando, después de la Guerra Civil, la Santina volvió a su cueva después de su exilio a París durante la contienda. Hasta el siglo XIX era el único paso que había sobre el río Sella, así que era esencial para la comunicación entre Cantabria y la comunidad astur.
Puente Viejo o de la Muza (Vizcaya)
Situado en Balmaseda, pasa por encima del río Cadagua. Está conformado por tres arcos de medio punto, construidos con piedra de sillería (actualmente tiene pavimento adoquinado) y su origen se sitúa en el siglo XV, aunque podría estar erigido sobre los restos –¡sorpresa!– de un puente romano.
Actualmente hace de enlace entre los barrios de El Cristo y San Lorenzo. En uno de sus laterales hay una torre de guardia, desde donde un guardia controlaba a quien pretendía acceder a la villa. Es el primero de los muchos encantos que guarda la localidad, famosa por su belleza.
Puente de las Donadas (Córdoba)
Situado en la localidad de Montoro, se construyó en 1498 para cruzar el río Guadalquivir sin mojarse los pies. Consta de cuatro arcos, está hecho de piedra molinaza y hoy en día es el viaducto de unión del centro con el barrio de Retamar. Desde los 80, su nombre oficial era el de las Donadas o de las Doncellas, haciendo referencia a las mujeres que aportaron sus joyas y bienes para sufragar la construcción del puente.
Sin embargo, hace tres años la Asociación para la Defensa del Patrimonio Cultural y Natural de Montoro reclamó al Ayuntamiento que se volviese a usar su nombre original, es decir, Puente Mayor. Desde el organismo se aceptó la propuesta, consciente de que iba a ser difícil que la gente se acostumbrase a su nueva denominación. De hecho, si se hace una búsqueda rápida en Internet los resultados dejan bastante claro que aún falta tiempo para que el cambio se haga efectivo a nivel popular.
El Puente de San Martín (Toledo)
Si hay una ciudad que se asocie con ‘lo medieval’ esa es Toledo. Parece casi un parque temático de la época de las espadas y las cotas de malla, un paraíso para los admiradores de todo ese universo. Y, como no podía ser de otra manera, tiene su correspondiente puente que atraviesa el río Tajo desde las alturas: el de San Martín. Desde él se obtienen unas estupendas vistas de la ciudad (un escenario ideal para las fotos de la excursión).
Consta de cinco arcos y dos torreones, aunque su imagen actual es fruto de varias remodelaciones. Su construcción original data del siglo XIV, pero durante el reinado de Pedro I sufrió importantes daños debido a sus enfrentamientos con su hermano Enrique II. El arzobispo Pedro Tenorio, nombrado por el Papa Gregorio XI, mandó reconstruirlo durante su mandato, por lo que también se conoce al viaducto como el puente del Arzobispo.
Carmen López
Maravilloso k haya alguien k se dedique a este maravilloso trabajo. MUY BONITO
Como siempre sus sugerencias son variadas e inspiradoras. Muchas gracias.
Me encanta todo lo que veo de ese hermoso país. Ojalá pudiera estar más frecuentemente por allí. Vivo en Argentina.