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Que las vacaciones de verano no sean sinónimo de hacer largas colas, soportar calores intensos o sufrir agobios por las masificaciones. Hay alternativas a esos destinos, territorios con una naturaleza que ayuda a desconectar, con una gastronomía genuina y arraigada a la tierra y con mucha presencia de agua. Hablamos de Extremadura, una tierra diversa que ofrece descanso y acción a partes iguales.
Ya sabes que Extremadura es una comunidad autónoma de interior, por lo que no está bañada por ningún mar ni océano. Aun así, ¿sabías que tiene 9 banderas azules? Y es que cuenta con más de 1.500 kilómetros de costa interior en los que se pueden practicar diferentes deportes acuáticos o pegarse un baño refrescante en plena naturaleza.
Te contamos los planes más refrescantes y alejados de las grandes aglomeraciones que puedes experimentar este verano en Extremadura.
Las mejores zonas de baño de Extremadura
Extremadura es la comunidad autónoma con más banderas azules en aguas continentales, ¡y ya van tres años consecutivos! Este verano ondean 9, de las cuales 8 están en Badajoz y una se encuentra en Cáceres: las playas de Orellana la Vieja, Cheles, Alange, Campanario, Los Calicantos (Casas de Don Pedro), Isla del Zújar (Castuera), El Espolón-Peloche (Herrera del Duque), Talarrubias-Puerto Peña (Talarrubias) y Cancho del Fresno (Cañamero).
El reconocimiento avala la calidad de sus aguas, así como unas instalaciones y servicios que cumplen con los requisitos exigidos en materia de seguridad y medio ambiente. Son espacios de ensueño en los que podrás combatir el calor del verano en un paraje natural paradisíaco.
Además, Extremadura ofrece otras zonas de baño en entornos inolvidables, como la piscina natural Jevero, en Rivera de Acebo, en plena Sierra de Gata, con unas formaciones geológicas sorprendentes; la piscina natural Jarandilla de la Vera, en la Garganta de Jaranda, de fácil acceso; o la playa fluvial Entrerríos del río Zújar, en Villanueva de la Serena.
Paisajes para admirar el agua
Extremadura esconde muchos tesoros naturales en los que podemos contemplar el agua y ensimismarse con las diferentes piruetas que realiza en su transcurrir, dejando una orografía peculiar repleta de gargantas, cascadas y barrancos. Un espectáculo sensorial que no debes dejar de conocer son los meandros de Las Hurdes, como El Melero del río Alagón; de gran belleza, se puede llegar a su mirador, conocido como La Antigua, tanto a pie como en coche desde Riomalo de Abajo.
Otro lugar sorprendente es el Paraje de las Ollas, en Cuacos de Yuste, donde las aguas de la garganta Cascarones moldean rocas graníticas dejando una estampa muy bonita. Se llega saliendo del pueblo hacia el viejo cementerio municipal.
Asimismo, te proponemos una ruta de senderismo de tres horas para llegar al primer paraje Starlight de Extremadura para contemplar las estrellas: El Chorrerón, en Moraleja, que sigue un paseo fluvial hasta llegar a una preciosa cascada.
Relax en aguas termales
El agua vertebra Extremadura y da vida al territorio en muchos sentidos. También es fuente de relax, como así lo demuestran los seis balnearios que hay en Cáceres y Badajoz bañados con aguas con propiedades mineromedicinales.
El balneario El Raposo es conocido por sus tratamientos con lodos; el balneario El Salugral destaca por sus tratamientos dermatológicos y mesoterapia; si buscas coberturas y masajes corporales, no dejes de visitar Fuentes del Trampal; para envolvimientos revitalizantes con cerezas o algas, apunta el balneario Valle del Jerte.
Entre todos, destacan dos municipios que han sido declarados Villas Termales por la Junta de Extremadura: Baños de Montemayor, especializado en tratamientos reumatológicos y respiratorios; y Alange, con terapias relajantes en un espacio histórico con son las termas romanas, reconocidas como Patrimonio de la Humanidad.
Surcar las aguas de Extremadura
Las cuencas del Tajo y el Guadiana dejan 1.500 kilómetros de costa de agua dulce en Extremadura, un fenómeno natural único en la Europa Occidental. Esto permite la existencia de un importante sector náutico especializado con infraestructuras adecuadas para la práctica de diferentes deportes acuáticos como vela, piragüismo, kayak, buceo, windsurf, kitesurf, esquí acuático o stand up paddle.
¡Hay planes para todos los gustos! Por cierto, Orellana la Vieja tiene la primera bandera azul concedida a un puerto deportivo de interior en España.
Los que buscan recorrer las aguas de interior desde una perspectiva más tranquila, pueden hacerlo a bordo de embarcaciones guiadas o alquiladas con patrón.
Hay muchas experiencias de turismo fluvial en Extremadura: paseos por el Gran Lago de Alqueva, rutas transfronterizas que acercan a pequeñas aldeas portuguesas, cruceros por el río Tajo y sus afluentes, paseos fluviales por el embalse de Alange, rutas por la Reserva Regional del Cíjara con avistamiento de fauna salvaje y berrea, navegación del río Alagón para hacer turismo de naturaleza y ornitológico por zona ZEPA… Una experiencia inolvidable.
Un turismo activo muy refrescante
Los amantes de la adrenalina también tienen formas para disfrutar del agua de Extremadura con un toque más aventurero. El barranquismo es una actividad que no deja a nadie indiferente y que tiene algunos destinos emblemáticos como el descenso de El Gargantón, junto a la localidad de Guijo de Santa Bárbara, con rápeles, destrepes, bajadas por toboganes y saltos; ideal para quienes desean iniciarse en este deporte. Hay muchas empresas que ofrecen guía experimentado y todo el material necesario para practicarlo con seguridad.
Otra actividad que atrae a miles de personas todos los años a Extremadura es la pesca. Las especies más apreciadas en sus aguas son el black bass, la carpa, el lucio, el barbo, la trucha y la tenca. Hay zonas emblemáticas como los embalses La Serena, Orellana, García Sola (Puerto Peña), Cornalvo, Alange, Sierra Brava, Cíjara y Zújar en Badajoz; y Alcántara, Gabriel y Galán, Valdecañas y Borbollón, en Cáceres. Es indispensable tener licencia en vigor para poder pescar, así como permiso en el caso de hacerlo en un coto.
El agua es solo un elemento más de la Extremadura Extraordinaria, un territorio alejado del estrés y de las masificaciones, con gran oferta cultural, patrimonial, gastronómica, con una naturaleza exuberante y muchas propuestas deportivas. De las vehementes cascadas a las calmadas dehesas, de la aventura al relax, de lo cotidiano a lo inesperado.
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Raquel Andrés