Al sur del término se encuentra este paraje de la Fuentona, "ojo de mar" declarado Monumento Natural por la belleza del enclave.
Está constituido por un conjunto de barrancos y desfiladeros flanqueados por impresionantes formaciones rocosas de origen calizo y conformados en los alrededores del río Abión. El nacimiento de este río ocurre en un lugar de extraordinaria belleza conocido como “La Fuentona de Muriel”. Se trata de una surgencia de aguas subterráneas que después de recorrer multitud de cavidades rocosas salen al exterior para configurar en su recorrido multitud de rincones en los que la naturaleza se aprecia en toda su plenitud.
El recorrido ideal se realiza comenzando en el puente a la entrada de Muriel de la Fuente y siguiendo río arriba por los senderos que flanquean las márgenes del río Abión hasta llegar a La Fuentona. No ofrece ninguna dificultad para ir caminando, siendo todo él totalmente plano.
Los aspectos a destacar durante dicho recorrido son los siguientes:
• La claridad de las aguas que permiten ver con total nitidez la flora y fauna subacuática.
• Formaciones rocosas de formas caprichosas.
• Aves rapaces sobrevolando en las alturas. En las oquedades más altas de las rocas anidan parejas de buitres leonados. Su comportamiento, sus nidos, sus crías, pueden ser observados a distancia mediante catalejos que el Servicio de Conservación del parque tiene a disposición de los visitantes.
• Paisajes de múltiples contrastes en donde se mezclan la frondosidad de las márgenes del río con la aridez de las pendientes de las montañas circundantes.
• Parajes sugerentes, rincones únicos que solo pueden contemplarse en lugares donde la naturaleza permanece inalterable.
La riqueza natural de este área nos atrae en verano y en invierno. Podemos recolectar hongos y setas, sorprendernos ante la presencia de un enigmático fósil, penetrar en alguna de las abundantes cuevas, ascender a elevados miradores o detener nuestra mirada ante la presencia de un ciervo o perdiz.