Entre las informaciones más interesantes que se han podido extraer del Observatorio del Turismo Rural se encuentra el análisis de aquellos factores a los que el viajero da más importancia antes y durante su estancia. Dichos resultados permiten la reflexión sobre diversos aspectos que caracterizan el comportamiento del turista rural. Es evidente que para satisfacer al cliente hay que conocerlo, por lo que este informe puede ser de gran utilidad para implementar mejoras en cualquier establecimiento.
Los factores que influyen en la decisión
El turista, sea o no sea rural, aborda una serie de fases durante la preparación y realización de su viaje. En la fase de consulta/planificación suele estar en contacto con mucha información proveniente de diversas fuentes y es imprescindible saber qué le influye más a la hora de tomar decisiones. Los resultados del estudio han puesto de manifiesto que el precio sigue siendo una cuestión fundamental para el viajero, especialmente para los menores de 30 años que, en 9 de cada 10 casos, señalan la relevancia de este aspecto. Sin embargo, en el caso de los mayores de 50 el precio sólo resulta decisivo para 6 de cada 10 encuestados. En cualquier caso debemos recordar que en el Informe sobre motivaciones ésta no era la principal, ya que los encuestados han priorizado el contacto con la naturaleza y la oportunidad de compartir su tiempo libre en compañía de familiares o amigos. En conclusión podríamos considerar que, a la hora de fijarlo, éste no debería ser excesivo, puesto que puede ser un freno para el cliente. Sin embargo, no por ello se debe perder rentabilidad o devaluar la oferta. El coste de la estancia tiene que aplicarse, teniendo en cuenta el valor percibido, sin entrar en guerras de precios con la competencia. Gráfico 1. Aspectos que más influyen al escoger el alojamiento
Al margen del precio la investigación muestra cómo hay otras cuestiones que adquieren especial interés en el momento de cerrar la reserva. Estas conclusiones permitirán al propietario reflexionar sobre el grado de adaptación de su casa a las necesidades del cliente actual. Si su alojamiento responde a ciertas características muy valoradas debe potenciarlas al máximo y darlas a conocer a través de todos los medios de comunicación/promoción su alcance. Y si, por el contrario, carece de estos atractivos, debe ser consciente de sus debilidades en el mercado y mejorar para superarlas. Sin embargo, llaman la atención ciertas discrepancias entre lo que el viajero considera importante y lo que el propietario cree que es relevante para sus clientes. En ambos casos coinciden en que el encanto natural de la zona y el trato familiar son lo más importante, pero el propietario otorga a este último un valor muy superior al que en realidad tiene para el turista (90,2% vs. 54,3%). Asimismo, el propietario considera que las instalaciones para niños y mascotas son también fundamentales, mientras que el viajero tiene otras prioridades, como las relativas al relax (41,4%), el servicio de comidas (27.2%) y la conexión wi-fi (23,2%). Respecto a estas tres últimas variables, EscapadaRural.com recoge ciertos datos de interés sobre el nivel de adaptación entre oferta y demanda. En cuanto a las estancias donde prima el relax, actualmente existen un 12% de alojamientos dotados con bañera de hidromasaje, un 3,04% dispone de sauna y un 2,90% cuenta con spa. Por otro lado, el 28,54% de los establecimientos ofrecen desayunos, pero sólo el 20,50% sirven cenas y un 17,07% comidas. En cuanto a la conexión a internet, la investigación realizada por el Observatorio destaca una ligera diferencia por sexos, siendo los hombres quienes otorgan más importancia a este aspecto (25% vs. 22,6%). También se detecta que el porcentaje mayor de respuestas en las que el wi-fi es valorado corresponden a menores de 20 años (36,2%). Con todos estos datos queda claro que la demanda se orienta a una estancia que permita escapar de la ciudad, pero sin renunciar a las comodidades más “urbanitas”. Siendo éste un tipo de turismo asociado a la personalización en el trato, es obvio que la atención al cliente es fundamental, pero hay que tener en cuenta que el viajero, más que dejarse mimar por su anfitrión, requiere instalaciones en las que pueda mimarse. Otro de los ganchos para conquistar al cliente reside en la oportunidad que se le brinde de disfrutar de la gastronomía local sin salir del alojamiento. Las experiencias eno-gastronómicas son otra de las motivaciones del turista rural y, si la casa se encuentra alejada del núcleo urbano, el servicio de restauración/catering supone facilitarle una estancia cómoda y agradable. Por último, en el informe sobre el Uso de Internet en una estancia rural, descubrimos que el turista quiere desconectar sin desconectarse, por lo que la alta valoración del wifi también resulta lógica.
Lo que más se valora en la estancia
Gráfico 2. Elementos más valorados
Una vez el cliente se encuentra ya alojado, su valoración de la estancia va a recaer en tres aspectos fundamentales: la limpieza, el confort y el entorno. Las dos primeras dependen directamente del propietario y, aunque son aspectos que se valoran en cualquier tipo de alojamiento, quizá adquieran especial relevancia en un entorno en el que se puede dar por supuesta su ausencia (por la sencillez de la oferta, por la existencia de una explotación agrícola o ganadera, por los prejuicios asociados a la idea de vivir en el campo….) Por otro lado, la última cuestión puede ser resultado de un mayor o menor acierto eligiendo la ubicación del alojamiento y aunque esto no se puede cambiar a voluntad del propietario, sí se puede comunicar de una manera más o menos acertada. Lo fundamental es tener en cuenta que ningún lugar de nuestra geografía carece de atractivo paisajístico, ya que a menudo se trata de sacar partido a las cosas sencillas o de informar de la cercanía a lugares de interés. El empresario que se pone en la piel del cliente “urbanita” puede resaltar aspectos que para el habitante local pueden no ser transcendentes: el riachuelo próximo, la ermita abandonada, el sendero que rodea el pueblo…y sobre todo, es imprescindible tener presente que la ubicación es también un aspecto a resaltar en la comunicación del alojamiento para que el cliente encuentre a pocos kilómetros lo que no tiene en el entorno más próximo. Gráfico 3. Mapa de preferencias de los viajeros por CCAA
El Observatorio del Turismo Rural nos ha permitido fijarnos en tres aspectos cuya valoración es diferente según la procedencia del viajero. Así, centrándonos en la importancia del equipamiento para niños, el servicio de comidas y la oferta cultural, se muestran ciertas diferencias entre las comunidades autónomas. En la mayoría de ellas los turistas rurales tienen muy en cuenta la opción de que el alojamiento ofrezca también comidas. Por su parte, sólo en Baleares, Aragón y Extremadura predomina la importancia que se dan a las instalaciones adaptadas al público infantil, mientras que los residentes en Castilla y León, Cantabria y La Rioja consideran más relevante la oferta cultural del lugar al que se dirigen. Teniendo en cuenta los destinos favoritos de estas comunidades*, aquellas que reciben a sus turistas deberían tener en cuenta estas variables para adaptarse a la demanda y potenciar su comunicación. *La relación de comunidades origen-destino se puede encontrar en los informes locales del Observatorio del Turismo Rural, en el INE y, por supuesto, también deberían ser datos que controle cada establecimiento respecto a su propia demanda.