Un manto verde cubre los valles y montañas; ríos serpentean por paisajes idílicos; pueblos pintorescos se asoman tímidamente entre las colinas. ¡Bienvenido a Cantabria! El destino ideal para los amantes del turismo rural pasar unas vacaciones inolvidables.
Cantabria es un auténtico tesoro para aquellos que buscan desconectar y sumergirse en la naturaleza. Sus paisajes son increíbles. Desde los majestuosos Picos de Europa hasta los verdes valles pasando por la costa salvaje del Mar Cantábrico, cada región es un regalo visual para todos los sentidos.
Una escapada a Cantabria no estaría completa sin deleitarse con su exquisita gastronomía. La tierra fértil y el mar generoso otorgan ingredientes de calidad suprema. Los platos cántabros como el cocido montañés, las rabas (calamares a la romana) y las famosas anchoas de Santoña son verdaderos manjares para el paladar. Y qué decir de los quesos, como el reconocido queso Bejes-Tresviso, que son unos auténticos tesoros culinarios.
La geografía de esta zona brinda infinitas oportunidades para los amantes de la aventura y del turismo activo. Desde senderismo y ciclismo hasta espeleología y escalada, hay actividades para todos los gustos y niveles de habilidad.
Cantabria no solo deslumbra con su belleza natural, sino que también atesora un valioso patrimonio histórico y cultural. Las cuevas de Altamira, Patrimonio de la Humanidad, son un tesoro arqueológico con pinturas prehistóricas que asombran por su antigüedad y belleza. Además, iglesias románicas, monasterios y castillos enclavados en parajes mágicos cuentan la historia de la región.
Sin embargo, hoy queremos dar destaque especial a lugares donde combinan todos estos ingredientes. Adentrarse en sus pueblos es una experiencia que merece la pena vivirla. Las casas de piedra y calles empedradas parecen haber permanecido inmutables durante siglos.
Potes y Santillana del Mar -ganadores de la Capital del Turismo Rural en 2018 y 2019-, Comillas, Liérganes y tantos otros destinos rurales invitan a una escapada para conocer su arquitectura tradicional y su encanto medieval. Cada callejuela es una ventana al pasado, donde las costumbres y el carácter auténtico de la región se mantienen vivos.
Este es un destino de ensueño para los amantes del turismo rural. Su belleza natural, su rica cultura, su deliciosa gastronomía y la calidez de su gente hacen que cada visita sea una experiencia inolvidable. Si buscas escapar del bullicio y sumergirte en la naturaleza en estado puro, Cantabria te espera con los brazos abiertos para regalarte momentos únicos e inolvidables.
Algunos de los pueblos más bonitos de Cantabria
Caroline Dalprá