Situada al norte de España, Cantabria cuenta con un sinfín de pueblos a orillas del mar envueltos en olor a salitre. Esto hace que muchos de ellos, además de contar con puertos pesqueros, estén rodeados de playas y calas, algunas más salvajes que otras e, incluso, con Bandera Azul.
En 2024, Cantabria dispone de 10 banderas azules, una menos que el pasado año. Este distintivo es un reconocimiento por el buen estado de las aguas, el nivel de los servicios de la playa y la seguridad de los bañistas.
No obstante, hay que tener en cuenta que estamos frente a un mar bravo y muchas de estas playas son perfectas para practicar surf, por lo que habrá que tener en cuenta el oleaje, las corrientes y la resaca. En un baño en el Cantábrico siempre habrá que tomar precauciones y seguir las recomendaciones de salvamento.
Estos son algunos de los pueblos de Cantabria con playa para darse un refrescante (muy refrescante) chapuzón este verano.
Isla
Entre las rías de Cabo Quejo y Ajo está Isla. Una pequeña villa marinera perteneciente al municipio de Arnuero rodeada de acantilados, playas y calas con el verdor característico del norte como telón de fondo. Hay que decir que, si bien es un lugar con muchos atractivos, durante los meses de verano está bastante concurrido.
En sus inmediaciones podemos encontrar hasta seis playas de arena blanca y dorada bañadas por el Cantábrico. La del Sable, aunque es la más conocida, cuenta con Bandera Azul, igual que la de La Arena.
No obstante, entre las más bonitas está la playa de Cava, que sirve de puerta de entrada a las marismas de Joyel. También lo son las playas de Cándano y Arnadal, rodeadas de acantilados. Esta última, también conocida como la playa de los Franceses, es como una cala a la que solo se puede acceder a pie.
Pero, además de poder disfrutar de su costa y naturaleza, Isla también es un lugar para pasear y sentarse a saborear la gastronomía del Cantábrico. Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural. En él podemos encontrar joyas de la arquitectura civil, como el palacio de los Condes de Isla; la iglesia de San Julián y Santa Basilisa; así como antiguas torres militares como la de Cabrahigo y la del Rebollar.
San Vicente de la Barquera
Situado en la costa occidental de Cantabria, San Vicente de la Barquera siempre será, para muchos “Millenials”, el pueblo de David Bustamante. Lo sentimos, pero hay que reconocer que fue un buen embajador de su tierra que no paró de elogiar a su pueblo durante toda su edición de Operación Triunfo.
No es para menos, San Vicente de la Barquera es de esos pueblos de Cantabria con playa y con mucho encanto que, además, se encuentra en el corazón del Parque Natural de Oyambre: rodeado de rías, dunas, bosques, calas y acantilados. Fue un importante paso del Camino de Santiago en la ruta costera y cuenta con un rico patrimonio: la antigua muralla y el castillo del Rey, el santuario de la Barquera, el palacio de Corro y la escultura del inquisidor homónimo, etc.
En cuanto a sus playas, la más conocida y más larga (tiene 4 kilómetros) es la de Merón, que está dividida en varias zonas. Cuenta con Bandera Azul, su único inconveniente es que está abierta al mar, por lo que tiene bastante oleaje y puede llegar a ser peligrosa si no se siguen las indicaciones de salvamento. Eso sí, es un paraíso para los surferos.
Para los que quieren ir con su mascota pueden hacerlo en la playa de La Maza; y para los que buscan playas pequeñas y más recónditas, las calas de Niñera y Fuentes son perfectas.
Noja
Noja es otro de los pueblos de Cantabria con playa que cuenta con banderas azules. Estas son la de Ris y la de Trengandin. La primera de ellas tiene dos kilómetros de extensión y cuenta con servicios. Es una playa abierta al mar, por lo que en ella suele haber bastante oleaje. Es perfecta si lo que queremos es hacer surf.
Una de sus principales características es que está enfrente de la isla de San Pedruco, llamada así por la ermita que la coronaba antiguamente. En los días de bajamar se puede acceder hasta el islote, aunque hay que tener muy en cuenta el calendario de mareas.
