7 carreteras con vistas para viajar sin prisas
Escrito por
10.02.2024
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9min. de lectura
“Pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias”
Ítaca, Konstantinos Kavafis
España cuenta con una amplia red de carreteras que discurren entre paisajes muy diversos con los que recrearse y hacer que el viaje sea diferente. Altas montañas, acantilados, el azul intenso del mar, campos de molinos de viento, gargantas, lagos… Las vistas por la ventanilla son un espectáculo.
Si eres de los que paran unas mil veces durante el camino, para admirar el entorno o tomar fotografías, entonces debes de recorrer estas carreteras alguna vez en la vida. Nuestra recomendación es que lo hagas lento, sin prisa. Porque, tal y como dijo el poeta griego Kavafis en Ítaca, «lo importante del viaje no es tanto el destino, sino lo que uno se encuentra en el camino». Y no podemos estar más de acuerdo.
Estas son algunas de las carreteras más bonitas de España para enamorarnos del paisaje.
A-8: Recorriendo la costa cantábrica
La autovía del Cantábrico recorre, como su propio nombre indica, toda la cornisa cantábrica: desde Bilbao, en Vizcaya, hasta Baamonde, en Lugo. Es una de las mejores vías para recorrer todo el norte de España y disfrutar de sus increíbles vistas donde, en algunos tramos, a un lado puedes ver el mar y, en el otro, la montaña.
En total son unos 470 kilómetros de autopista de doble sentido que va paralela a la costa y que cruza algunos ríos conocidos como el Sella, el Nalón, la ría de Villaviciosa, así como la ría de Ribadeo o del Eo, que hace de frontera natural entre Asturias y Galicia. Las vistas desde el coche son impresionantes.
Durante la ruta encontraremos villas marineras como Castro Urdiales, San Vicente de la Barquera, Llanes, Villaviciosa, Luarca, Tapia de Casariego o Ribadeo, entre otras. Inmensas playas como la de Laredo; otras que aparecen y desaparecen, como la de Gulpiyuri; o con mucho oleaje ideal para practicar surf, como la de Rodiles. Bufones y altas montañas como los imponentes Picos de Europa, que estarán presentes una buena parte del camino.
Recomendación: la cafetería de carretera El Pindal, en Unquera (Cantabria). No solo tiene las mejores corbatas (un dulce típico de la zona elaborado con hojaldre), sino que cuentan todo tipo de repostería deliciosa y unas palmeras de chocolate tan grandes que no te las acabas.
TF-21 Carretera de La Orotava
Una de las rutas más sorprendentes donde querrás grabar todo el recorrido es la TF-21, la carretera de La Orotava. Comienza en Cuesta de la Villa (TF-217) y, además de adentrarse en el valle de la Orotava, cruza el Parque Nacional del Teide hacia el sur hasta llegar a Granadilla (TF-28).
El paisaje volcánico parece sacado de otro planeta, con sus colores ocres y la escasa vegetación. La vía, que alcanza un máximo de 2.366 metros de altitud, discurre junto a las cañadas y ofrece unas espectaculares vistas del Teide.
Durante el recorrido podemos disfrutar de una parada en la villa de La Orotava, declarado Conjunto Histórico. En ella encontraremos grandes casonas levantadas entre los siglos XVII y XVIII, así como conventos, iglesias y antiguos molinos de agua.
Considerada como una de las carreteras más bonitas de España, discurre entre campos de cultivos de papas y vid, conjuntos de pajares, roques y pinares. También cruza el Parque Natural de la Corona Forestal y el Monumento Natural de la Montaña Colorada. Recomendamos hacer una parada para visitar el pino gordo de Vilaflor, uno de los más grandes de Tenerife.
La TF-21 de La Orotava cuenta con unos 88 kilómetros de longitud y pasa por los municipios de Santa Úrsula, La Orotava, Los Realejos, Adeje, Vilaflor y Granadilla de Abona.
MA-2141 La serpiente de Sa Calobra
La MA-2141 es la carretera más famosa de la isla de Mallorca, como una atracción turística más, además de una de las carreteras más bonitas de España. Su forma serpenteante y sus increíbles vistas son algunos de sus principales atractivos. De hecho, durante la ruta podemos encontrar varios miradores desde donde podemos contemplar todas las curvas, como el de Coll de Reis, el Nudo de Corbata o el de Sa Calobra.
La carretera MA-2141 discurre por la sierra de Tramontana y cruza por encima del Torrent des Racó. En ella podemos desviarnos, visitar el cañón y la cala de Calobra, así como el Torrent de Pareis.
