Asquerosa, el pueblo que conectó a García Lorca con el arte

Valderrubio (antes llamado Asquerosa) es un pueblo andaluz de la Vega granadina que decidió cambiarse el nombre, para evitar su incómodo gentilicio. Y es que, aunque ‘Asquerosa’ tiene su origen en la época romana y proviene de Aqua Rosae (agua de rosas), la realidad es que sus habitantes eran los ‘asquerosinos‘. Podrás imaginarte la gracia que debía hacerles cuando alguien, por pitorreo o ignorancia les llamaba «asquerosos».

Uno de estos vecinos al que le enervaba el gentilicio era, ni más ni menos, Federico García Lorca, un muchacho que llegó procedente de la vecina Fuente Vaqueros en 1906 y se estableció junto a su familia en Asquerosa. Allí se formaría como persona y tendría su primera toma de contacto con el mundo del arte. Años después, acabaría consagrado como uno de los poetas y dramaturgos más importantes del siglo XX.

Sobra decir, que en su éxito, mucho tuvo que ver Asquerosa, (Valderrubio desde agosto de 1943). Por cierto, el nombre de Valderrubio hace referencia a «valle del tabaco rubio», ya que fue un cultivo mayoritario hasta mediados del siglo XX.

Pues allí, en la Vega de Granada, primero en Fuente Vaqueros (ciudad natal) y luego en Asquerosa, ahora Valderrubio, el joven artista nació, creció y obtuvo la inspiración para sus primeros poemas. Pero también para una de sus últimas obras teatrales, La Casa de Bernarda Alba, una trama en la que no hubo que inventar personajes ni lugares, y más adelante sabrás por qué.

Esa intensa obra surgió de una forma atípica pero a Lorca le vino como anillo al dedo para explorar temas como la falta de libertad, la represión sexual o la lucha por el poder en una sociedad patriarcal y cómo todo ello puede conducir al drama o la tragedia.

Pues así, junto al río Cubillas, entre fuentes y acequias, plantaciones de tabaco rubio y maizales se forjó el prodigioso chaval que acabó siendo aclamado en todo el mundo, pero que siempre añoró lo rural de su infancia.

Te contamos un poquito más:

Un chiquillo de ‘La Vega’

Federico García Lorca nació el 5 de junio de 1898 en la localidad granadina de Fuente Vaqueros. Concretamente, en la calle de la Trinidad, número 4, aunque en la actualidad ha sido rebautizada como calle Federico García Lorca, en su honor. En 1928 el artista se refirió así a esta localidad en una entrevista a La Gaceta Literaria, de Ernesto Giménez Caballero:

«Mi infancia es la obsesión de unos cubiertos de plata y de unos retratos de aquella otra que pudo ser mi madre, Matilde Palacios. Mi infancia es aprender letras y música con mi madre, ser un niño rico en el pueblo, un mandón”.

García Lorca añoraba el campo

De hecho, según afirman muchos de los que lo conocieron, el traslado de su familia del campo a la ciudad le afectó profundamente. En 1916 o 1917, cuando empezaba a interesarse por la literatura, redactó un largo ensayo autobiográfico en el que evocaba Fuente Vaqueros, aquel pueblecito muy callado y oloroso de la vega de Granada. 

Lorca sintió que, de alguna forma, su nueva vida en Granada había forzado cierta ruptura con su pasado en el campo: «Hoy de niño campesino me he convertido en señorito de ciudad […] Los niños de mi escuela son hoy trabajadores del campo y cuando me ven casi no se atreven a tocarme con sus manazas sucias y de piedra por el trabajo».

«¿Por qué no corréis a estrechar mi mano con fuerza? ¿Creéis que la ciudad me ha cambiado? No. Vuestras manos son más sanas que las mías. Vuestros corazones son más puros que el mío. Vuestras almas de sufrimiento y de trabajo son más altas que mi alma».

Ni hablar de ‘Asquerosa’

Sin embargo, a pesar de su admitido fervor por su localidad natal y la Vega Granadina, García Lorca nunca se refirió a Asquerosa en su obra. Y eso que, según afirman algunos vecinos de Valderrubio, el poeta pasó gran parte de su vida en la localidad. Llegó en 1905 y fijaría su residencia durante cuatro años, pero la familia siguió veraneando allí hasta 1926.