Por su parte, la playa de Trengandin es una de las más extensas (tiene 6 kilómetros) y tranquilas de Cantabria, ya que está orientada al noreste. Con la bajamar, además, salen a la superficie las grandes rocas que caracterizan su paisaje.
Además de sus playas, Noja también cuenta con humedales y está incluida en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja. Hay que aclarar que, aunque es un pueblo que tiene muchísimo que ver y que por su litoral merece estar en esta lista, en los últimos años se ha convertido en un destino bastante turístico, sobre todo en verano.
Suances
Entre el Cantábrico y el río Saja está Suances, un pueblo en cuyos alrededores se pueden encontrar maravillas naturales como los acantilados de La Piedra Blanca o el monolito de la Punta del Dichoso. También sus playas, algunas tan conocidas como las de la Concha y la de Los Locos (50 metros). Esta última, además de ser una de las más bonitas, goza de Bandera Azul.
Como muchas de las playas del Cantábrico, a pesar de la buena calidad de sus aguas e instalaciones, tiene fuerte oleaje. Es muy conocida por los surfistas, por lo que es conveniente seguir siempre las indicaciones de salvamento.
Algo más alejada, pero también en Suances, encontramos otra playa con Bandera Azul. Se trata de El Sable, también conocida como El Tagle, ya que es el nombre del pueblo más próximo. Tiene unos 200 metros y está rodeada de acantilados, lo que ofrece un aspecto salvaje. Eso sí, en verano suele estar bastante concurrida.
Además de su entorno natural, Suances también es patrimonio e historia. En su puerto se cree que anteriormente hubo uno romano, con gran actividad comercial. También cuenta con el yacimiento de una necrópolis medieval en Hinojedo; o la torre de los Barreda, perteneciente a una antigua fortaleza.
Santoña
Santoña es uno de los pueblos marineros más conocidos de Cantabria. De aquí son las populares anchoas, además de ser el pueblo natal del navegante y cartógrafo Juan de la Cosa, autor de uno de los mapamundis más antiguos del continente americano. Su monumento lo podemos visitar junto a la bahía.
Para encontrar sus cimientos solo habrá que dirigirse al puerto, el segundo más importante de Cantabria y que ya era utilizado en la época romana. Junto a él ya podemos encontrar extensas playas, a continuación una de otra, que llegan hasta el fuerte San Martín, los restos de la antigua fortificación, la batería de Galvanes y el mirador de la bahía de Santoña.
En el extremo norte, junto a la batería del Águila, encontramos una de las playas más bonitas de la zona: Berria, que hasta el pasado año contaba con Bandera Azul. En ella se admiten perros, tiene unos dos kilómetros y se accede a pie. Es una playa para surfistas, por lo que suele haber bastante oleaje.
Otros de los atractivos de Santoña son el Parque Natural de las Marismas de Santoña, un espacio protegido con variedad de aves acuáticas; así como el popular faro del Caballo, que cuenta con algunas de las mejores vistas del Cantábrico.
Somo
Asentado en la bahía de Santander, en el municipio de Ribamontán al Mar, encontramos Somo. Uno de los pueblos de Cantabria con playa que más cerca está de la capital, Santander. De hecho, está justo enfrente del popular palacio de la Magdalena. Se puede llegar hasta el pueblo en coche e incluso en ferry.
Su principal característica es que cuenta con un extenso arenal de unos 4 kilómetros compuesto por dos playas: El Puntal y Loredo. Son bastante populares y, debido a su cercanía a Santander, es posible que durante el verano estén algo concurridas. Sobre todo por surferos, ya que se trata de una playa con fuerte oleaje.
La playa de El Puntal, además, destaca por su sistema dunar que penetra en la bahía. Es un espacio protegido, donde la arena se entremezcla con la vegetación ofreciendo una de las estampas más bonitas de la costa de Somo. Junto a ellas también está el estuario del Miera que da salida a la ría de Cubas.
Redacción ER
Hace tiempo visite estos pueblos, pero me encantarisa volver, gracias espero informacion, feliz semana