Imagina que en lugar de irte de vacaciones, te construyes un castillo. Que el sueño de tu vida, pudiendo ser viajar a Bora-Bora (o a Formentera, que sobre paraísos es lo mismo), es levantar un monumento y habitarlo. Ese sueño, y la histórica constancia hasta conseguirlo, es el relato de la vida de Serafín Villarán y el castillo Las Cuevas.
La obra se encuentra en Cebolleros, un pueblecito de Burgos. Serafín Villarán, autor y ejecutor del sueño, falleció en 1998, después de colocar durante 20 años piedra sobre piedra. Txema López, su sobrino, alaba la obra de su tío y explica cómo el sueño sigue vivo porque los hijos de Serafín continúan su obra.
El castillo Las Cuevas consta hoy de 5 plantas y 300 m2 de superficie.
Según Txema López, el Castillo Las Cuevas «se ha construido íntegramente con cantos rodados del río Nela». El conjunto, hoy de tres pisos visitables, es francamente singular, de un medievalismo raro, de una modernidad que todavía no ha llegado.
Serafín Villarán comenzó a levantarlo en 1978. Consumía sus fines de semana y los veranos en lograr construir su castillo. Más que un castillo, el de Cebolleros, es una oda a la constancia. El castillo se levantó sobre dos antiguas bodegas.
Aunque Serafín no vio concluido su sueño, continúan su labor sus propios hijos. En la actualidad no se cobra entrada para ver el castillo, aunque se aceptan donativos. Hay un bar, claro.
Redacción ER
Destacando que me apasiona un castillo mas que a un tonto un látigo, tengo que decir que me ha parecido precioso.Un ejemplo a seguir el de Serafín.Tendré que ir a verlo, seguro, me encanta …es precioso
Magnífico motivo para viajar a Cebolleros. Os invitaria a visitar otra gran obra a la constancia. La restauración y mantenimiento de una casa señorial del siglo XVIII en Alcaraz, ahora Casa Rural La Torre. Podemos empezar a coleccionar en nuestra memoria los lugares donde se homenajea a la voluntad humana.
Si queréis ver una gran obra hecha por el hombre, visitar la inacabada «Catedral de Justo» en Mejorada del Campo (Madrid). Lleva currando, el solo, desde el 1961 y lo que le queda. En los últimos tiempos le ayuda, creo que un sobrino. Solo con ver lo que lleva terminado es para quedarse impresionado (boquiabierto).
Me siento muy identificado con Serafin, al realizar esta Joya .En cuanto a su paciencia y perseverancia . Va a merecer la pena viajar hasta cebolleros para visitarlo SEGURO.
Yo lo he visitado en varias ocasiones y es digno de ver y de admirar y encima no se cobra entrada y por otras tonterías pagamos por ver y esto que es una pasada sea gratuito salvo la voluntad.Lo recomiendo a todo el que pueda visitarlo luego teneis un pueblo llamado Frías que es auténtico y precioso con otro castillo y que está muy cerca de Cebolleros.
Soy vecina de Cebolleros,invito a todo el mundo a venir a visitar el castillo,el cual espero ver terminado algun dia..merece la pena aprobechar un fin de semana descubriendo la zona de las merindades y asi dar a conocer mas esta zona que todo el mundo deberia conocer…
Estuvimos ayer visitándolo y nos impresionó. quizá no tenga siglos de historia, pero la suya es una historia que no se mide por tiempo, es una historia hecha de un sueño. Hay que verlo sí o sí.
me parecio un gran monumento digno del mejor arquitecto de los tiempos posmodernistas que estamos vivinendo no dejeis de verlo suelen abrirlo en semana santa agosto y puentes grandes y es tan bonito por dentro como por fuera
y que vayan los señores Calatraba y Moneo entre otros y aprendan a construir sin goteras ni remiendos
Hacabo de visitar por cuarta vez el castillo y cada vez encuentra algo nuevo y me quedo maravillada por el trabajo y por el ingenio de estas personas. El castillo por fuera es digno de ver pero por dentro no desmerece, al contrario cada detalle esta trabajado con mucha imaginacion y mucho detalle ( lamparas, pasamanos,etc..). Una maravilla
Estuvimos ayer domingo a verlo. Lo han convertipo en restaurante y sólo abre en julio, agosto y semana santa
Arquitectónicamente es una aberración y construido sin licencia.
Todo un ejemplo de un despropósito mantenido durante años y convertido en aliciente turístico para personas poco exigentes.
👍