Según nos vamos acercando a la costa, a lo lejos ya podemos ver como el mar turquesa baña la zona de Tuent, donde podremos darnos un baño en su playa o disfrutar de la gastronomía mallorquina en cualquiera de los restaurantes de sus alrededores.
La MA-2141 es una ruta de mar y montaña. Corta, pues solo tiene 13 kilómetros de longitud y un desnivel máximo de 730 metros.
A-348 De Almería a Granada atravesado Sierra Nevada
La A348 está catalogada como una de las carreteras paisajísticas de Andalucía. Motivos no le faltan, pues se introduce en el borde sur del Parque Natural de Sierra Nevada, en algunos tramos incluso en zonas protegidas, ofreciendo unas increíbles vistas a la cordillera y a los pueblos blancos de La Alpujarra.
Durante el trayecto podremos ver la riqueza geológica del valle de Andarax, donde el río homónimo ha ido moldeando su parte baja a su antojo. En su orilla se encuentran antiguos molinos como el de Cabezas, del siglo XVIII. También hay iglesias, ermitas, vestigios mineros y hasta un poblado megalítico, el de Los Millares. Por el camino podemos hacer parada en alguno de sus miradores.
Además de la riqueza paisajística, esta ruta nos permite adentrarnos en algunos pueblos blancos como Alhama de Almería, que es la puerta de entrada a La Alpujarra; Canjáyar, Almócita y Ragol, entre otros. Todos ellos cuentan con casas envueltas de cal que destacan por encima del paisaje.
GI-682 por la Costa Brava
Calas turquesas, pueblos pesqueros, una gastronomía deliciosa… La GI-682 es una carretera muy bonita que evoca lo mejor del verano, por eso nos encanta. Es para hacer despacio, sin prisas, con paradas y, en los meses cálidos, darse algún que otro chapuzón.
El trayecto de la GI-682 va desde Blanes hasta Sant Feliu de Guíxols. No obstante, en este post os recomendamos incorporaros a ella en Tossa de Mar, ya que es donde la carretera comienza a ir junto al acantilado y, de forma zigzagueante, nos ofrece unas increíbles vistas a la Costa Brava.
Durante el recorrido podemos parar en los miradores del camino, bajar hasta las populares calas como cala Pola, cala Canyet o cala Giverola, así como ver los antiguos puestos de vigilancia para controlar a los contrabandistas.
DP-2205 Bordeando acantilados
La carretera DP-2205 es posiblemente una de las carreteras más bonitas de Galicia, aunque no es apta para la gente con vértigo. Y es que la vía, que va de San Andrés de Texeido hasta el faro Ortegal, discurre junto a los acantilados de Herbeira.
Durante la ruta hay varios acantilados donde podemos hacer paradas, por lo que recomendamos ir sin prisas, con tiempo para conocer y enamorarse del paisaje. Los acantilados de Herbeira son el plato fuerte de este viaje, aunque no el único. Están ubicados en la sierra de la Capelada, a 613 metros de altura sobre el nivel del mar. Están considerados como unos de los acantilados más altos de Europa.
El final del recorrido nos lleva hasta el cabo Ortegal, en Cariño. Justo en su punta, en lo alto del acantilado, podemos divisar el faro, pintado de colores blanco y rojo. Aquí, en esta parte es donde el océano Atlántico se encuentra con el mar Cantábrico.
A-1702 Shhh… Ruta silenciosa
Conocida como la “Silent Route” (Ruta del Silencio), la A-1702 está en Teruel y conecta las comarcas del Maestrazgo y Andorra-Sierra de Arcos. En total son 63 kilómetros de curvas y un terreno abrupto. Durante el camino podemos encontrar masías solitarias, ríos frágiles, montañas que tocan el cielo y pueblos que se asoman vertiginosamente al precipicio, tal y como se puede leer en su web de The Silent Route, porque no hace falta más equipaje que el silencio.
Considerada como una de las carreteras más bonitas de España, la A-1702 discurre junto algunos lugares de interés como la Muela Monchen, los estrechos del río Cañada y los Órganos de Montoro, entre otras bellezas naturales. Por el camino, además, podemos hacer parada en los castillos medievales del Maestrazgo, caracterizados por su cuidada arquitectura y belleza.
Cañada de Benatanduz, Villarluengo y Ejulve son algunos de los pueblos más próximos a la carretera donde, además de dar un paseo, podemos parar a degustar la gastronomía típica de la zona y pernoctar. El viaje no conviene hacerlo del tirón.
Laura Fernández
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