«Lo que pasa es que Asquerosa no aparece en nada de lo que escribe, porque no le gustaba [el nombre del pueblo]. Precisamente, en la página 1.601 de sus Obras completas, en carta, con Jorge Guillén, le dice: cuando me escribas, mis señas son: apeadero de San Pascual, provincia de Granada, porque él lo ignoraba, y por eso los historiadores están desconcertados con García Lorca», explicó Rafael Hernández (vecino de Asquerosa) en una entrevista con Carlos Herrera, en Canal Sur Televisión.

La declaración de Hernández coincide a la perfección con la del propio Ayuntamiento de Valderrubio, que confirma que el artista «se trasladó junto con su familia al cortijo de Daimuz y posteriormente a Valderrubio, por aquel entonces llamado todavía Asquerosa, pero que Federico, buscador de la belleza evitaba, firmando sus primeros poemas en la Vega de Zujaira».

Lorca, eterno en Valderrubio

El nombre de Asquerosa tiene su origen en la época romana y se refiere a (aqua rosa) pero, que más da, ahora es Valderrubio y sigue siendo el lugar que el artista adoró. Tampoco cambiará el orgullo con el que el municipio granadino recuerda a ese genio que lo llevó en volandas a todos los rincones del mundo.

Ruta Lorquiana en Valderrubio

Como no podía ser de otra forma, todo aquél que decida visitar Valderrubio podrá seguir los pasos de Federico García Lorca a través de diferentes rutas. Entre ellas,  la que te llevará hasta la su propia casa, hoy convertida en Casa-Museo. También podrás recorrer la Casa de Bernarda Alba, ambas en la localidad.

El consistorio, que es quien gestiona ambas casas ha explicado a EscapadaRural que hay diferentes tipos de visita guiada: podrás recorrer durante dos horas ambas viviendas, disfrutar de visitas teatralizadas en la Casa Bernarda Alba, (que se hace un sábado al mes con las actrices de Teatreves Teatro), o hacer un recorrido más corto, solo a la Casa-Museo.

Además, hay diversas actividades culturales y, precisamente están a la vuelta de la esquina. En el mes de julio se celebra el festival Julio Cultural, en el que todos los espectáculos son de acceso libre en el patio de la Casa-Museo, los viernes y sábados por la noche.

La Casa Museo Federico García Lorca es una vivienda tradicional de labor con dos plantas, construida en 1915 sobre los cimientos de la antigua casa que el padre de Federico convirtió en el domicilio rural de la familia entre 1905 y 1909.

La casa de Bernarda Alba: El nacimiento de un drama

Y como lo prometido es deuda, para quien no conozca la obra le resultará curioso saber que todo surgió «a través de este pozo, cuya agua compartían las casas de Frasquita Alba y la de su tía Matilde. Dicho de otra forma: Federico puso la oreja y se empapó de lo que se cocía en la casa de Bernarda. «Todo ello, unido a su portentosa capacidad de fabulación, convirtió el lugar en el germen de lo que él denominó Drama de mujeres en los pueblos de España: La Casa de Bernarda Alba«, resume el Ayuntamiento de Valderrubio.

El espacio muestra sucintamente la biografía de Frasquita Alba Sierra (Bernarda en la obra) y José Benavides Peña (Pepe el Romano en la obra), así como su estatus social, a través de curiosos documentos que te permitirán contrastar la realidad de una familia acomodada y la utilización que hace Lorca de personas y hechos para su creación literaria.

Su universo rural

Pero no todo queda ahí, y es que el enclave es insuperable. De su puño y letra dejó dicho Lorca que «el pueblo está rodeado de chopos que se ríen, cantan y son palacios de pájaros y de sus sauces y zarzales que en el verano dan frutos dulces y peligrosos de coger. Al aproximarse hay gran olor de hinojos y apio silvestre que vive en las acequias besando al agua».

Añadía que «en verano el olor es de paja que en las noches, con la luna, las estrellas, y los rosales en flor, forma una esencia divina que hace pensar en el espíritu que la formó«. En estas páginas autobiográficas intentó captar sus experiencias en la escuela, los juegos con los amigos, el ambiente de su casa y su asombro ante las desigualdades sociales.

Sin duda, durante la visita a Valderrubio se pueden comprender algunos pasajes de la obra de Lorca, ya que calcó su paisaje y su gente en ella. Las imponentes plantaciones de tabaco, los maizales o el rumor de las acequias. Así que allí, en Asquerosa o Valderrubio se halla uno de los legados más valiosos del poeta y dramaturgo que conquistó al mundo entero y que murió sin saber que, por fin, su pueblo cambió de nombre.