5 cuevas prehistóricas de Cantabria sin pasar por Altamira

En España contamos con 40 sitios declarados como Patrimonio Mundial, etiqueta que concede la Unesco. Preguntado en frío, quizás alguno podría decir que en Cantabria las Cuevas de Altamira (Santillana del Mar). Y acertaría. Pero se suele olvidar que en Cantabria hay 9 cavidades más declaradas como tal, de las que hemos seleccionado cinco.

Son las cuevas de El Castillo, Covalanas, Las Monedas, El Pendo y Chufin. Todas ellas visitables y con argumentos históricos suficientes para enriquecer con Prehistoria una escapada diferente por Cantabria. Visitamos el patrimonio de aquellas «primeras mentes creativas».

1. El Castillo

Se encuentra en la población de Puente Viesgo, a unos 20 km de Santillana del Mar. La cavidad está abierta el público todo el año y la visita con guía dura aproximadamente 45 min. La tarifa es de 3 €.

El laberinto de cuevas ya fue refugio de hombres y mujeres desde hace 150.000 años. Sobre los túneles subterráneos se alza el Monte Castilla con su forma cónica.

2. Covalanas

En el límite con el País Vasco y muy cerca también de Castilla y León se encuentra el Monte Pando en Ramales de la Victoria. Este es el emplazamiento de Covalanas. Abierta todo el año y con visita guiada, aquí dentro se encuentran las populares «ciervas rojas».

Los dibujos rupestre han dado también lugar al sobrenombre de la cavidad. La reducida dimensión de la cueva (2 galerías) intensifica todavía más el halo de misterio que provocan las pinturas y el silencio.

3. Las Monedas

Habrá que caminar algo más de medio kilómetro desde la cueva de El Castillo para llegar a la de Las Monedas. Recibe su nombre del descubrimiento, a mediados del siglo XX, de 20 monedas pertenecientes a la época de los Reyes Católicos en el fondo de una sima de 23 metros de profundidad. Cuando se descubrió la cueva en 1952, se le llamó la Cueva de los Osos.

4. El Pendo

Esta cueva se localiza en el barrio de El Churi, en Escobedo de Camargo, a 33 km de Santillana del Mar. A diferencia de las visitas guiadas de las cuevas anteriores, en la de El Pendo se permiten grupos de personas de hasta 20 personas. El vestíbulo de entrada, como el de una mansión, es enorme.

Se descubrió en 1878 y su interés histórico no ha decrecido hasta el 1997, fecha en la que el hombre moderno contempló por primera vez aquellas pinturas rojas a lo largo de 25 m que revelaron el comportamiento humano y la tecnología del hombre y la mujer de la Prehistoria.

5. Chufín

El río Nansa pasa por la localidad de Herrería de Moredo, muy cerquita de Riclones que es donde se ubica la cueva del Moro Chufín. Recomendaríamos la visita incluso si no hubiera cueva que visitar sólo por el paisaje.

La visita inicial a la cueva se realiza, cuando el clima lo permite, a través de una barca que llega hasta la entrada. El agua debió ser un atractivo y fuente de problemas en ocasiones para los primero hombres que habitaron la cavidad allá por el 15.500 a.C. Queda reflejada la realidad natural que observaban aquellos humanos: ciervas, peces y bisontes. Por cierto, los bisontes volvieron a Palencia e 2010.

Más información | Cuevas Prehistóricas de Cantabria