Las Dunas de Gran Canaria, desierto y océano
Escrito por
23.10.2018
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Todo lo que ves en la imagen es una extensión de organismos triturados hace millones de años que el viento se ha encargado de diseminar y repartir.
La Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas, un desierto con mar y paseo comercial, se ubica en el sur de Gran Canaria. Es una de las costas más visitadas de Europa y a pesar de ello me sumergí en un completo silencio. ¿Cómo era posible?
El ecosistema de las dunas es interesantísimo y más complejo de lo que la rutina visual deja entrever. Ese mundo que no somos capaces de apreciar a simple vista se protege desde 1994, año en el que se declaró el lugar Reserva Natural Especial.
La Reserva de las Dunas ocupa el espacio comprendido desde el Faro hasta la playa del Inglés. Allí, invisibles, se desarrollan las curiosas vidas de los hábitats de El Palmeral, La Charca y las Dunas, los tres ámbitos naturales que los científicos han diferenciado en la Reserva.
No hablo de la vida de los surfistas del lugar, ni de los turistas ni de los nudistas que se tumban entre los chiringuitos 3 y 4 y los chiringuitos 5 y 6. Hablo de la vida de la fauna y la flora que apenas puedes apreciar.
Me sorprende que haya vida en el desierto. Pude ver un tipo de ave propia del lugar, el chorlitejo patinegro, y algún tarajal, ese tipo de planta capaz de surgir en un lugar como este.
Lo que más me fascinó, eso sí, fue la inmensidad del silencio de las Dunas. Desde el paseo comercial, en la plaza Fuerteventura, hasta la orilla del Océano, me separaban 30 minutos de pasos desérticos, de sube y baja, de tonos ocres y viento. Pero de esos dos límites, del mar y del turismo, aún me separaban más las sensaciones.
Causó impacto la sensación de encontrarme en el desierto más remoto. Y quizás por eso también me impactó la llegada al mar, esa sensación de apertura al mundo. Fue un paseo, pero un paseo sensacional.
Apuntes para curiosos
Los usos específicos de la Reserva se derivan de la ciencia y la educación. Sólo de forma secundaria se le otorga un uso recreativo, aunque es el que buscamos la mayoría. Algunas zonas de las Dunas se han declarado de «exclusión», como la zona de La Charca, por ser el ámbito más vulnerable, donde el peligro de extinción de la vida es mayor.
El origen de las Dunas, además, tiene mucho más que ver con el mar y la glaciación de lo que nos pensamos.
El clima subtropical templado que caracteriza la isla de Gran Canaria no evita el gran contraste de espacios y temperaturas. Sólo en esta zona sur, resguardado por las montañas de los vientos alisios del noreste, es posible la formación de un sistema dunar como este.
En el resto de la isla, podréis experimentar, concentrados, la mayoría de climas que conocéis: montaña, costa, continental. La niebla de las alturas en el Roque Nublo, la exuberancia verde de las laderas, los vientos y las corrientes marinas han experimentado en Gran Canaria como los científicos lo han hecho en los laboratorios.
Por último, puedes echar un ojo a la fauna y la flora de este desierto tan peculiar. Luego si quieres puedes darte un chapuzón en el Atlántico. El agua está fresca, pero merece la pena contemplar el desierto desde el mar 🙂
Más información | Reserva Natural Dunas de Maspalomas
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