La curiosa Cascada de Colores en la Caldera de Taburiente
Escrito por
01.09.2015
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La Caldera de Taburiente es uno de los patios de juego de la Naturaleza. Pienso en la Naturaleza como en los niños: en lugar de moldear arena con rastrillo utiliza el viento, los volcanes y el agua para construir a su antojo los castillos que admiramos.
Esa chiquilla sostiene esta caldera con paredes de más de 1.000 m, puso el pico más alto en los 2.426 m, el Roque de los Muchachos, donde los astrónomos también juegan, y dispuso un valle de 8 km de diámetro. En este patio, en algún punto diminuto, hay una cascada de colorines que nos divierte.
La Cascada de Colores no es un monumento natural, pero tampoco se construyó como reclamo turístico. En los 60′, se levantó una pared para contener el agua de la Caldera. El hierro fundamentalmente ha coloreado la pared. Combina como un juguete delirante y gracioso con el musgo y la tierra negra volcánica.
La ruta habitual para llegar a ella forma parte de un desvío de un recorrido mayor.
Los senderistas suelen dejar el coche en el aparcamiento del Barranco de las Angustias. Allí cogen un taxi, por unos 50€ (!) hasta el Mirador de los Brecitos (1.080 m) y se va descendiendo hacia la Playa de Taburiente.
Allí, en la Playa de Taburiente hay una promesa cristalina de descanso y un Centro de Interpretación de la zona, Parque Nacional. Se continúa camino hacia el Roque Idafe, un peñón con forma de cuchillo donde los ahuaritas adoraban al dios Abora. El lugar se conoce como «El Reventón».
Desde El Reventón en dirección a Dos Aguas por el cauce del Barranco del Almendro aparece el desvío hacia la cascada divertida de colorines. Un desvío de unos 30 minutos (ida y vuelta). Tras la risa (suponemos) y la contemplación, se recupera el sendero por el cauce (desdibujado) hacia el aparcamiento del Barranco de las Angustias, nuevamante.
Si queréis ahorraros los 50€ de taxi, os perderéis las panorámicas indecibles de la Caldera e iréis directamente desde el aparcamiento hasta la Cascada de Colores remontando el barranco (el río). Hay un paso, antes de llegar a la cascada, en que si no quieres mojarte del todo deberías trepar un poco por la roca. Hay que decirlo como es: no todo el mundo puede.
Suele haber rocas en el sendero, agua y poca sombra. Lo sensato es ir preparado.
Leonardo Torriani, ingeniero militar de Felipe II, recupera unos versos de Petrarca en su Descripción de las Islas Canarias para este lugar:
Más allá de todos nuestros mares,
en las célebres islas de la Fortuna,
hay dos fuentes; quien bebe de una
se muere de risa; quien de la otra, se salva.
Escapada Rural
me encantaría ir, muy guapo
si yo también deseo estar en ese lugar mágico. Mi madre estuvo allí y me contaba sobre esas aguas de los 7 colores me decía.. La próxima vez que visite La Palma Dios mediante conoceré tan lindo lugar.
Con veinte años de edad, tuve la suerte de hacer varias excursiones a La Caldera de Taburiente, con un grupo de amigos y amigas (también con dos de mis hermanas, cuando apenas tenian doce y trece años). Ojalá hoy aún pudiera. Pero para ser positivo, he de decir que me conformo y me produce gran alegría, poder disfrutar de éstos videos y fotos a través de internet, hechas con gran amor a la naturaleza. Gracias a todos los que hacen posible ésta gran suerte.