Ruta por 5 característicos pueblos de la Subbética cordobesa

La Subbética cordobesa es una comarca situada en el corazón de Andalucía, donde testimonios de culturas pasadas agrupan un importante legado patrimonial.

Y es que a poco más de una hora en coche desde Córdoba capital te dan la bienvenida Priego de Córdoba, Zuheros, Lucena, Rute e Iznájar. Enclaves que, aunque se asemejen, todos son blancos y bonitos, cada cual tiene su historia que contar.

1. Priego de Córdoba, sinónimo de Barroco

No podemos viajar a la Subbética cordobesa y no mencionar Priego de Córdoba y su alta presencia barroca. En el siglo XVIII la riqueza del comercio de los tejidos y las sedas se tradujo en un resplandeciente escaparate monumental de palacetes y/o casonas que hoy puedes admirar y desear adquirir sí paseas por la calle Río.

Sin embargo, quién alberga el tesoro mejor guardado de Priego de Córdoba es la iglesia de la Asunción, ya que en ella se encuentra la capilla del Sagrario, una de las obras maestras del barroco español. No hay suficientes adjetivos para describirla. En 1932 fue declarada Monumento Nacional por su riqueza decorativa y su imponente cúpula, la que sorprende a propios y extraños.

No sólo del Barroco vive Priego de Córdoba

Uno de los placeres que te brinda el municipio es un recorrido por el barrio de la Villa, un oasis que te transporta al origen andalusí. Según avanzas, no importa que calle tomes, verás patios repletos de flores, plazoletas y callejuelas estrechas y quebradas donde reina el silencio.

El final del recorrido por el barrio de la Villa está el balcón del Adarve. Desde ahí la panorámica hacia el mar de olivos es extraordinaria.

Priego de Córdoba también es agua

Si algo abunda en Priego de Córdoba es el agua. Hay fuentes potables por todas partes, sus habitantes no pasan sed. Eso sí, la más destacable es la fuente del Rey, situada al final de la calle Río. Su construcción fue terminada en 1803, está dividida en tres grandes estanques y conserva 139 caños. No olvides asomarte a uno de los balcones de la fuente para apreciar las caras fantasmagóricas de los mascarones y beber de uno de sus caños.

El municipio conserva una larga lista de puntos de interés como por ejemplo: las carnicerías reales, el castillo, las casas señoriales omnipotentes en todo el recorrido, la plaza de toros, el paseo de Colombia…

2. Zuheros, pueblo andaluz por antonomasia

“Uno de los pueblos más bonitos de España”, con este nombramiento al que Zuheros hace honor, ¿quién es el valiente que se atreve a pasar de largo y no hacer una parada para visitarlo? No es de extrañar que lo incluyeran en 2016 en esta red de pueblos, pues es el típico pueblo andaluz que esperas ver en tu viaje por la Subbética cordobesa. Tiene todos los ingredientes para satisfacer al viajero.

Calles empedradas, estrechas y empinadas, recovecos predispuestos a ser fotografiados muestra de un legado andalusí. A la iglesia de los Remedios me remito, ya que al parecer fue construida sobre la antigua mezquita. Y por supuesto el color uniforme de las casas, gracias a la cal blanquecina con las que las engalanan.

Castillo de Zuheros, construido por los árabes en el siglo IX

Sin embargo, la joya de la corona de Zuheros es su castillo. Enclavado sobre una roca es el encargado de guiar a los viajeros que visitan el municipio.

Este castillo, al que se puede acceder, bien podría ser parte de la afamada serie Juego de Tronos. Su envidiable situación geográfica, en plena sierra con sus crestas y tajos salpicados por olivares, facilitaría el guión a los productores para una próxima temporada.

3. Lucena, la «Perla de Sefarad»

Pasear por las calles de Lucena es como asistir a una clase de historia, omitir los libros y palpar en vivo y en directo lo que hace miles de años sucedió. Tres civilizaciones –judía, árabe y cristiana- y culturas fueron las responsables de dibujar el pasado y tallar el presente: siendo la judía, quizá, la más relevante. Tanto es así que Lucena es conocida como la “Perla de Sefarad”.

Su actual popularidad y riqueza artística-cultural proviene principalmente por poseer la necrópolis judía excavada más grande de la Península ibérica, donde apareció la lápida del Rabí Lactosus. Lucena es parte de la Red de Juderías de España.

Para conocer en profundidad estas pinceladas históricas, lo aconsejable es visitar el Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena, ubicado en las instalaciones del castillo del Moral. De esta forma, podrás adquirir una perspectiva más amplia del devenir y la idiosincrasia de la ciudad.

4. Rute, el pueblo de los museos

Rute posee seis museos, un dato significativo teniendo en cuenta la cantidad de habitantes (menos 10.000). Además, para rizar el rizo, la mayoría de estos museos están vinculados a la fama que caracteriza a este municipio de la Subbética cordobesa: sus anisados y sus tradicionales dulces navideños.

Las destilerías de anís han sido, y siguen siendo, una tradición de gran solera en Rute. La elaboración artesanal del aguardiente, seco y dulce, es su producto más genuino. Las marcas más conocidas como Arruza, Altamirano, Raza y Machaquito han hecho que Rute figure en el mapa.

Los dulces de Rute

El aroma a dulce anuncia la pronta navidad a los ruteños, y los viajeros lo saben. Muchos se animan a visitar las fábricas de dulces que hay repartidas por la localidad y hacer las compras gastronómicas durante las fechas navideñas. De Rute uno sale bien comido y bebido, seguro.

Y para bajar los excesos y respirar aire puro, Rute también te invita a realizar diferentes rutas de senderismo en plena Subbética cordobesa.

5. Iznájar, una península del interior

Además de playa y turismo activo en el mayor embalse de Andalucía, Iznájar cuenta con numerosos lugares de interés. Para ello, deberás subir hasta el punto más alto del municipio, al castillo de Ins Ashar y la parroquia de Santiago Apóstol, donde en 886 comenzó todo.

El legado andalusí que posee Iznájar no es abundante, pero sí suficiente para recorrer el recinto amurallado y deleitarte con detalles que aún perduran. Un ejemplo de ello es el patio de las Comedias.

El nombre del patio proviene de las actuaciones teatrales que se hacían en él. Hoy por hoy, este rincón no pasa desapercibido, pues todo turista se detiene para maravillarse con cada detalle que lo conforma y para hacer la foto de rigor. Sus macetas azules son el atractivo perfecto.

Iznájar al atardecer

Igual de atractivos son sus miradores. La situación de Iznájar, de cara al embalse y a los campos de olivos, provoca que haya muchos balcones en los que poder disfrutar de excelentes panorámicas.

No rechaces el souvenir que te regala la localidad al atardecer. Aprovecha para descansar, relajarte y disfrutar de la paz que emanan sus zonas rurales.