Situado a 1.419 metros de altitud, Bagergue está considerado como el pueblo más alto del valle de Arán (Lleida), una de las comarcas con más encanto del Pirineo catalán. Se trata de un pueblo pequeño, pues tiene poco más de 100 habitantes, que fue construido a la vera del río Unhòla, en una de las laderas de las altas cumbres que parecen querer abrazarlo.
En él destaca la arquitectura típica de montaña, con viviendas construidas en piedra y tejados de pizarra. Las notas de color las ponen las numerosas flores que podemos encontrar en sus fachadas, así como a lo largo de las estrechas y pedregosas calles. También en su entorno, espacios verdes que cada estación se visten de un tono diferente: amarillo, naranja, blanco…
Bagergue es un destino que se puede visitar en cualquier época del año, aunque la mayor parte de las visitas las recibe en invierno. Su cercanía a la estación de esquí de Baqueira Beret, situada a poco más de 8 kilómetros, hace que cada año atraiga a numerosos amantes del esquí y de los deportes de invierno en general. La estampa, cubierta de blanco por el espeso manto de nieve, es una maravilla.
Qué ver en Bagergue
A pesar de su tamaño, este pequeño pueblo del Pirineo cuenta con un rico patrimonio. Estos son algunos de los imprescindibles que ver en Bagergue:
Un paseo por su centro histórico
Con una arquitectura aranesa típica, el centro histórico de Bagergue forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Un paseo por sus estrechas calles nos permitirá conocer algunos de sus inmuebles más populares como la casa Menginat, una vivienda solariega construida en 1804; o la casa de Pansart.
Lo que más llama la atención es que apenas hay un rincón del pueblo que no esté cubierto de flores. Esto es así porque Bagergue forma parte del movimiento Viles Florides. Una iniciativa de la Confederación de Horticultura Ornamental de Catalunya (CHOC) que pone en valor la protección de los espacios verdes con la creación de jardines y parques para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Bagergue es un pueblo de montaña tranquilo. Un refugio para aquellos que buscan descansar. Como curiosidad, Pau Donés, de Jarabe de Palo, tenía una casa en Bagergue y pasó aquí sus últimos días. De hecho, es la que sale en el documental Eso que tú me das que realizó junto con Jordi Évole.
Iglesia de Sant Feliu de Bagergue
Sant Feliu de Bagergue (iglesia de San Félix en castellano) es una iglesia parroquial de origen románico con mezcla de estilo barroco. Fue construida entre los siglos XII y XIII, aunque tres siglos después fue reformada y ampliada. Lo que sí es de esa época es la “cruz de Bagergue”, que colgaba sobre la nave central. Debido a su valor, actualmente fue reemplazada por una copia y la original se encuentra en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Aunque la iglesia de Sant Feliu de Bagergue es sencilla, como el resto de templos cristianos del Pirineo cuenta con un pequeño cementerio adosado en uno de sus laterales. En su interior, además, se halla una de las piezas sacras más antiguas del Val d’Aran. Se trata de una estela funeraria de la época romana.
Museo Eth Corrau de Bagergue
Situado en el centro del pueblo, en la calle deth Pontet 3, el Museu Eth Corrau de Bagergue muestra la vida tradicional aranesa. Fue abierto en 1999 por la familia Moga, oriunda del pueblo, y en él podemos encontrar más de 2.500 objetos artesanales de la vida rural, cultura, tradiciones y artesanía del Val d’Aran.
Nota: actualmente el museo está cerrado temporalmente.
Hormatges Tarrau: la quesería más alta del Pirineo
No hay nada como conocer un lugar con el estómago. Y, aunque Bagergue cuenta con una rica cocina tradicional del Val d’Aran compuesta por platos como el fricandó, las patatas rellenas de carne o la popular truhada aranesa (parecido al puré de patata tradicional), si por algo destaca este pueblo es por contar con la quesería más alta del Pirineo.
Se trata de Hormatges Tarrau, una quesería artesanal fundada por los hermanos Tarrau en 2006. Está situada en la calle dera Hònt 1 y en su interior podemos encontrar hasta 20 tipos de queso diferentes. En el caso de que esté cerrada, también se pueden degustar en los restaurantes del pueblo.
Rutas desde Bagergue
Aunque a muchos de estos lugares se puede llegar en coche, la mejor manera de conocer el valle es a pie. Estas son algunas rutas desde Bargergue que podemos realizar para disfrutar de su entorno.
Ermita de Santa Margalida
Situada sobre una colina del valle de Arán, a un kilómetro de Bargergue, encontramos esta pequeña ermita. Podemos acceder a ella desde el pueblo, ya que la subida al templo es corta y no muy pronunciada. El camino suele ser transitado por vecinos y excursionistas.
Piscinas naturales de Bagergue
Bagergue está situado a la vera del río Unhòla, que nace en el Long de Liat, un lago glaciar ubicado a más de 2.100 metros de altitud en el valle de Arán.
Por ello, si visitas el pueblo en verano y el calor aprieta, te alegrará saber que en el tramo del río que va desde Bagergue hasta Unha se forman unas pequeñas balsas naturales de agua que son conocidas como la “playa de Bagergue” y donde podemos darnos un baño refrescante.
Còth de Varradòs y cascadas de Saut deth Pish
El collado de Varradòs es una de las zonas más populares y salvajes del abrupto valle del Unhòla. Durante el invierno varias empresas ofrecen recorrerlo en raquetas de nieve -hay que tener cuidado ya que puede haber aludes- y, debido a que se trata de una excursión con una dificultad moderada, también hay agencias que lo recorren en 4×4.
En total, la ruta al collado de Varradòs cuenta con unos 11 kilómetros de longitud desde Bagergue. Discurre por la borda de Lana y el barranco de Moredo. Durante el trayecto podremos disfrutar de unas impresionantes vistas al pico Maubèrme y otras cimas de los alrededores.
Entre las maravillas naturales de Còth de Varradós están las cascadas de Saut deth Pish. Dos saltos de agua de 15-20 metros de altura una de ellas y 5 metros la segunda cuya agua provienen también del lago glaciar Long de Liat.
La ruta que llega hasta ellas parte de Plan des Artiguetes y apenas tiene 1,2 kilómetros. La dificultad es baja, por lo que es apta para toda la familia. La única complicación es la subida a la cascada principal. Se trata de un itinerario circular (aunque se puede subir solo hasta el mirador y volver por el mismo camino) que cruza el bosque de Sieso hasta llegar al lago de Varradòs.
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