A golpe de pedal por Terres de l´Ebre

El cauce del río Ebro entra en Terres de l´Ebre (Tarragona) despacio, sin prisa por llegar hasta su destino final: el mar Mediterráneo. A su paso va perfilando un paisaje inigualable: meandros, arrozales, marismas y lagunas que se reparten entre las comarcas del Baix Ebre, el Montsiá, la Terra Alta y la Ribera de l’Ebre hasta desplegar toda su grandiosidad en el propio delta, donde se mimetiza con el mar.

Sus imponentes montañas vigilan desde lo alto la sencillez de las playas, prácticamente vírgenes, así como la inmensa manta ondulada de dunas que se sitúa dentro del Parque Natural del Delta de l´Ebre. Pero la Reserva de la Biosfera comprende todo el territorio y Terres de l’Ebre es más, mucho más. ¿Te animas a descubrilo?

Un espacio natural que no sólo ofrece una rica fauna –es especialmente conocido por el avistamiento de aves, pues en él hay más de 350 especies– sino también un patrimonio inigualable. Como por ejemplo las cuevas y pinturas rupestres de Ulldecona, El Perelló y Tivissa.

La mejor forma para descubrir la belleza de Terres de l´Ebre es en bicicleta: cruzando por desfiladeros, sierras como la del Montsià, campos de olivos, terrazas de arroz, etc. Existen muy diversos tramos de diferentes longitudes dirigidos a los cicloturistas. Más de 1.000 kilómetros de caminos y carreteras de poco tránsito, además de una Vía Verde sin vehículos a motor.

Ruta en bicicleta hasta Tortosa

El recorrido más emblemático y popular es la Vía Verde que cruza el Val de Zafán, desde Puebla de Híjar, pasando por Alcañiz (Aragón) hasta llegar a Tortosa.

El trazado discurre por una antigua vía férrea que fue construida en el siglo XIX por el Gobierno de Aragón. La intención era crear una vía comercial que les llevase hasta el Mediterráneo (50 km están en Aragón y 50 km en Tarragona)

Desde Puebla de Híjar a Tortosa hay unos 100 kilómetros que discurren por espacios naturales, como por ejemplo los paisajes de montaña y balsas naturales que puedes encontrar entre Horta de Sant Joan, Bot y Prat de Comte, la antigua estación de ferrocarril en Benifallet, ahora convertida en restaurante y alojamiento y la monumental Tortosa. El desnivel es de 400 metros en el tramo de Terres de l’Ebre y su principal atractivo es que forma parte de la Reserva de la Biosfera.

Para que sea fácil de recorrer durante un fin de semana, la ruta está dividida en tres tramos, algunos acondicionados para las personas con movilidad reducida. A parte del tramo de Vía Verda hasta Tortosa, se pueden realizar extensiones al Delta del Ebro, como:

• Ruta de Puebla de Híjar a San Carlos de la Rápita: La duración es de 4 días y cruza el puente de la Torica, el Parque Natural de Els Ports, pasa junto al museo Picasso en Horta de Sant Joan y llega hasta la bahía de los Alfacs.
• Ruta de Alcañiz hasta el mar: También de 4 días de duración, el recorrido pasa por el Azud de Xerta, cruza el puente colgante de Amposta y permite observar las aves del Parque Natural del Delta del Ebro. Una de las peculiaridades de esta ruta es que te puedes hospedar en alojamientos rurales que se hallan a lo largo del recorrido, algunas de ellas en las antiguas estaciones de tren.

Camino del Ebro- Desembocadura

El Camino del Ebro empieza en Cantabria, en la localidad de Fontibre; pasa por Burgos, Álava, La Rioja, Navarra, Zaragoza y Tarragona. La duración de la ruta dependerá de dónde se empiece. En cualquier caso, no todos los tramos del GR-99 son ciclables. Os recomendamos echarle un ojo al Camí de Sirga, que recorre el margen derecho del delta del Ebro.

Cicloturismo en el Delta de l´Ebre

El Delta de l´Ebre cuenta con numerosas rutas que pasan junto a la costa, acantilados, arrozales, bahías, dunas, lagos, etc. La duración dependerá de la longitud de la ruta, pues va desde una jornada a itinerarios de seis días.

Una de las más conocidas, de nivel fácil, es la de las lagunas, de 26 kilómetros. El recorrido va desde L’Encassinyada y llega hasta la de La Tancada, pasando por la Casa de Fusta, el mirador de El Carreter y el de la Tancada.

Para avistar aves y disfrutar de los increíbles paisajes del delta se puede hacer otra de las rutas que parte de Riumar. Poco más de 7 kilómetros de trayecto que discurren junto a miradores, arrozales y a la desembocadura del Ebro para terminar en la playa. Ideal para darse un baño al final del recorrido si el tiempo acompaña.

Vuelta a la sierra de Cardó

Como su propio nombre indica, esta ruta discurre alrededor de la sierra de Cardó. Se puede realizar con guía o por nuestra cuenta. Algunas de las maravillas que se pueden visitar son las pinturas rupestres de Cabrafeixet, el balneario de Cardó, la ermita del Coll de l’Alba y el antiguo pueblo medieval de Fullola. Se trata de una ruta de un día.

Ascensión al Mont Caro

Esta ruta está dirigida a los ciclistas más experimentados, ya que la dificultad es bastante alta. La longitud del trayecto hasta el Mont Caro es de 23,3 kilómetros y se sube hasta los 1.400 metros, con tramos donde la pendiente llega hasta el 15%. Debido a su dureza, existen varias empresas que ofrecen guías, vehículo de asistencia y apoyo.

Otras rutas con actividades

Además de pedalear, Terres de l´Ebre también ofrece alternar la bicicleta con otros deportes y actividades como el kayak, la gastronomía, visitas culturales, etc. Una de estas rutas deportivas es la del camino de Sirga. En ella se llega en bici hasta el embarcadero de riu a l´Ebre (Deltebre), donde hay opción de alquilar piraguas para pasear por el mismo Ebro.

Aquellos que tengan fascinación por los hechos históricos de Terres de l´Ebre no pueden dejar pasar la ruta que llega hasta los bunkers de la guerra civil, cerca de la costa de L’Ametlla de Mar.

Por último, no hay duda que “bicicleta” y “Delta de l’Ebre” son un binomio inseparable. Seguro que has oído hablar de los paseos sobre ruedas por el Delta de l’Ebre, cruzando extensiones y extensiones de campos de arroz. Estos itinerarios que recorren uno de los espacios naturales más singulares de Catalunya son un imperdible si visitas estas tierras.

Más información en www.terresdelebre.travel